Miguel Zugaza ha vuelto a casa. Así lo ha asegurado esta mañana durante su presentación en el que es el primer día de su nueva etapa como director del Museo de Bellas Artes de Bilbao tras quince años al frente del Museo del Prado de Madrid. Zugaza ha asegurado que comienza “muy emocionado” la que será su segunda etapa al frente de esta pinacoteca bilbaína, que ya dirigió entre 1996 y 2002, y que lo hace con la experiencia y el bagaje que le han reportado tres lustros en el Prado.

Por el momento no ha detallado cuáles serán los ejes de su apuesta por relanzar el Bellas Artes. Se ha limitado a afirmar que su prioridad será abrir un proceso de reflexión entre distintos agentes para dibujar cuál debe ser el futuro del segundo museo en actividad de la capital vizcaína, tras el Museo Guggenheim. Sí ha adelantado que trabaja ya en la que sería la primera muestra de esta nueva etapa y que ha fijado para antes del verano.

Tras recoger el testigo de su antecesor, Javier Viar, Zugaza ha destacado que el futuro del museo, como el del conjunto de los museos, no deberá pasar por priorizar las visitas o “las audiencias”. Ha defendido que el valor de la actividad museística va más allá y que sería “un error” limitar el éxito o el fracaso de una gestión “a las audiencias”. Ha recordado que las labores de conservación y educación no pueden ser “mensurables desde un punto de vista cuantitativo” y, en cambio, son pilares esenciales en cualquier institución cultural como ésta.

Zugaza ha abogado por dar un nuevo impulso a la relación “fluida” con la sociedad más cercana y en ella sitúa una parte importante del plan estratégico en el que ya trabaja. “La reflexión se debe abrir a la comunidad de amigos del Museo de Bellas Artes, a la comunidad artística o incluso a otras instituciones relevantes como el Museo Guggenheim, la Alhóndiga, el Artium o el Museo San Telmo”, ha asegurado. Ha reivindicado la apuesta cultural que se ha hecho en Bilbao y en la que el Museo de Bellas Artes debe buscar su plan de acción para el futuro.

Por último, Zugaza ha apuntado que la experiencia y los “contactos” que en los últimos años ha hecho podrán contribuir a dar un nuevo impulso al Bellas Artes de Bilbao y a los planes para incorporar novedades en la programación museística.