Aunque a primera vista puedan parecer tan diferentes como la noche y el día, la arquitectura y la joyería son dos artes que se parecen en muchos aspectos. Técnicas de diseño,  método de construcción, utilización de la geometría, corrientes estéticas, funcionalidad… Claro que, mientras que uno trabaja con pequeñas escalas, el otro lo hace con gigantescas. No es de extrañar que  muchos arquitectos (Ettore Sottsass, Peter Eisenman, Zaha Hadid…) hayan sido tentados en reducir proporciones para crear estructuras para llevar en la muñeca o en el dedo; y que firmas de joyería busquen en los edificios más emblemáticos del mundo su inspiración. Esto último es lo que caracteriza a la mítica Bulgari, firma de joyería italiana fundada en Roma en 1884. La arquitectura y el arte de la Ciudad Eterna, tanto antiguo como moderno, han influido en los diseñadores de la marca, que han traducido en exuberantes ornamentos mediante oro, platino y piedras preciosas.

El Museo Thyssen-Bornemisza presenta Bulgari y Roma, una exposición que acoge las piezas en las que Bulgari reinterpreta los rasgos más emblemáticos de la ciudad. El Coliseo, la plaza de San Pedro, la escalinata de la plaza de España, las fuentes de Piazza Navona o el Panteón han dado forma, durante décadas, a collares, pulseras, pendientes y broches. Gemas talladas en cabujón que recrean las características cúpulas del paisaje romano, diseños geométricos reflejo de las líneas puras de las ruinas, o el brillo del oro que recuerda a las volutas del Barroco son algunos de los detalles que revelan el homenaje de Bulgari a la capital italiana.

Bulgari y Roma reúne más de 140 alhajas pertenecientes a su serie Heritage -entre las que se encuentran piezas que pertenecieron a Elizabeth Taylor-, y de algunas colecciones particulares, como la de la Baronesa Thyssen. Para vincular más aún la empresa joyera con el arte, en la muestra las piezas de alta joyería se presentan junto a una treintena de pinturas, dibujos, esculturas y fotografías de artistas europeos que han inmortalizado Roma como Canaletto, Gaspar van Wittel, Ippolito Caffi o Arthur John Strutt. Estas obras proceden, en su mayoría, del Museo de Roma (Palazzo Braschi), pero también de la Galería Borghese, de los Museos Capitolinos y de las colecciones del Banco Intesa San Paolo y del Círculo de la Caza.

El recorrido empieza por una de las piezas más llamativas de Bulgari y que recrea el espíritu del vestigio romano más característico de Roma: el Coliseo. Su estructura se aprecia en un brazalete de 1934 que combina diamantes con rubíes rojos. Una joya que mantiene el estilo geométrico y art déco predominante en las primeras décadas del siglo XX, pero que muestra un uso temprano de la talla cabujón, que confiere a la piedra una forma redondeada conseguida mediante una técnica revolucionaria en aquel momento, que iría posteriormente desarrollándose hasta convertirse en la principal y más apreciada del savoir faire de Bulgari.

Con un cuidado montaje que incluye elementos interactivos, Bulgari y Roma permite además realizar un viaje por los más de 130 años de historia de la firma, desde los adornos y accesorios realizados artesanalmente en plata a finales del siglo XIX por su fundador, el griego Sotirio Bulgari, o las piezas de platino y diamantes de las décadas de 1920 y 1930 que seguían todavía las pautas de la joyería francesa, hasta las creaciones más actuales, incluyendo alhajas espectaculares de las líneas más icónicas de la casa, como son Serpenti, Monete o Parentesio. Todo ello permite definir los volúmenes redondeados, la utilización de colores poco convencionales o la predilección por el oro amarillo como algunos de los rasgos más característicos del estilo Bulgari.

  • La exposición Bulgari y Roma estará en el Museo Thyssen-Bornemisza (Paseo del Prado, 8. Madrid), del 30 de noviembre de 2016 al 26 de febrero de 2017. La entrada cuesta 12 euros.
  • La comisaria de la exposición es Lucia Boscaini, una experta conocedora de Bulgai y su herencia no sólo en el mundo de la moda, también en el arte.