Joaquín Sorolla (1863-1923) fue uno de los pintores de su tiempo que más éxito internacional cosechó en vida. Un éxito que le permitió llevar una vida acomodada en su casa de Madrid, convertida hoy en un museo monográfico sobre su obra y uno de los más visitados de la capital. En esta casa, donde tenía Sorolla su taller y su estudio, se ha hecho espacio, modificando las salas de su colección permanente, a las 66 pinturas que componen la exposición Sorolla en París. Una recopilación que trae de nuevo a su taller a muchas obras que el valenciano pintó para citas internacionales de arte que eran adquiridas por particulares e instituciones culturales de todo mundo para no volver. De las obras que se podrán ver hasta el 19 de marzo de 2017, un total de 31 son de esas obras con las que conquistó a la crítica internacional de su tiempo.

El pintor se preparaba a conciencia los trabajos que presentaba en las citas internacionales. En especial, para la cita más importante de todas, el Salón de París; pero también en encuentros internacionales en Berlín, Venecia o Londres, además de sus exposiciones individuales en ciudades de Estados Unidos y Europa. “Las obras elegidas en esta muestra nos las marcó el propio Sorolla, porque eran estas las obras que presentaba en los encuentros internacionales. Eran como su tarjeta de visita”, explica Blanca Pons-Sorolla,una de las comisarias de la muestra.

Hijos de Velázquez
Sorolla asistía al Salón de París, como era común entonces, con algunas obras de gran formato, acompañadas por otras menores. En las obras de gran formato y en los retratos se puede apreciar la influencia de Velázquez en su obra. Como señala María López, la otra comisaria de la exposición, “Sorolla había heredado, como artista español, un fervor reverencial por Velázquez, al que había empezado a copiar y estudiar desde su primer viaje a Madrid en 1881”, describe la experta en el catálogo de Sorolla en París. Sorolla y los pintores contemporáneos heredaron la pasión de Édouard Manet, padre del impresionismo, por la obra de Velázquez. El pintor valenciano llegó a decir de los pintores de su tiempo, incluido él mismo, que eran “hijos de Velázquez”. Por este motivo en muchas de las obras de Sorolla se aprecia claramente esa herencia del pintor sevillano. Sorolla encarnaba en las citas internacionales la herencia de Velázquez en la pintura pintura española. Con su estilo propio fue capaz de combinar “la brillantez y luminosidad del impresionismo con la seguridad de dibujo, la solidez compositiva y la elegancia de los viejos maestros, especialmente de Diego Velázquez”, explica Blanca Pons-Sorolla.

Algunos de los cuadros expuestos se pueden ver por primera vez en España ya que, como cuenta María López “Sorolla era famoso hasta el punto de que los marchantes de arte de los museos iban a los salones de París con encargos de los museos de comprar obra suya”. La exposición llega a la casa del pintor tras haber estado expuesta en el Kunsthalle de Munich y en el Musée des impressionnismes de Giverny.

Exposición ‘Sorolla en París’: del 24 de noviembre 2016 al 19 de marzo 2017
Museo Sorolla: C/Paseo General Martínez Campos, 37 Madrid