Economía | Trabajo

Sánchez, contra todos: Bruselas también duda de la subida del salario mínimo

El Gobierno está dispuesto a aprobar la subida del SMI hasta los 900 euros al mes por decreto si finalmente no hay nuevos Presupuestos

Pedro Sánchez y Jean Claude Juncker, durante la cumbre europea sobre migración celebrada el 24 de junio.

Pedro Sánchez y Jean Claude Juncker, durante la cumbre europea sobre migración celebrada el 24 de junio. EFE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se amilana pese a que tanto los organismos supervisores a nivel nacional como las autoridades internacionales le han advertido de los riesgos o, al menos dudas, que suscita la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros en 2019.

No solo hablan de posibles efectos negativos sobre la creación de empleo, sino también de un posible incremento de la recaudación mucho menor que el previsto por el Ejecutivo en el Plan Presupuestario para 2019 remitido el pasado octubre a Bruselas.

Sin embargo, Sánchez confirmaba este miércoles que, incluso en un escenario sin Presupuestos Generales del Estado (PGE), sacará adelante este incremento del salario mínimo superior al 22%, puesto que el Gobierno tiene la opción de aprobarlo por decreto, como cada año.

Tras esta reafirmación, la última voz en sumarse a las advertencias ha sido precisamente la de la Comisión Europea que preside Jean-Claude Juncker. En sus previsiones macroeconómicas de otoño, Bruselas ha mostrado sus dudas sobre la verdadera capacidad recaudatoria de esta decisión, que el Gobierno de Sánchez ha estimado en 1.500 millones de euros por la vía de las cotizaciones sociales. En concreto, cree que los ingresos adicionales no pasarán de los 1.000 millones.

Entre 70.000 y 80.000 empleos menos

Pero, sobre todo, Bruselas estima que la medida le costará entre 70.000 y  80.000 empleos a España en dos años, según informa Europa Press.

Según señala el documento en el apartado dedicado a España, el empleo se seguirá ralentizando el año que viene --Bruselas ha revisado a la baja su previsión de crecimiento al 2,2%-- por efecto de una ralentización de la demanda final y por el efecto "amortiguador" del incremento del salario mínimo.

Aún así, Bruselas recalca que la tasa de desempleo seguirá cayendo para alcanzar el 13,4% en 2020, su nivel más bajo desde 2008.

No obstante, la Comisión Europea no duda de que los salarios crecerán con fuerza por el empuje del SMI  --la masa salarial aumentará un 0,35%--, para moderarse después, y que lo harán por encima de la inflación en 2020. Sin embargo, las dudas vuelven a surgir, y Bruselas advierte de que las previsiones de incremento de los ingresos por cotizaciones por efecto de esta medida podrían estar sobrevaloradas, así como las partidas de recaudación de las  nuevas tasas 'Google' y 'Tobin'.

Antes fueron el Banco de España o la AIReF

No es la primera vez que llega una advertencia de estas características al Gobierno. Si el pasado 12 de octubre el Fondo Monetario Internacional (FMI) advertía de la necesidad de "equilibrar" la necesaria subida del SMI con su posible impacto en el empleo por el menor acceso al mercado laboral de los trabajos menos cualificados, que son los que suelen cobrar este nivel salarial, posteriormente han sido la AIReF y el Banco de España.

En sede parlamentaria el pasado 25 de octubre, el presidente de la AIReF ofreció un serio estudio sobre el impacto económico del incremento del salario mínimo hasta los 900 euros al mes. Ya en ese momento, enfrió la previsión de ingresos del Gobierno por cotizaciones derivadas de este incremento, y la rebajó de 1.500 millones de euros a 1.200 millones.

Pero también advirtió de un efecto directo en las plantillas de las empresas españolas en forma de una menor creación de empleo estimada en 40.000 puestos de trabajo.

Escrivá aseguró, como lo ha hecho también Bruselas, que esta medida presionará al alza los salarios, con un aumento de la renta disponible para los trabajadores superará de unos 500 millones de euros que, una vez sumados a las transferencias del Estado, se traducirán en 1.750 millones más en los bolsillos de los trabajadores.

Esta buena noticia es en cambio una mala para las empresas, que con un incremento de los costes laborales serán, según el auditor del Estado, menos competitivas. De ahí la posibilidad de que se creen menos empleos.

Para apuntillar la decisión de Sánchez, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, afirmaba también en sede parlamentaria y solo cinco días después que la subida del SMI afectaría de forma "significativa" al empleo de los trabajadores menos productivos.

 

 

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