Según el New York Times, Madrid se ha convertido en una de las ciudades españolas que hay que visitar durante 2017 gracias, sobre todo, a su gastronomía. La capital está viviendo un momento único, situándose a la vanguardia de la cocina europea. Gastrofestival, el evento más popular nacido al amparo del más especializado y laureado certamen Madrid Fusión, celebra su octava edición del 21 de enero al 5 de febrero. Esta fiesta de los sentidos vuelve a poner en valor la calidad y variedad de la gastronomía de la ciudad, uno de sus grandes atractivos turísticos. Bajo el lema Madrid para comérselo, este año ofrece una programación muy completa gracias a la colaboración de restaurantes, bares, mercados, tiendas, librerías, museos, espacios culturales y cocineros porque, en palabras de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, “La gastronomía tiene esa dimensión de sacar lo mejor del ser humano”.

Como ocurre con los desfiles de moda, el objetivo de Gastrofestival es presentar las nuevas tendencias de la gastronomía, desde las más humildes tapas hasta los platos elaborados por grandes nombres de la cocina. Además,  Gastrofestival permite acercase a la gastronomía desde otras perspectivas como la pintura el cine, el arte, la música, la moda o el teatro.

Muchos son los restaurantes que han querido sumarse a la celebración de Gastrofestival ofreciendo creaciones (ya sea en forma de menú o platos especiales) que muestren lo mejor y más tradicional del recetario español con lo más vanguardista de la cocina de fusión y, además, a precios razonables. Pongamos, por ejemplo, Los Galayos (Plaza Mayor, 1), un local de toda la vida que ofrece, durante estos días un cochinillo asado a baja temperatura con su guarnición o el lomo de merluza rellena con setas y chipirones con su tinta como platos principales. Y a El Mendrugo, el restaurante del joven e innovador chef Isaac Fernández, que pone en estas jornadas sus inquietudes creativas con platos como merluza infusionada en té de cava y fresas acompañada de cuscús con dátiles o puerros con escabeche asiático y caviar de tomate.

Entre las propuestas más populares está Degusta Tapas, donde diversos bares de la capital han preparado un pincho especial para la ocasión acompañado por una cerveza Mahou (a 3 euros). Entre los bocados a probar están el taco de carrillera con cebolla crujiente de La Tapilla Sixtina (Ayala, 84), el puré de garbanzos con su morcilla y huevo de codorniz de Casa Mono (Tutor, 37), el tartar de sardina ahumada, melón, alioli de calabaza y kimchi, de Casa de Fieras (Menéndez Pelayo, 15) o el nido de caramelo, atún rojo, salsa teriyaki, sésamo tostado y chupa-chups de cebolla roja, de Kaixo (Barcelona, 12).

Descubrir las propuestas gastronómicas de los chefs más afamados es una gran suerte, pero tener la oportunidad de probar los platos que surgen de la alianza entre dos de ellos es casi imposible. Para hacerlo realidad, este año Gastrofestival inaugura la sección Cena a cuatro manos donde, varios de los cocineros más respetados del país trabajarán codo con codo con chefs venidos de otras partes del mundo. Así, por ejemplo, el miércoles 25 de enero el chef del Restaurante Cebo (Hotel Urban. Carrera de San Jerónimo, 34), Aurelio Morales, trabajará junto al chef colombiano Charlie Otero del restaurante La Comunión. Los restauradores Kurt Schmidt y Gustavo Sáez del 99 Restaurante de Chile compartirán fogones con Roberto Cabrera en el restaurante Huerta de Carabaña (Lagasca, 32); el dominicano Martín Omar trabajará junto a Pedro Larumbe en el restaurante El 38 de Larumbe (Paseo de la Castellana, 38). El jueves 26, el filipino Tatung Sarthou cocinará con Mario Sandoval en El Jardín de Orfila (Hotel Orfila. Orfila, 6).

Entre los platos fuertes de la gastrocultura destacan las visitas al Comedor de Diario del ala de invierno organizadas en el Museo Cerralbo (Ventura Rodríguez, 17); la exposición de trajes confeccionados con verduras de la Huerta de Calahorra en el Museo Nacional del Traje (Avenida Juan de Herrera, 2); la visita guiada para aprender sobre las costumbres gastronómicas del siglo XIX en el Museo del Romanticismo (San Mateo, 13); el itinerario temático La ruta de las especias en el Museo Nacional de Artes Decorativas (Montalbán, 12); el recorrido por el Museo Thyssen-Bornemisza (Paseo del Prado, 8) con la degustación de una tapa inspirada en el mismo; o la visita guiada al Museo Reina Sofía (Argumosa, 43) con un espectáculo flamenco y una cena degustación en su restaurante.

El epicentro de Gastrofestival se sitúa en el Centro Cultural Conde Duque (Conde Duque, 11), que ha programado singulares experiencias en torno a la cultura y la gastronomía. Entre las propuestas está la exposición La Hemeroteca pone la mesa, donde la Hemeroteca Municipal muestra, a tamaño grande, las páginas de la revista norteamericana de habla hispana Pictorial Review, que revela recetas, consejos sobre el ajuar de la casa y otras labores en el Nueva York de 1916 y 1917.  Gastrotonadilla, una representación las tonadillas, unas piezas teatrales y musicales del siglo XVIII que, con carácter satírico y divertido, caricaturizaban los personajes de la sociedad: las damas, los criado, soldados, cocineros, confiteros… Y, La gastronomía en el cine, una serie de proyecciones y degustaciones de cava con títulos como Una pastelería en Tokyo, de Naomi Kawase; El restaurante de Alicia, de Arthur Penn y Cena a las ocho, de George Cukor, entre otros. Sin duda, en enero hay que venir a Madrid con mucho apetito.