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El precio disparado de los materiales encarece un 22% la ejecución de las obras

Imagen de la obra de un edificio.

Imagen de la obra de un edificio. EP

El sector de la construcción atraviesa una compleja coyuntura. Frente a las esperanzas depositadas en la llegada de los fondos europeos, el auge del precio de las materias primas, la falta de mano de obra y el retraso en la llegada de los materiales está poniendo en jaque a un actor clave para la recuperación de la economía tras la pandemia que canalizará siete de cada diez euros de los fondos de recuperación.

Según un estudio realizado con 300 compañías del sector, más de la mitad de los proyectos está sufriendo retrasos en su ejecución. Y eso se debe, en parte, a la demora en la recepción de los materiales. El 75,61% de los encuestados por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) afirma haber sufrido un retraso inusual en la entrega de algún elemento en los últimos tres meses.

La madera, el aluminio y el acero son los que más están padeciendo el desabastecimiento. Pero las demoras en la recepción de los materiales son generalizados. El hormigón, los sanitarios, el vidrio o la pintura son cuatro ejemplos de ello. Aunque la problemática se extiende a los pavimentos sintéticos, la grifería, las ventanas, los morteros, la piedra y hasta los ascensores. Tampoco se libran la maquinaria de obra o los vehículos, que tardan hasta tres meses más de lo normal en llegar.

Pero además de tardar en recibirlos, los materiales son más caros. El 94,4% de los encuestados por la patronal afirma haber notado en los últimos tres meses un incremento inusual en el precio de compra. Y entre los que más han subido están la madera, la piedra, cobre, el panel sándwich, el asfalto, la pizarra, el acero o la cerrajería. Según los cálculos de la patronal, dicho incremento ha impulsado al alza un 22,2% de media el coste de las obras.

Además, la CNC también advierte de las dificultades para encontrar mano de obra y calcula que hay un gran déficit de profesionales cualificados de cara a los próximos años para ejecutar a tiempo los proyectos financiados con fondos europeos. En concreto, se necesitan incorporar a unas 700.000 personas para los próximos años ante la demanda que se espera. "El primero que saque los proyectos, es el que se va a llevar la mano de obra", resume el presidente de la CNC, Pedro Fernández Alén.

Para hacer frente a la situación, la patronal insiste en que el Gobierno debe tomar medidas para garantizar la viabilidad de los proyectos que actualmente se encuentran en marcha. También para evitar que se cancelen obras en los próximos años, donde la lupa de Bruselas estará centrada en el grado de ejecución de los proyectos que se desarrollen gracias a los fondos europeos. Si los plazos no se cumplen, el dinero no se recibe. Y otros países como Italia, Francia o Alemania ya han tomado medidas.

Los actores más afectados dentro del sector público son la Dirección General de Carreteras como el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Ambos han incluido en sus últimas licitaciones han vuelto a incluir la fórmula de la revisión de precios.

De hecho, el Ministerio de Transportes ha puesto en marcha un grupo de trabajo para analizar las posibilidades de que los contratos contemplen la revisión de los precios en función del auge de las materias primas. Aunque la legislación actualmente vigente lo permite, el sector reclama un cambio de la ley de Desindexación aprobada por el PP, que hizo el uso de estas cláusulas algo más residual.

Transportes estudia cambios

"Conocemos la situación del incremento de los precios de las materias primas y las reivindicaciones del sector y estamos trabajando en cómo podemos hacer posible para que siga siendo atractivo el marco concesional para los operadores, que los contratos y que las ejecuciones sean factibles y que podamos introducir factores de corrección", reconocía este jueves la ministra de Transportes, Raquel Sánchez.

La patronal defiende que se establezca un sistema automático de reequilibrio que permita hacer frente a ese sobrecoste y tenga en cuenta las alteraciones de precios posteriores a la presentación de ofertas para dotar de estabilidad al contrato. "No hay ningún indicio de que el incremento de las materias primas esté parando", asegura Fernández Alén.

Pero los problemas no acaban ahí. El encarecimiento del precio de la energía -tanto luz como petróleo- pone en jaque a ciertos actores del sector. Fernández Alén recuerda que "las fábricas como las azulejeras o ladrilleras tienen un consumo enorme que lógicamente afecta al coste final. Igualmente, la subida del petróleo impacta de forma importante al sector", aunque aún no son capaces de cuantificar cómo les afecta.

En cualquier caso, todos estos factores amenazan la ejecución de los fondos europeos. "Hay un peligro de indigestión, ya que la tardanza en su gestión y ejecución, unido a este encarecimiento y a la falta de mano de obra, provocará cuellos de botella que pueden terminar frenando el ritmo de la recuperación", remata Fernández Alén.

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