El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, pilló "con el pie cambiado" a Moncloa y Partido Popular Europeo al afirmar que España reconocería a una Escocia independiente que reclamara su ingreso en la Unión Europea.  Aunque este mismo lunes intentó rectificar afirmando que había sido "malintepretado" y que Escocia y Cataluña "no son equiparables de ninguna manera", sus palabras han contribuido a ensombrecer lo que considera un gran éxito de Mariano Rajoy a la hora de conseguir que prevalezca la posición española sobre Gibraltar en el borrador que sobre el Brexit ha redactado la Unión Europea.

El trabajo de meses a varias manos que han venido desarrollando Mariano Rajoy y el propio Dastis junto al director de Gabinete de Rajoy y "bimistro" en la sombra, Jorge Moragas; el secretario general del Partido Popular Europeo, Antonio López Istúriz, y el secretario de Estado de Relaciones con la UE, Jorge Toledo, pudo quedar seriamente comprometido.

En el PP se felicitan de que, a pesar de la polémica, el ministro sea Dastis y no Margallo

"Nos ha sorprendido a muchos sus declaraciones", admiten fuentes populares que han estado en el secreto de la negociación con los socios europeos aunque, a renglón seguido, se felicitan de que "fuera Dastis el titular de Exteriores y no su antecesor, que seguro que la hubiera organizado con el tema de Gibraltar". Alude a José Manuel García Margallo, el mismo que lanzó en 2012 un "Gibraltar español" al eurodiputado conservador británico Charles Tannock en su primera visita a la UE en calidad de ministro.

Dastis reveló ayer que el domingo se reunió con el ministro británico para el Brexit, David Davis, aunque negó que la cita se produjera con motivo de la controversia en torno a la situación de Gibraltar con el Brexit. Tanto desde Exteriores como desde la embajada se calificó de "amistoso y constructivo" el encuentro.

La UE ha dejado de tener una posición neutral para pasar a defender la posición de España"

Con un trabajo "callado y discreto" el punto 22 del borrador para la negociación del del Brexit que ha elaborado al Unión establece que "después de que Reino Unido deje la Unión, ningún acuerdo entre la UE y Reino Unido podrá ser aplicado en el territorio de Gibraltar sin un acuerdo entre España y Reino Unido", lo que ha provocado la ira de los tabloides británicos, en general, de los gibraltareños, en concreto, y hasta de algún ex dirigente de la época de Thatcher llamando poco menos que a las armas en defensa del Peñón.

En Moncloa lo resumen de la siguiente manera: "La Unión Europea ha dejado de tener una posición neutral entre dos países socios para ponerse a favor del que sigue siéndolo". Que la UE asuma en los papeles del "divorcio" una posición favorable a España no es, sin embargo, producto de la casualidad, sino de un trabajo previo desarrollado por el Ejecutivo, aducen. A ello se suma que al "club" europeo "no le viene mal transmitir el mensaje de que se está mejor en la UE que fuera".

La intención del Gobierno es rebajar el tono de la polémica

El Gobierno "ha sido activo, ha peleado" un texto europeo que reconoce la autoridad de España sobre el Peñón, aunque no entre a hablar de soberanía. La posición de España es de sobra conocida al proponer la cosoberanía entre España y el Reino Unido. No habrá, en ningún caso diálogo tripartito "que fue el grandísimo error de Moratinos", por muchos aspavientos que haga el ministro principal gibraltareño, Fabián Picardo.

La intención del Gobierno es rebajar la polémica con el Reino Unido en atención a los 18 millones de británicos que nos visitan al año "y que no tienen ganas de tener un follón por los habitantes del Peñón".