Mucho se ha hablado últimamente de la nueva imagen de Rafa Nadal. En las últimas fotos subidas en las redes sociales se apreciaba que su leonina media melena había desaparecido y el tenista ocultaba su pelo corto bajo una gorra ¿El motivo de este radical cambio de look? Ni más ni menos que someterse a una intervención de injerto de pelo. De esta forma, el deportista se suma a la lista de otros famosos (Iker Casillas, Wayne Rooney, David Beckham, John Travolta, Enrique Iglesias, El cholo Simeone…) que se han animado someterse a esta operación estética. Cada vez que uno de ellos aparece en los medios de comunicación y en las redes sociales con una cabellera renovada, lc. En las clínicas Dorsia, experta en estas terapias, aseguran que “en los últimos tres años se ha triplicado la demanda y uno de los motivos –explican-, es precisamente el efecto espejo que provoca el que un personaje famoso se someta con éxito a una de las técnicas de trasplante de pelo”. Y no hay más que ver las cifras. Según el Director Médico de los centros capilares Svenson, en los últimos años se han triplicado en España las intervenciones de trasplante capilar y en sus centros han pasado de las 300 operaciones en 2009 a más de 900 en 2014.

El que se rumoreara sobre que Rafa Nadal hubiera elegido una clínica madrileña para realizarse el injerto de pelo ha dado pie también a las clínicas especializadas en intentar frenar la cada vez más numerosa peregrinación de españoles a Estambul. La ciudad turca se ha convertido en la Meca de este tipo de tratamientos por sus buenos resultados y sus precios altamente competitivos (por unos 1.550-2.000 euros con vuelo y hotel incluido). ¿Se acuerdan del caso Acuamed? El director general de la compañía pública, Arcadio Mateo, percibió de constructoras dádivas a cambio de las adjudicaciones y, uno de ellas fue rellenarse el tupé en un centro médico-estético turco.

Las causas de la pérdida de pelo en los varones –también ocurre en las mujeres, aunque en menor cuantía-, se debe, principalmente, a la alopecia androgénica, una afección que tiene su origen en un aumento de la acción de las hormonas masculinas (o andrógenos) sobre ciertas áreas del cuero cabelludo predispuestas genéticamente a la afección. Este síndrome provoca una disminución progresiva en la actividad del folículo piloso que va decreciendo de tamaño hasta que se produce la desaparición total del bulbo piloso con la consiguiente pérdida del pelo. Aunque existen otros factores, como asegura el Director Médico de Medical Hair, Horacio Foglia. “Llevar una mala alimentación, el estrés… son otros factores que se suman a la propensión natural de la calvicie. Estamos viendo que el rango de edad está bajando mucho y cada vez tenemos más pacientes menores de 35 años”.

Para muchos hombres perder el pelo puede ser motivo de depresión.

Para muchos hombres perder el pelo puede ser motivo de depresión.

Mientras que para muchos hombres pierden el pelo con resignación y, tras raparse la cabeza siguen su vida como si tal cosa dando una imagen más dura, masculina y segura de sí misma, al estilo Jason Statham, Bruce Willis o Zinedine Zidane; para otros, en una sociedad tan superficial donde impera la ley de la belleza, quedarse calvo puede resultar traumático. La falta de pelo envejece y afea por lo que baja la autoestima y se pierde la confianza en uno mismo, lo que conlleva a episodios de enojo, ansiedad e, incluso, depresión.

La ciencia ha avanzado mucho en el campo del injerto de pelo y existen varias técnicas según las necesidades de cada paciente. Una de ellas es FUSS. En este proceso, se retira al paciente una tira de piel y cabello de la que se obtienen diferentes cabellos que se reubicarán. El inconveniente de este proceso es la herida de la intervención y, aunque la cicatriz queda disimulada, existe otro método alternativo, más novedoso y menos agresivo, llamado FUE (al que, parece ser, se ha sometido Nadal) por el cual se extrae unidades foliculares, una a una, directamente de la zona donante del paciente (la parte superior de la nuca) mediante un bisturí cilíndrico especial. Una vez extraídos, los pelos se colocan en un medio adecuado para conservar todas las propiedades hasta la hora de ser implantados. En FUE (cuyo precio oscila entre los 3.500 y los 7.000 euros), no existen grandes heridas, simplemente pequeños orificios que cicatrizan a los pocos días. Y, en cuanto a su duración, el proceso suele durar unas 7 u 8 horas aunque, para ver los resultados hay que esperar de entre 6 meses y un año para notar cómo el pelo injertado crece de nuevo. Eso sí, hay que tener en cuenta que hay varios niveles de calvicie “Del uno al siete y, este último es inoperable”, comenta el Doctor Foglia. Y de que, en el fondo, depende de la buena materia prima que se tenga. “Cuanto mejor es la calidad del cabello, mejor”.

Muchos de los clientes que acuden a Medical Hair tienen la duda de que se les va a volver a caer de la zona implantada. Pero eso no ocurre no porque “ese pelo que se ha quitado de la zona posterior no le afecta la hormona masculina porque tiene un código, una información, que le impide desaparecer –asegura el doctor-. Va a crecer igual que siempre”. El secreto consiste en no esperar hasta el límite. En cuanto se vean algunos claros, lo mejor es acudir a la clínica. Es la fórmula que siguen los famosos. “Se lo van haciendo por etapas –dice Horacio Foglia-. De este modo, nunca son calvos del todo”. Esta técnica, además, se utiliza en otras zonas como las cejas o la barba. “Ahora que se llevan muy pobladas, vienen muchos señores a rellenar pequeñas zonas o a perfilarlas para que queden mejor”.

La técnica de Tricopigmentacion llevada a cabo en Medical Hair.

La técnica de Tricopigmentacion llevada a cabo en Medical Hair.

Hasta los que parecen casos perdidos, pueden encontrar alguna solución estética a sus problemas, como la Tricopigmentación, que proporciona en las alopecias extremas un efecto rapado que resulta mucho más atractivo que el despoblado total. “Es un complemento o una opción al microinjerto –asegura el Dr. Foglia-. La Tricopigmentación (que cuesta unos 1.600 euros) es como un tatuaje que ofrece el efecto óptico de densidad. Se utilizan tintas orgánicas especiales, además, con el mismo color de pelo que el  paciente. La primera sesión dura unas tres horas y, al día siguiente se dan los últimos retoques durante una hora y media. Su efecto no es perpetuo y necesita mantenimiento cada año y medio.