Juan José González Rivas, el nuevo presidente del Tribunal Constitucional, es un hombre de misa diaria y entregado por completo a su trabajo de magistrado. Es el primero en llegar a esta sede judicial y el último en marcharse y es habitual que coma en su despacho, según fuentes del alto tribunal.

El nuevo presidente fue uno de los primeros letrados de esta institución por lo que en el pleno en el que resultó elegido este míercoles ha rendido un sentido homenaje a los dos presidentes de esta institución, Manuel García Pelayo y Francisco Tomás y Valiente, cuyos retratos presiden la sala de reuniones, ya que trabajó con ambos en los 10 años que ocupó este puesto.

Por ello, conoce a la perfección el funcionamiento de este tribunal al que llegó como magistrado en el 2012 tras haber pasado por el Tribunal Supremo y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en la sala de lo contencioso administrativo.

Trato exquisito

González Rivas, además, destaca por su tono afable y educado. Fuentes del alto tribunal alaban el trato exquisito que dispensa al personal de la casa, ya que se preocupa por los problemas personales de sus funcionarios y está dispuesto a hacerles un favor cuando se lo piden.

El  nuevo presidente del TC mantiene una buena relación de amistad con el que fuera arzobispo de Madrid, Antonio Rouco Varela, y pasa las vacaciones en un apartamento cerca de Sanxexo (Pontevedra) donde se reúne con otros magistrados. En estos encuentros prefiere mantenerse en un segundo plano y es habitual que "no abra la boca" por lo que pasa desapercibido.

Los que le conocen no son capaces de relacionarle con otras actividades que no sea el trabajo al que ha dedicado su vida, ya que no hace gala de otras aficiones. Quizá su "extraordinaria memoria" haya hecho que su trabajo como juez sea prioritario. "Es un ordenador andante, se sabe todas las sentencias, el ponente que las redactó y todos los detalles", apuntan magistrados amigos.

Estas fuentes señalan además que sus convicciones religiosas no le han convertido en un magistrado que antepone sus principios al derecho. "Es flexible y cede en una deliberación si se le convence con argumentos jurídicos".

Voto contrario al matrimonio gay

Sin embargo, esto no pasó cuando formuló un voto particular contra la sentencia que avaló el matrimonio homosexual. Y es que algunas fuentes apuntan que González Rivas "es un hombre que sabe mirar al cielo, pero no a la tierra".

El nuevo presidente logró este puesto con el voto del bloque conservador y la oposición de los cuatro jueces que integran el bloque progresista que expresaron su discrepancia con un voto en blanco por la imposibilidad de nombrar a Fernando Valdés como vicepresidente, ya que Encarna Roca se hizo con este puesto por el apoyo de los jueces conservadores.

La agenda del TC

La nueva vicepresidenta nació en Barcelona en 1944 y llegó al Tribunal Constitucional en el 2012 después de haber desarrollado su carrera como catedrática de derecho civil. Roca se mostró este miércoles muy contenta con su nuevo cargo y aseguró a sus colegas que "está al servicio de todos".

El Tribunal Constitucional aún tiene pendiente muchas sentencias que dictar. El desafío catalán seguirá ocupando horas de trabajo, pero es probable que en esta nueva presidencia puedan salir las resoluciones de cuestiones tan polémicas como la ley del aborto, la ley mordaza o los recortes a la jurisdicción universal.