Volkswagen es una especie de rey Midas. Salvo contadas excepciones, todo producto que lanza al mercado cuenta con el beneplácito tanto de una fiel legión de seguidores como de nuevos usuarios. Muchos de estos productos, como es el caso del Golf, se han transformado en auténticos iconos de la automoción.

La incursión de la marca en el segmento de los todocamino compactos data de 2007, año en el que se introdujo el Volkswagen Tiguan. Desde esta fecha hasta el relevo de esta primera generación, en mayo de 2016, se han vendido un total de 2,8 millones de unidades. Este señuelo del éxito lo ha recogido la segunda generación del modelo, que ha sido el primer SUV o todocamino del grupo Volkswagen que tiene como base la plataforma modular transversal (MQB) que estrenara en su día su famoso hermano, el actual Golf.

Además de contar con una excelente base de partida, la segunda generación del Volkswagen Tiguan acentúa su carácter off-road, emplea novedosas tecnologías en el ámbito de la seguridad, contempla sofisticados equipamientos, presenta un amplio habitáculo y una calidad en los acabados que le acercan hasta casi rozar los niveles de una marca especialista. Otro de los importantes puntales sobre los que se apoya es su diseño, que luce una imagen cien por cien Volkswagen.

Transmite robustez y cierta dosis de deportividad, sobre todo con el paquete R-Line

Es un diseño sumamente elegante e intemporal no sujeto a los dictados de ninguna moda pasajera, tolerando muy bien el paso del tiempo. Transmite robustez y cierta dosis de deportividad, sobre todo con el paquete R-Line. La perfilada silueta del capó junto con una baja y ancha parrilla, tónica que se repite en los faros, constituyen algunas de las  marcadas señas de identidad de un conjunto de corte clásico con una gran carga de atractivo. Posiblemente su secreto haya que buscarlo en esa sabia mezcla entre clasicismo y modernidad.

Aunque la mayoría de usuarios de SUV no sacan casi nunca sus vehículos fuera del asfalto, la distancia al suelo se ha incrementado 1 cm, hasta los 20 cm. Además con la vista puesta en aquéllos conductores con ciertas aficiones camperas, el Volkswagen Tiguan se puede pedir con un frontal específico off-road para las versiones con tracción integral 4Motion. Dicho frontal potencia las características todo terreno a base de mejorar el ángulo de ataque, que pasa de los iniciales 18,3º a 25,6º. De esta forma se pueden tomar rampas más pronunciadas o abordar ciertos desniveles del terreno sin que roce el faldón delantero.

El EDS frena automáticamente la rueda

El sistema de tracción integral 4Motion emplea un embrague multidisco para conectar los dos ejes, pero en condiciones normales de adherencia prima la tracción al eje delantero para economizar combustible.  Al menor síntoma de patinaje por parte de éste eje, dicho embrague se encarga de transferir de manera proporcional y automáticamente par al eje posterior. La correcta motricidad entre ruedas del mismo eje queda garantizada por el bloqueo electrónico del diferencial (EDS), integrado en  el control electrónico de estabilidad (ESC). Cuando una rueda gira loca o pierde adherencia la otra no avanza, no recibe par. Para solventar o paliar este problema, el EDS frena automáticamente la rueda que tiende a patinar, permitiendo que la del lado contrario pueda girar.

Las versiones dotadas con tracción integral incluyen, el 4Motion Active Control, un sistema que permite al conductor, por medio de un selector giratorio ubicado al lado de la palanca de cambio, escoger entre cuatro programas: carretera, snow, off-road y off-road individual. Este sistema actúa sobre la amortiguación variable (DDC), la respuesta del acelerador, la asistencia de la dirección, la respuesta del cambio automático DSG y el funcionamiento del control de crucero adaptativo (ACC).

En definitiva, adecua el vehículo a las características del terreno. Así, por ejemplo, con el programa snow para nieve, el cambio automático cambia de marcha antes y el accionamiento del acelerador es más plano. De la misma manera que con el modo off-road, el EDS aumenta el grado de bloqueo, el cambio entre marchas es más tardío y se activan automáticamente tanto el control de descenso de pendientes como el asistente de arranque en cuesta.

 

Dentro del selector giratorio 4Motion Active Control va el botón de modos de conducción para carretera. Al pulsarlo, el conductor puede configurar el vehículo de acuerdo con sus preferencias mediante la selección de uno de los cinco ajustes disponibles: Eco, Normal, Comfort, Sport e Individual. El Eco prima el consumo de combustible, mientras el Individual permite regular por separado los elementos sobre los que actúa, siendo posible combinar una amortiguación en modo sport con una asistencia comfort para la servodirección.

