En 1904 abría sus puertas en Nueva York la Hispanic Society of America. Lo hizo de la mano de Archer Milton Huntington, un arqueólogo, hispanista y poeta estadounidense obsesionado con el arte y la cultura hispana. La inauguró en un momento en el que la imagen internacional de España estaba en declive, tras perder las colonias unos años antes, en 1898. Lo hizo por una pasión desmesurada.

El filántropo dedicó gran parte de su vida a coleccionar obras de Goya, de Zuloaga, de Velázquez, Ribera o Sorolla, además de un nutrido número de esculturas, cerámicas y libros. Su colección llegó a tal envergadura que decidió fundar un museo y una biblioteca con la intención de investigar y divulgar el arte y la cultura españolas en Nueva York.

Mapamundi. Vespucci, Juan. Sevilla. Manuscrito sobre pergamino.

Mapamundi. Vespucci, Juan. Sevilla. Manuscrito sobre pergamino.

A día de hoy el edificio, que se encuentra alejado del corazón museístico de la ciudad y recibe a los visitantes con una estatua de El Cid, alberga más de 800 pinturas, 1.000 esculturas, seis centenares de acuarelas y miles de objetos decorativos. En total 18.000 piezas que engloban desde el Paleolítico hasta el siglo XX. Además de una biblioteca extraordinaria con más de 250.000 manuscritos y 35.000 libros raros, entre los que se incluyen 250 incunables.

Su ambición geográfica e histórica no resultará ajena al visitante"

Su importancia en la divulgación de las artes hispánicas es innegable y el Museo del Prado ha querido que la primera muestra que presenta en 2017 sea con obras procedentes de esta colección. Por eso, y desde este 4 de abril hasta el 10 de septiembre, acoge la muestra Tesoros de la Hispanic Society of América. Visiones del mundo hispánico, que incluye 200 obras procedentes de esta institución. Entre ellas, el visitante podrá encontrar vidrios, muebles, arte islámico y medieval, arte colonial, piezas del Siglo de Oro y arte latinoamericano y español del siglo XIX.

Se trata de la primera exposición que se presenta desde que Miguel Falomir tomó las riendas del Museo del Prado. "La importancia de esta muestra reside en la calidad de las obras que mostramos. Su ambición geográfica e histórica no resultará ajena al visitante", aseguró en la rueda de prensa.

Además, añadió que la pasión que sentía Huntington por el arte español en todas sus vertientes propone una visión extranjera sobre nuestra cultura. Visiones del mundo hispánico incluye obras que hasta ahora no habían podido ser disfrutadas por el público. Los relicarios de santa Marta y santa María Magdalena de Juan de Juni, o Postrimerías del hombre, del ecuatoriano Manuel Chili son algunas de ellas.

'Duquesa de Alba', de Goya.

Otras han sido restauradas para la ocasión, como es el caso de Duquesa de Alba, de Goya, La Piedad, del Greco o Santa Emerenciana, de Zurbarán. Tanto el coste de la obra de Goya como el embalaje y el traslado de todas ellas ha corrido a cargo de El Prado, que cuenta con la colaboración del BBVA para este proyecto. "Ha costado mucho trabajo y esfuerzo", aseguraba Falomir.

También quiso hacer hincapié en la oportunidad que da al visitante esta exposición, que permite "conocernos mejor a nosotros mismos y, sobre todo, ver cómo nos ven los demás". El comisario de la muestra y actual director de la Hispanic, recordó la unión entre ambas instituciones, "Huntington vino por primera vez al Prado en 1892 y se quedó prendado de Velázquez. Llegó a escribir en su diario: 'Para mí ha sido un descubrimiento que no sé expresar con palabras'".