La salud no es una tendencia de consumo, es ya una de las principales demandas de los consumidores españoles, más envejecidos y preocupados por su nutrición. Esto hace que los "superalimentos" estén cada vez más presentes en la cesta de la compra. Su consumo crece el doble que el mercado del gran consumo, según los últimos datos de la consultora Nielsen.

Los españoles superan a los europeos en esta afición por los superalimentos: un 27% manifiesta su intención de aumentar su consumo, frente al 20% de la media europea. Un dato que contrasta con la falta de conocimiento que hay aún sobre esos alimentos, ya que casi dos de cada tres demandan más información para saber cómo incluirlos en su dieta.

Casi dos de cada tres demandan más información para saber cómo incluir los superalimentos en su dieta

También hay desconocimiento en cuanto a su papel como sustitutos de ciertas medicinas. El 40% no sabe a ciencia cierta si los superalimentos son un buen sustitutivo para prescripciones médicas; y otros tantos desconocen si proporcionan una manera natural de prevenir o tratar dolencias. Es por ello, quizás, según los datos de Nielsen, que los españoles también aplican medidas más clásicas, como el consumo de frutas y verduras, que es la más recurrente cuando se piensa en cambiar los hábitos.

Según Gustavo Núñez, director general de Nielsen España y Portugal, “la prioridad en la vida para los españoles es estar sanos y en forma. Casi la mitad tiene la salud en el primer puesto de su lista vital, por encima de pasar tiempo con la familia, prosperar en el trabajo o viajar. Y esta preocupación se hace más patente a medida que entramos en los 40, y en adelante. La salud no es una moda, realmente decide cuando hacemos la lista de la compra y ante el lineal”.

Pero, ¿cuáles son los superalimentos?

La “supercesta de la compra” toma como referencia una base de 25 productos diferentes que tienen unas propiedades nutricionales superiores. Algunos productos son auténticos clásicos de la dieta mediterránea como el aceite de oliva vírgen (que crece un 4%), que muchas veces el consumidor no etiqueta como superalimento cuando en realidad sí lo es.

Al mismo tiempo, hay una serie de productos “emergentes” que se han colado en la lista de la compra de los españoles, que no es que sean nuevos, pero sí novedosos en nuestras despensas. Es el caso de la chía y la quinoa, que crecen más de un 1.000% cada uno de ellos.

Algunos son clásicos como el aceite de oliva vírgen, otros más nuevos como la chía y la quinoa

Y, sin parecer que no están tan a la última, aunque bien sabemos que son imprescindibles, legumbres como las lentejas crecieron en el período de tiempo analizado casi un 4%. Por su parte, las alubias y los garbanzos prácticamente se mostraron planos respecto al mismo período del año anterior.

Otros superalimentos en forma son los arándanos, la coliflor y el brócoli, que crecieron doble dígito; mientras que los frutos secos aumentaron sus ventas por encima del 5%.

También se consideran superalimentos los arándanos, frutos secos, salmón, atún, bonito, sardinas y boquerones, trucha, soja y tomate.