En pleno revuelo social porque los precios de la electricidad estaban disparados, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, anunció el pasado enero reformas de urgencia para contener la subida. La principal reforma que el Gobierno anunció entonces sigue sin entrar en vigor y más de siete meses después no existen plazos concretos para su puesta en marcha.

La estrategia del Gobierno pasaba por frenar la subida de los precios eléctricos de manera indirecta. En lugar de reformar el mercado mayorista eléctrico o el sistema de fijación de precios eléctrico, el Ministerio de Energía impulsó reformas en el funcionamiento del mercado de gas natural para bajar sus precios y con ello –dado que el gas se utiliza para generar electricidad cuando hay picos de demanda- lograr rebajar de manera indirecta los precios de la luz o al menos frenar sus subidas.

El Ejecutivo pretende obligar a los dos grandes operadores gasistas, Gas Natural Fenosa y Endesa, a que inyecten un volumen mínimo de gas en el mercado mayorista de gas (Mibgas) y, al tiempo, establecer una horquilla de precios a la que deben comercializarlo. Pero esa medida que se anunció en enero en pleno subidón de la luz para tranquilizar los ánimos -y que incluso ya estaba prevista en la normativa con anterioridad pero sin desarrollar- sigue sin aprobarse.

A la espera del Ministerio

La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) era la encargada de elaborar una metodología para determinar el volumen mínimo de gas que Gas Natural y Endesa tendrán que aportar el mercado y el margen de precios al que tendrán que comercializarlo. El supervisor aprobó su propuesta de metodología el pasado marzo y la hizo pública en abril, pero el Ministerio de Energía aún no ha dado el visto bueno ni la ha trasladado a una orden ministerial.

La CNMC publicó en abril su propuesta de metodología para aplicar las medidas, pero el Gobierno aún no la ha aprobado

El mercado mayorista de gas natural en España que sirve para marcar los precios no funciona. El 16 de diciembre de 2015 empezó a operar el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas) para que los importadores de gas y los comercializadores tuvieran una plataforma en que comprar y vender el producto, y con el objetivo de crear más competencia, mayor transparencia a la formación de precios y, con ello, que el precio final que paguen los consumidores acabara bajando.

Sin embargo, sólo un 5% del gas que se consume en España pasaba a principios de año por el Mibgas, el resto se seguía comprando en el mercado libre. Así que el plan del Ministerio de Energía era, para que el mercado empiece a tener actividad, forzar a los grandes grupos a utilizarlo. El Gobierno quiere que Gas Natural Fenosa y Endesa ejerzan como creadores de mercado obligados, al tiempo que lo que sí se ha puesto en marcha es un tercer creador de mercado voluntario (cuya gestión está en manos ahora de Axpo Iberia, tras relevar al bróker Gunvor que lo fue hasta julio).