Podemos no quiere descuidar ningún detalle en el hito más importante de su historia: la moción de censura contra Mariano Rajoy que se debate este martes en el Congreso de los Diputados. La dirección del grupo parlamentario ordenó este lunes a sus diputados que vistan "colores claros" durante la sesión. El objetivo es transmitir imagen de serenidad y moderación durante el debate de la iniciativa.

Esta recomendación arropa el cambio que el propio Pablo Iglesias quiere protagonizar durante el debate de la moción. El líder de Podemos busca trasladar solvencia y dar una imagen de presidenciable para dar sensación de confianza a la audiencia y proyectar una imagen solvente del proyecto que defenderá desde la tribuna.

El llamamiento a acudir también va orientado a proyectar calma y optimismo ante una moción de censura abocada al fracaso parlamentario y que sólo cuenta con los apoyos de ERC, EH Bildu y Compromís, frente a las 84 abstenciones del PSOE y la negativa de PP y Ciudadanos. Podemos es consciente de que la iniciativa que ha registrado no saldrá adelante y por ello, trabaja desde hace semanas en la mejor manera de rentabilizar al máximo una apuesta que implica "enormes riesgos" en términos de credibilidad, según reconoció el propio Iglesias.

Además de la indumentaria, han pedido a los suyos no caer en las "provocaciones" que se produzcan durante la jornada ni responder a las posibles acusaciones de otros partidos. Estas órdenes ayudan "a que esté la atención donde debe estar", señalan fuentes del partido, que destacan lo excepcional de la medida. Así, se les ha pedido a los diputados que mantengan en todo momento la atención en las intervenciones, primero de Montero, y después de Iglesias, y que no caigan en las provocaciones del PP, como ocurrió en la moción fallida contra Cristina Cifuentes.

La orden va encaminada a "contraponer la dignidad de la gente de la calle" frente a "la indecencia del PP", algo que quieren conseguir a través de un comportamiento responsable y maduro; es decir, no deben protagonizar ni alimentar ningún incidente ni anécdota que alimente las acusaciones del PP de que la iniciativa es "un circo más".

Su objetivo es evitar que cualquier salida de tono pueda desviar el foco de lo que consideran más importante: el "proyecto de país" que defenderá Iglesias desde la tribuna, y los motivos para echar al PP de las instituciones que expondrá la portavoz parlamentaria Irene Montero. Con la iniciativa pretenden también dejar en evidencia al nuevo PSOE de Pedro Sánchez dado el temor que ha suscitado en Podemos la victoria del nuevo secretario general socialista.

Adiós al "ceño fruncido"

Pablo Iglesias lleva días preparándose una intervención que demuestre que está preparado para ser presidente del Gobierno. El líder de Podemos sacará a relucir su perfil más 'presidenciable', de "hombre de Estado", transmitiendo "madurez", "seriedad" y "tranquilidad", a través de un discurso basado en propuestas; en resumen, un "nuevo Pablo", tal y como avanzaron la semana pasada a Europa Press fuentes de su gabinete.

Como candidato de la moción y, por lo tanto, aspirante a sustituir a Rajoy en La Moncloa, el máximo dirigente de Podemos tiene claro que en esta ocasión debe dejar a un lado el 'ceño fruncido' y el carácter combativo que suele levantar ampollas entre sus adversarios políticos, para no ser "el Iglesias que solo denuncia la corrupción sino el que analiza y explica los problemas estructurales de España y propone alternativas que van más allá de su partido".

Por ello, el partido morado ha repartido papeles y ha encomendado a la portavoz parlamentaria, Irene Montero, el rol de 'azote' y "censura al Gobierno".  Después, le tocará el turno al máximo dirigente de Podemos, quién se subirá a la tribuna para exponer "un nuevo contrato social para España" y defenderá algunas de las propuestas estrella de su proyecto, como una batería de medidas anticorrupción.