Margarita Robles está dispuesta a vincular todo su prestigio profesional al proyecto de Pedro Sánchez en el PSOE. No sólo aceptó ser su número 2 en la lista por Madrid al Congreso de los Diputados, sino que, una vez defenestrado el secretario general, aún sigue defendiendo su legado y sus propósitos de futuro. Magistrada, fue la primera mujer que presidió una sala de lo Penal, la primera en presidir una Audiencia -la de Barcelona- y la tercera mujer en llegar al Tribunal Supremo. Fue secretaria de Estado de Interior con Felipe González y tiene su puesto en la Sala Tercera del Tribunal Supremo. Defiende que el proyecto de Sánchez puede traer una nueva modernidad al PSOE y al país similar a la que en su día supuso el mandato de González.

P.- ¿Cómo está el grupo parlamentario? ¿Está dividido?

R.- Está haciendo su trabajo, lo que pasa es que estamos en un proceso muy delicado, en el que el PSOE está embarcado en las primarias. Es un proceso que se está alargando demasiado en el tiempo, como consecuencia de que la Gestora no quería fijar las primarias antes. Creo que la Gestora ha conseguido el efecto contrario del que buscaba: llevamos seis meses con un PSOE abierto en canal. Siento mucho decir esto: En la primera intervención de Javier Fernández ante los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado, cuando dijo que el PSOE era un solar, yo dije en público que no lo compartía. Ahora tengo que reconocer que, seis meses después, el PSOE sí que es un solar. Un solar en el que no se permite que las personas podamos tener ideas diferentes. Me preocupa enormemente por el PSOE y por España, ya que entiendo que el PSOE es una pieza esencial y clave para el Gobierno de España.

P.- Volviendo a la situación del grupo. ¿Qué consecuencias tendría que ganara las primarias Pedro Sánchez?

R.- No lo sé, yo lo que espero es que después de las primarias todo el mundo apoye al secretario general elegido y se ponga detrás. Lo que no puede volver a ocurrir es lo que le pasó a Pedro Sánchez. A los dos meses de ser elegido se encontró con una enorme oposición interna. Espero que eso no vuelva a ocurrir en el partido ni en el grupo socialista, porque si eso es así y no se camina hacia la unidad, el PSOE va a convertirse en un Titanic que se hunde y eso me parece gravísimo para este país.

P.- ¿Y si gana Susana Díaz?

R.- Lo mismo. Gane quien gane, el grupo parlamentario socialista tiene que estar detrás de quien haya tenido el apoyo de la militancia. Insisto: no se puede reproducir lo que le ocurrió a Pedro Sánchez, que prácticamente desde su elección todo fueron trabas y obstáculos a su gestión.

P.- ¿Por qué cree usted en Pedro Sánchez?

R.- Por muchas razones. Porque demostró generosidad. Frente a otras personas que se atornillan a los sillones y hacen de la política su forma de vida, cuando Pedro Sánchez vio que tenía que votar en contra de sus convicciones, decidió dejar su escaño. Frente a los que se profesionalizan en la política, frente a los que dejan de lado su criterio para conservar el sillón, Pedro Sánchez mantuvo la coherencia. Muchos quieren presentarlo como un hombre radical y extremista que puede poner en peligro a España, cuando es justamente lo contrario. Me parece muy importante resaltar que el proyecto de Pedro Sánchez es serio, riguroso y de Estado. Pedro tiene el Estado en la cabeza y quiere para España mejoras como las que trajo el PSOE en 1982. Mejoras en la sanidad, en la educación, en la justicia... Es un proyecto que quiere estar con aquellas personas que lo pasan peor, pero siempre desde una concepción de la defensa de los intereses de España.

P.- ¿Los enemigos de Sánchez están trasladando una imagen amenazante de él?

R.- Creo que hay un interés en desprestigiarle y me parece muy importante que todo el mundo tenga la tranquilidad de saber que el proyecto de Pedro Sánchez es un proyecto de Estado en su conjunto para España.

P.- ¿Cree que Susana Díaz es la candidata de la Gestora?

R.- No lo sé, pero me habría gustado que Mario Jiménez, que es portavoz en el Parlamento de Andalucía, no fuera la persona encargada de gestionar este proceso de primarias. No porque yo desconfíe de él, que no lo hago, sino porque la apariencia, en la vida política, igual que en la vida judicial, es importante. Y cuando se condensan dos cargos así en una persona, la apariencia de neutralidad puede verse afectada. Lo que sí me parece importante.

P.- ¿Y qué consecuencias puede tener eso en las primarias?

R.- Es importante que todo el mundo sea muy neutral y el proceso sea muy transparente y muy limpio. Porque si no es claro, nadie se va a callar. Si no hay esa transparencia, el PSOE va a quedar mucho más dividido. Y a mí me importa, porque aunque no soy militante, yo estoy con muchísimos y muchísimos militantes socialistas que quieren un partido abierto a la ciudadanía, un partido que esté con la militancia y también con las personas independientes que se sientan cercanas al proyecto del Partido Socialista, como es mi caso. Por eso, frente a los que descalifican las opiniones de los que no somos militantes, yo diría que yo no quiero un partido en el que se insulte y se pretenda el ordeno y mando y sólo pueda hablar aquella élite que algunos deciden que puede hablar.

