Woody Allen se ha lanzado a hacer una serie que es, como no podía ser de otra manera, muy Woody Allen. El autor ha escrito para Amazon su primera trama para la televisión tras décadas en el cine, Crisis in Six Scenes, que llega este viernes a la plataforma en streaming del gigante de Seattle.

Y ha tenido una buena motivación. La firma de Jeff Bezos tiene ganas de darle lustre a su Amazon Prime Video, pues tiene que competir con los poderosos nombres de Netflix y HBO. Para ello han recurrido, entre otros, al director neoyorquino y le han puesto un buen puñado de ceros encima de la mesa.

El bueno de Allen aceptó a regañadientes la propuesta, lo que no ha evitado que, incluso con la serie ya rodada, se haya quejado en múltiples ocasiones sobre el final de la misma. Por si fuera poco, su personaje, ya que él mismo aparece en la acción, es un escritor neurótico (!sorpresa!) que está escribiendo una serie a la que no le encuentra el sentido.

Al director le vale apenas un minuto para demostrar las pocas ganas que tenía de afrontar este trabajo. Sentado en una peluquería, su personaje conversa con el barbero y entre ambos poco menos que menosprecian las historias para la pequeña pantalla.

El director es casi omnipresente en la acción, interpretando un papel ya clásico en él.

Al estilo Allen hay que añadirle un elemento que no acaba de combinar demasiado bien: Miley Cirus. La polémica intérprete tiene un papel protagonista en Crisis in Six Scenes, una joven casi hippy que cae en el seno de una familia tradicional y les cambia la manera de ver la vida. Todo ello en plena Guerra de Vietnam, en la frontera entre los 60 y los 70.

A lo largo de seis episodios, de ahí el título, hay una sucesión de escenas en las que la trama avanza muy poco a poco y en la que nos encontraremos con una sobredosis de Woody Allen. El director es casi omnipresente en la acción, interpretando un papel ya clásico en él.

La intención de la serie, cuyos episodios tienen una duración de alrededor de 25 minutos, es que sea casi como una película que supere los 90 minutos a los que nos tiene acostumbrados el neoyorquino, pero que no termine de ser una producción larga en el entorno de las nueve o 10 horas, que es el modelo más popular de las plataformas en streaming.

Precisamente esa longitud, pues la serie dura algo menos de seis horas, es otro de los puntos grises de la trama. Allen no consigue cerrarlo todo con brillantez, algo a lo que él mismo ha hecho referencia en declaraciones. Da la sensación de que se le ha hecho algo larga.

Los fans de Allen quedarán más que satisfechos con Crisis in Six Scenes.

En cualquier caso, es Woody Allen en esencia. Su mano se ve desde los diálogos, a ratos brillantes y a ratos tediosos, hasta su propia interpretación, que recuerda mucho al mago que nos presentó en Scoop junto a su musa de entonces, Scarlett Johansson.

Los fans de Allen quedarán más que satisfechos con Crisis in Six Scenes. Ya se ha preocupado mucho Amazon de que así sea. En el fondo es el gran reclamo para presentar batalla a Netflix o HBO. Veremos si lo consigue.