La primera ministra británica, Theresa May, ha alcanzado un principio de acuerdo "de confianza y apoyo" con el Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte (DUP), su objetivo tras informar a la reina Isabel II de su intención de formar Gobierno tras perder la mayoría absoluta en los comicios de esta semana.

Ambos partidos suman 328 diputados, dos más de los necesarios para alcanzar esa mayoría absoluta. Según informa la BBC, las conversaciones entre ambas partes se han celebrado en Belfast, la capital de Irlanda del Norte, y los detalles se confirmarán en una reunión del gabinete de Downing Street este próximo lunes.

De cualquier manera, todo pacto tendrá que volver al Parlamento para ser discutido. El acuerdo alcanzado por los conservadores y los unionistas no será de apoyo completo, pues los 10 escaños que aportan los segundos tendrán que ir negociándose según las medidas a aprobar.

"Agradecemos el compromiso, que puede dar estabilidad y certeza a todo el país, algo muy necesario cuando nos embarcamos en un proceso como el Brexit y lo que vendrá después", han comentado portavoces del Ejecutivo británico.

Los Unionistas irlandeses son pro Brexit y están a favor de la unión del Reino Unido. En 2017 publicaron un manifiesto en el que expresaban estas posiciones, que en cierta medida concuerdan con los principios de los conservadores de May.

Las negociaciones entre los dos partidos han llegado al punto de que incluso se habló de una coalición de Gobierno completa, pero se ha quedado finalmente en un mero compromiso. "Estamos actuando en favor de los intereses de todo el Reino Unido, y no sólo de Irlanda del Norte", han comentado desde el partido, según recoge la BBC.

Consecuencias de la campaña

Los resultados de las elecciones británicas están empezando a pasar factura en las filas Tories. Dos asesores de May, Nick Timothy y Fiona Hill, han dimitido por su responsabilidad dentro de la campaña previa a los comicios.

Ambos ocupaban funciones similares como jefes de personal durante la campaña, por lo que su papel fue decisivo. Tanto Timothy como Hill han estado en los equipos de Theresa May desde que llegara a lo más alto de la política británica en el año 2010, pero no se han salvado de la pérdida de mayoría absoluta del partido para el que trabajaban.