La duodécima etapa, con llegada en alto en Hautacam, se convirtió en el escenario del primer gran duelo en la montaña entre los favoritos, y Tadej Pogačar demostró una vez más por qué es considerado uno de los ciclistas más temidos del pelotón. Con un ataque implacable a 11 km de meta, el esloveno se despegó de Jonas Vingegaard y firmó una victoria que le permite recuperar el maillot amarillo.