En caso de atropello, el capó activo se eleva automáticamente 60 mm para aumentar la separación con el motor

El Volkswagen Tiguan rinde un especial culto a la seguridad y a la conectividad. En el apartado de la seguridad incorpora o puede incorporar (según versiones), entre otros dispositivos, el frenado anticolisión múltiple, el detector de fatiga, el control de crucero adaptativo (ACC), el sistema de mantenimiento de carril, el asistente de cambio de carril, el sistema de frenado de emergencia en ciudad o el capó activo. En caso de atropello, el capó activo se eleva automáticamente 60 mm para aumentar la separación con el motor, evitando en lo posible que el peatón pueda golpearse con los componentes duros que hay bajo el mismo.

La conectividad juega también un gran protagonismo. La aplicación App-Connect es compatible con iOS, Android y con la función Mirror Link. Además a través de la aplicación Media Control se posibilita conectar tablets con el sistema de infoentretenimiento. A todo esto hay que sumar los servicios de Car Net, que proporcionan información actualizada sobre el estado del tráfico, accidentes, plazas de aparcamiento, etc.

Dentro de la gama Tiguan, para satisfacer las necesidades de todo tipo de clientes, hay versiones con tracción delantera o tracción integral conectable automáticamente 4Motion, mientras se ofrecen tres niveles de equipamiento: Edition, Advance y Sport. Por otro lado, dentro de la oferta de paquetes opcionales que se ofertan destaca el paquete R-Line, disponible tanto para el exterior como para el interior.

Advance y Sport

El paquete R-Line, ligado exclusivamente a los niveles de acabado Advance y Sport, incluye en lo que a la carrocería respecta, llantas de aleación específicas de 19 o 20 pulgadas, spoiler trasero en el color de la carrocería, paragolpes específicos y estribos laterales. En el interior destacan, el volante multifunción deportivo en cuero con el logo R-Line, los pedales en acero cepillado y las molduras de las puertas delanteras en aluminio con el logo R-Line. Logo que también está presente en los asientos delanteros en tela diseño Race. Para los que todavía quieren más se reservan, el revestimiento interior del techo en negro, las llantas de aleación Suzuka de 20 pulgadas y el acabado en cuero Vienna.

El Volkswagen Tiguan Sport R-Line 2.0 TDI 190 CV 4Motion DSG oculta bajo su capó un propulsor diésel de 4 cilindros en línea con 2 litros de cilindrada que desarrolla 190 CV. A la riqueza de equipamiento que conllevan tanto el nivel de acabado superior (Sport) como el paquete R-Line, mecánicamente se unen la tracción total 4Motion y el cambio automático de doble embrague DSG con 7 velocidades, puesto que el motor 2.0 TDI de 190 CV se ofrece ligado exclusivamente a la tracción 4Motion y al cambio DSG.

Equipamiento absoluto

Así pues, esta versión del Tiguan se transforma en un auténtico capricho para los que quieran un SUV compacto al que prácticamente no le falta de nada. Dentro del  equipamiento Sport destacan, entre los elementos más importantes, el sistema de navegación con pantalla táctil multifunción de 8 pulgadas, el climatizador automático de tres zonas, la aplicación App-Connect, asientos sport para conductor y acompañante, retrovisores exteriores plegables eléctricamente y calefactables, barras de techo cromadas, escape cromado, control de crucero adaptativo (ACC) con Front Assist y City Emergency Break, faros full LED, asistente de aparcamiento con cuatro cámaras y el digital cockpit, que sustituye el tradicional cuadro de instrumentos por una pantalla de 12,3 pulgadas configurable. El precio de este modelo con el paquete R-Line exterior e interior, el revestimiento del techo en negro y las llantas Suzuka de 20 pulgadas calzadas con neumáticos 255/40 asciende a 45.750 euros.

La pantalla de 12,3 pulgadas  que sustituye al  convencional cuadro de instrumentos aporta mucha información

En el interior se ha dado una vuelta más de tuerca al ya elevado nivel de calidad. La pantalla de 12,3 pulgadas  que sustituye al  convencional cuadro de instrumentos aporta mucha información y admite hasta seis configuraciones, a gusto del conductor. Pero si hay algo sobresaliente que se percibe nada más acomodarse tras el volante del Tiguan es el fácil e intuitivo manejo de todos los mandos y sistemas del vehículo.

A lo que hay que sumar lo sencillo que resulta encontrar la postura adecuada así como lo gratificante de su conducción, con ese justo equilibrio entre confort y dinamismo. Con una longitud de 4,49 m ofrece un amplio habitáculo que hereda de los monovolúmenes alguna solución para aumentar la versatilidad, como los asientos traseros desplazables longitudinalmente 18 cm. Solución que permite ampliar el volumen del maletero hasta los 615 l, partiendo de los iniciales 510 l. Con los asientos plegados ofrece un volumen total de carga de 1.655 l.