El PSOE se abstendrá en la moción de censura a Mariano Rajoy. El nuevo portavoz parlamentario, en nombre del nuevo PSOE, defenderá una nueva asbstención ante un nuevo candidato a convertirse en presidente del Gobierno. En apenas seis meses, los socialistas se ven ante la misma tesitura de la investidura de Rajoy, pero en unas circunstancias muy diferentes. La reelección del secretario general después de su derribo ha reforzado las posiciones de Sánchez, que por fin podrá trasladar su no a Rajoy al Congreso de los Diputados. Su nuevo portavoz, José Luis Ábalos, defendera la abstención como una doble censura: la del presidente la del aspirante a sustituirlo, Pablo Iglesias. El candidato de Podemos no es una alternativa "acreditada" para los socialistas, que le reprocharán así su voto en contra en el intento de investidura de Pedro Sánchez.

No obstante, Ábalos será mucho más "comprensivo" y suave con Iglesias que con Rajoy, presidente de un Ejecutivo al que consideran "censurable" por los casos de corrupción que afectan al PP y por sus políticas. Ese rechazo al Gobierno popular no se puede traducir en la investidura de Iglesias, a juicio del PSOE, que entiende que las mociones de censura son un instrumento constitucional que "debe llevar aparejada una alternativa" que en este caso no se produce, como ha reconocido el propio Podemos en un argumentario interno.

"No es tanto el echar al PP como realidad (la gente ya sabía que no salía la moción de Unidos Podemos cuando dijo estar de acuerdo con ella), como el saber seguir estando al frente de la ola de indignación y vergüenza contra el gobierno del PP que se ha desatado. Este escenario es nuestro, pero el 14 será otro escenario en el que el PSOE  puede maniobrar para volver esta situación actual en nuestra contra y a su favor", asegura el documento.

Ábalos será más duro con Rajoy que con Iglesias, al que reprochará su 'no' a Sánchez

Por este motivo, el PSOE optará de nuevo por la abstención. Porque comparte la censura a Rajoy, pero rechaza las formas de plantearlo de Podemos, sin negociación previa. Esa soledad de Pablo Iglesias se evidenciará a la hora de la votación, cuando el candidato de Podemos sólo cuente con los apoyos de Bildu, ERC y Compromis, que ha intentado la retirada de la moción de censura.

Además, el PSOE es consciente de que la iniciativa no se destinaba tanto a retirar al Gobierno del PP como a influir en la batalla entre Susana Díaz y Pedro Sánchez en las primarias. Ese intento de injerencia tampoco se olvida en la nueva dirección socialista, que insiste en que Rajoy alcanzó la presidencia por la negativa de Pablo Iglesias a permitir gobernar a Pedro Sánchez en dos ocasiones.

Esa maniobra contra el PSOE logró unir a todo el partido en plena batalla interna en contra de la moción de censura. La rechazó sin dudas la Gestora socialista, cuyo presidente, Javier Fernández, envió una dura carta a Pablo Iglesias. Y también se mostró en contra la candidatura de Sánchez, que no ha tenido ninguna tentación en intentar subirse a este carro de Podemos para hacer caer a Rajoy. En este sentido, Pedro Sánchez presume de "tener un máster en nueva política" que le impedirá caer en las nuevas trampas de Pablo Iglesias.