P.- En su conversación grabada en un acto de partido, Miguel Ángel Heredia, secretario general del PSOE de Málaga, aboga por disolver el PSC y crear el PSOE de Cataluña. ¿Qué le parece?

R.- Como una persona que ha vivido prácticamente toda su vida en Cataluña, considero que el PSC es un partido esencial no sólo para Cataluña, sino para vertebrar la unidad de Cataluña con España. Por eso, hacer ese tipo de declaraciones es ignorar por completo la realidad de Cataluña. En vez de ayudar a esa vertebración, lo que hace es incidir todavía más en el enfrentamiento entre Cataluña y el resto de España.

P.- Su compañera Adriana Lastra considera que esas afirmaciones confirman que había un plan para acabar con el PSC. ¿Está de acuerdo?

R.- Yo también lo creo. Porque a veces, en esos ambientes relajados a los que se refiere el señor Heredia, es donde se dice lo que de verdad hay. Cuando los diputados del PSC votaron no a Mariano Rajoy -y lo hicieron por convicción y respeto a sus votantes- creo que algunos encontraron la excusa que buscaban algunos para suprimir el PSC. Pero, como decía antes, quien hace esos planteamientos ignora completamente la realidad del PSOE en Cataluña.

P.- También insiste Heredia en que Pedro Sánchez tenía un plan oculto con los separatistas.

R.- Si Pedro Sánchez hubiese tenido un plan con los separatistas, habría sido presidente del Gobierno. Y no lo es. Creo que hay un interés en descalificar a Pedro, diciendo que quiere romper España. Todo lo contrario, estamos ante un problema que es una realidad en Cataluña, y Pedro apuesta por una vía de diálogo desde la legalidad y el respeto a la Constitución. Como persona que viene del mundo del derecho, puedo asegurar que el proyecto de Pedro Sánchez se sitúa dentro de la legalidad, pero que apuesta por el diálogo y no por la confrontación y la descalificación.

P.- En sus respuestas, usted está retratando a Pedro Sánchez como un hombre de Estado.

R.- Para mí, Pedro es un hombre de Estado. Y me parece muy importante remarcarlo por ese interés en desprestigiarle. Y además, en su programa plantea los problemas que afectan a los ciudadanos en su cotidianeidad: la educación, la sanidad, la cultura o la justicia. Frente a los que únicamente se preocupan de las cuestiones internas del partido, como si uno habla o no, yo creo que el equipo que apoya a Sánchez lo hacemos porque entendemos que tiene un programa que en esa visión de estado, quiere construir una España de la modernidad como la que trajo Felipe González en 1982, y que es tan imprescindible. Y además, recuperar el espacio del PSOE, que se empezó a perder con la debacle electoral que hubo tras el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pedro Sánchez trata de convencer a esos cinco millones que nos han dejado desde 2011, de que nosotros apoyamos un proyecto socialdemócrata de verdad.

P.- ¿Por qué cree que Miguel Ángel Heredia le llama a usted "hijaputa"?

R.- Pues no lo sé, no me ha dado ninguna explicación ni ha emitido ninguna disculpa. Yo lo único que pienso es que en lo personal no me afecta para nada, es una opinión del señor Heredia. Pero si el modelo que quiere es uno modelo de descalificación, de insultos y de no respetar a las personas que piensan en un sentido contrario, creo que ese modelo del PSOE no es bueno para los militantes ni para España.

P.- ¿El grupo parlamentario está endiablado, como dice Heredia?

R.- No sé qué entiende él por endiablado. Quizás él está acostumbrado a que todo el mundo esté callado y no le gusta que las personas puedan tener una opinión propia. Pero tiene que entender que en todos los ámbitos de la vida, y también en los partidos políticos, una de las cosas más importantes es la libertad de expresión y la libertad de opinión. Por eso me parece tan grave que se quiera tener un PSOE de pensamiento único y descalificador de todos aquellos que no piensen como una élite dirigente.

P.- ¿Le parece injusto que le reprochen a usted que opine sin ser militante del PSOE?

R.- No me parece injusto, me parece absolutamente corto de miras; tan corto de miras que no hago consideraciones de ese tema. Porque la grandeza de los partidos, y mucho más en el siglo XXI, es que tengan apertura de miras, que intente acercarse no sólo a los militantes, sino también a los simpatizantes y a los votantes. Ahí está el ejemplo de Francia, que fue un proceso abierto. Quizás sería bueno que alguno se preguntara por qué hay tan poca gente joven en los partidos, incluido el PSOE. Porque resulta ya rancio, más propio del siglo XIX querer mantener una rigidez en los comportamientos incompatible con el siglo XXI. Respeto la opinión de quien me critica por hablar sin ser militante, pero tengo que decir que en mi cotidianeidad me encuentro con muchísima gente del PSOE que me dice: 'tú estás mucho más cercana a nosotros que otra gente con carné que lo único que hace es mandarnos callar'.