Bruss y Javier llevan cinco años trabajando juntos. Bruss es un perro de raza braco alemán. Tiene 10 años. Javier González Meneses lo cuida y lo ha adiestrado desde que Bruss era cachorro. Entrenan en un prado en la Casa de Campo de Madrid, al lado de las instalaciones de la Unidad Especial de Guías Caninos de la Policía Nacional. Bruss es el único perro en España preparado para encontrar restos biológicos como la sangre. Ha participado en la búsqueda de Marta del Castillo y en el accidente del AVE en Galicia. Tarda menos de cinco minutos en encontrar un cebo escondido bajo una montaña de escombros.

Burss se lo pasa bien: a pesar de la edad, sigue con buena salud y con ganas de correr y trabajar. Cuando El Independiente visita las instalaciones, no sabe que será uno de sus últimos entrenamientos porque se acerca la hora de retirarle: "Le toca después de toda una vida al servicio en la Policía", dice Javier. Afortunadamente, Bruss tiene un 'plan de jubilación'. La asociación “Héroes de 4 patas” se ha encargado de buscarle un nuevo hogar.

Una vida laboral muy intensa

"Nos dimos cuenta de que el destino de estos perros quedaba en manos de la buena voluntad de sus guías", explica Rosa Chamorro. Ella también es agente de la Policía Nacional y junto a un grupo de compañeros amantes de los animales han creado una asociación que en apenas dos años ha encontrado una familia a más de 100 canes de uniforme.

Son animales especiales, han salvado muchas vidas

Para Rosa, son "animales especiales porque han salvado muchas vidas y trabajado en condiciones que los humanos nunca aceptarían. Frío, lluvia o calor; les da igual: siempre hacen su trabajo". Hay perros que localizan estupefacientes, detectan incendios, restos humanos o billetes falsos. Actividades que sólo ellos pueden hacer debido a su gran olfato. "Queremos que tengan la mejor jubilación posible, con una familia que les cuide; se lo han ganado".

La vida laboral de estos agentes es de siete u ocho años, dependiendo de la raza, pero un perro puede vivir hasta el doble de años. A veces les retiran del servicio antes por lesiones, enfermedades o una bajada en el rendimiento. "Hubo el caso de un perro que después de un accidente tenía miedo a los coches y lo tuvieron que dar de baja", cuenta Rosa.

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Adopta un jubilado

En la web de "Héroes de 4 patas" se pueden encontrar los perros listos para la adopción, procedentes de las unidades caninas de las fuerzas de seguridad que colaboran con la asociación. Desde la Policía Nacional al Ejército, pasando por los cuerpos municipales, la Guardia Civil y la seguridad privada. La reciente campaña Adopta un jubilado ha tenido mucha repercusión. "En general las  personas desconocen lo que le pasa a un perro policía cuando ya no es apto para el trabajo. Ha surgido mucho interés y hemos recibido numerosas solicitudes".

Intentamos encontrar la familia adecuada para cada perro

Adoptar un perro policía es diferente de acoger una mascota cualquiera. Tienen necesidades especiales debido a su trabajo, y no están acostumbrados a vivir en casa. "Además se trata de canes ancianos. Intentamos encontrar una familia adecuada para minimizar los problemas de inserción". El proceso de adopción es bastante largo y consta de una entrevista y una visita al hogar donde se establecerá la mascota.

Javier ha entrado en la Unidad Especial de Guías caninos por el amor a los perros. En estos cinco años Bruss ha pasado muchas noches en su casa junto a Tango, su mascota particular. Ahora tiene la difícil tarea de buscarle un sustituto. La Policía todavía no puede prescindir de Bruss porque de momento no hay otro perro adiestrado para reemplazar sus labores de búsqueda. En cuanto lo encuentre, Bruss podrá descansar como se merece un verdadero héroe de cuatro patas.