El Gobierno continúa su ofensiva contra los planes de pensiones privados para favorecer los planes de empresa. Por segundo año consecutivo rebaja las aportaciones deducibles en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) hasta los 1.500 euros anuales, según consta en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

En los anteriores presupuestos, el Gobierno rebajó de los 8.000 a los 2.000 euros anuales el máximo deducible para los planes individuales, con el objetivo de incentivar los de empresa. Por otra parte, a partir del próximo año, la aportación deducible de los planes de empresa aumenta hasta los 8.500 euros anuales. Así, si se contribuye a dos planes -uno privado y uno de empresa- la aportación máxima se mantiene en los 10.000 euros del pasado año.

Desde que asumió la cartera, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha hablado de potenciar los sistemas complementarios para las pensiones. Estos son los planes privados y los de empresa, sin embargo, los segundos tienen un peso muy inferior en España, en comparación con otros países europeos.

Los expertos alertan que estas rebajas en los planes de pensiones individuales no hacen sino desincentivar el ahorro. Según los datos de VDOS, recogidos por Europa Press, las aportaciones a planes individuales cayeron un 94% en el primer semestre de este año, con 79 millones frente a los 846 de los primeros seis meses de 2020.