El Ibex 35 ya no reacciona con nada. El selectivo se ha devaluado ya un 36% desde que comenzó la crisis sanitaria del coronavirus en España y es incapaz de reaccionar con fuerza ante los estímulos positivos, por lo que no logra contrarrestar los fortísimos desplomes del último mes. La perspectiva no es mucho mejor para las próximas semanas, pues algunos analistas creen que no tocará suelo hasta que se alcance el pico de contagios por el virus en este país.

Prueba de ello es que en la semana decisiva para el rumbo de esta crisis económica el selectivo se ha mantenido prácticamente plano. Después de haber perdido un tercio de su valor, ni las medidas económicas del Gobierno ni el segundo plan de emergencia del BCE han conseguido apuntalar crecimiento alguno. De hecho, en las últimas cinco sesiones, el índice se ha dejado un 2,8%.

Para los inversores, de poco sirven estas buenas noticias si hay tambores de recesión. Así lo cree Natalia Aguirre, analista de Renta 4, para quien “la incapacidad de fuertes rebotes sostenidos se debe al temor a una recesión provocada por las medidas que se están adoptando para contener la expansión del coronavirus”. Todo sumado a la “elevada incertidumbre” existente en relación con la duración y la intensidad de la recesión, que lleva a desconocer por completo cuál será su impacto sobre las cotizaciones bursátiles, sobre el resto de mercados financieros y sobre los resultados empresariales.

Además, por mucho que el BCE y el resto de bancos centrales se hayan puesto manos a la obra, “en el plano fiscal se echa en falta una actuación más contundente y coordinada, sobre todo a nivel europeo”, según Aguirre. Así lo están solicitando los propios supervisores, pero también el Gobierno de España.

“En el mercado aún sigue habiendo un ambiente de pesimismo muy elevado. Los desplomes han hecho mella a muchos inversores y aún hay muchas dudas sobre el impacto económico que va a generar la crisis del coronavirus”, explica Sergio Ávila, de IG.

Por ello, el Ibex 35 muestra una evolución similar a sus pares europeos, pues desde que se inició la crisis sanitaria en España el FTSE100 (Londres) se deja un 30%, el DAX30 (Frankfurt) un 35% y el CAC40 (París) otro 34%.

Pico de contagios

Aunque intentar precedir la evolución de un índice bursátil en este contexto es un ejercicio inane, algunos analistas creen que el suelo de las Bolsas podría darse cuando se produzca el techo en el número de afectados por el virus. “Una vez lleguemos al pico de contagios en todo el mundo y los casos empiecen a caer es muy probable que empecemos a ver suelo”, explica Ávila, de IG.

En todo caso, el mercado necesita que la curva de contagios se modere no solo en España sino a nivel mundial para poder estabilizarse, como opina Aguirre, de Renta 4, pero también cree que es necesario que los inversores confíen en que los estímulos monetarios y fiscales pueden mitigar al máximo el impacto de esta crisis. Hasta entonces, la volatilidad seguirá siendo la norma. 

Hace unos días, el consultor financiero Ismael de la Cruz reflexionaba en Twitter sobre la posibilidad de que los mercados formen un suelo cuando se alcance el techo de infecciones diarias, como ha sucedido anteriormente con el Shanghai Composite a lo largo de esta crisis y durante la del SRAS en 2003. Veremos si con el Ibex 35 ocurre lo mismo.