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El Corte Inglés aprueba el cese de Gimeno y nombra presidente a Nuño de la Rosa

El consejo de administración ha aprobado por unanimidad la expulsión del sobrino de Isidoro Álvarez y el nombramiento del hasta ahora consejero delegado

El Corte Inglés aprueba el cese de Gimeno y nombra presidente a Nuño de la Rosa
Víctor del Pozo, consejero delegado de El Corte Inglés, y Jesús Nuño de la Rosa, presidente de El Corte Inglés en sustitución de Dimas Gimeno. | ECI

El Corte Inglés tiene nuevo presidente. La empresa con más empleados de España será dirigida por Jesús Nuño de la Rosa. El actual consejero delegado sustituirá en el cargo a Dimas Gimeno, que ha sido destituido de forma fulminante por el consejo de administración. La decisión se ha aprobado por unanimidad, con el voto favorable de todos los consejeros.

El máximo órgano ejecutivo de la compañía se ha reunido este jueves para analizar la petición de cese de Gimeno. La impulsaron cuatro consejeros a mediados de mayo y a ellos se sumaron otros tres en el encuentro del 30 de junio. Desde entonces, la situación del presidente se había vuelto insostenible, ya que quienes exigían su salida representaban al 70% del capital.

Finalmente, ningún consejero ha votado a favor de mantener a Dimas Gimeno, que no ha acudido a la cita y que ya ha dejado claro que impugnará su cese. El directivo que Isidoro Álvarez (su tío) eligió para gobernar El Corte Inglés ha durado menos de cuatro años en el puesto. En 2015, los accionistas ya le arrebataron los poderes ejecutivos para ponerlos en manos de dos consejeros delegados (Nuño de la Rosa y Víctor del Pozo). Ahora, el consejo le ha privado de todos los cargos, por la pérdida de confianza en su gestión y tras una campaña de hostilidades que le ha acabado enfrentando con todas las familias de la casa.

Falta de apoyos

Precisamente, ha sido esa campaña la que ha llevado a Gimeno a quedarse sin un sólo apoyo, ni en la cúpula directiva ni en el consejo de administración. La mejor prueba de ello es el resultado de la votación del consejo de este jueves. Contra la gestión de Gimeno, han votado los cuatro consejeros que iniciaron el proceso: Víctor del Pozo y Jesús Nuño de la Rosa, y los veteranos Florencio Lasaga y Carlos Martínez Echeverría. También han apoyado la destitución las hijas de Isidoro Álvarez, Marta y Cristina; y Paloma García Peña, la representante de la sociedad Mancor (que controla el 10% del capital). Finalmente se han sumado el independiente Manuel Pizarro y el representante del fondo soberano de Qatar Shahzad Shahba.

La expulsión de Gimeno es un paso importante para el gigante de la distribución, que pronto cumplirá los 80 años de historia. Al desplazar al sobrino de Isidoro Álvarez, El Corte Inglés da un paso hacia la profesionalización. El equipo directivo queda en manos de dos hombres de la casa, que nada tienen que ver con la familia fundadora. Tanto Nuño de la Rosa como Del Pozo ocupaban hasta ahora los dos puestos de consejero delegado que crearon los accionistas cuando dejaron de confiar en Gimeno. Conocen al dedillo El Corte Inglés, y tendrán que tirar de olfato y experiencia para cumplir una misión de altos vuelos: modernizar el grupo para que pueda seguir desempeñando un papel importante en el sector, en plena convulsión.

Nuño de la Rosa ha desarrollado casi toda su carrera profesional en la filial de viajes, una de las más rentables del grupo. De hecho, fue nombrado director general hace 20 años y no cambió de puesto hasta que los accionistas tiraron de él para nombrarle consejero delegado del Grupo.

El nuevo presidente seguirá trabajando codo con codo con Víctor del Pozo, un directivo que entró en plantilla con 18 años y ha forjado toda su carrera en el área del retail. A las espaldas del, desde este jueves, único consejero delegado recae la gestión comercial de los grandes almacenes.

Retos de altura para la cúpula directiva

El reto de los dos directivos es tremendo. No sólo tendrán que pelear con rivales que se mueven con reglas distintas, en un negocio que está a años luz del que conocieron -y tan bien supieron explotar- los dos popes de la casa, Ramón Areces e Isidoro Álvarez. Además, Nuño de la Rosa y Del Pozo tendrán que alinear a todos los accionistas para que apoyen las nuevas líneas estratégicas, que conducirán, probablemente, a la bolsa. El salto al parqué era algo impensable hasta hace poco para una compañía familiar muy hermética. En frente tienen el espejo la Inditex de Amancio Ortega, que permaneció aislada de los mercados durante décadas y que hoy lidera el Ibex 35.

El presidente y el consejero delegado se enfrentan a un problema añadido. El Corte Inglés tendrá un enemigo en casa mientras que Dimas Gimeno siga plantando batalla contra los accionistas. El ya ex presidente ha amenazado con ir a los tribunales para pelear contra una decisión que considera injusta. Es más, Gimeno denuncia que el consejo ha prescindido de él no por ineficacia, si no en represalia por haber denunciado irregularidades contables.

Tanto en el consejo como en la cúpula directiva se teme que el sobrino de Isidoro Álvarez saque trapos sucios familiares y avance en la campaña que inició hace semanas, con la ayuda de abogados y asesores de comunicación. Los movimientos de Gimeno se han basado en el desprestigio de algunos accionistas (sobre todo su primas) y en el autobombo (esta semana puso en circulación un vídeo en el que antiguos empelados le alababan como heredero del trono de Álvarez).

La solución más drástica: la expulsión del consejo

Fuentes próximas al consejo aseguran que la empresa tiene más que analizados los escenarios que afronta ahora Gimeno. Los principales accionistas estarían dispuestos a dar un paso más si persisten las hostilidades y arrebatarle el sillón de consejero. Gimeno tiene la opción de negociar la venta de las acciones de su familia, que ascienden al 7% entre las participaciones directa e indirecta. Esta salida se antoja complicada de momento, por la caída de la valoración que ha sufrido El Corte Inglés en línea con el resto del sector.

Las dificultades para vender la acciones y la humillación de verse apartado de la presidencia, pueden llevar a Gimeno a ahondar en la batalla judicial contra el consejo. Los estatutos del grupo dejan claro que “los consejeros desempeñarán su cargo con la lealtad de un fiel representante”. Cualquier acción hostil por parte del ex presidente será interpretada por la mayoría del consejo como un desafío, por lo que activarán el escenario más drástico.

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