El Gobierno lleva manteniendo desde hace un año que el producto interior bruto (PIB) español crecerá un 7% este 2022. Finalmente, este viernes ha recortado sus cálculos, reconociendo que la cifra finalmente quedará más cercana al 4,3%. Son casi tres puntos de diferencia entre una previsión y la inmediatamente anterior, con la que se elaboraron los presupuestos de este año, una brecha a la que el Ejecutivo ha quitado importancia insistiendo en los diversos factores han impactado en la economía a lo largo de los últimos meses.

Sus nuevos cálculos están más en línea con el resto de pronósticos recientemente publicados: el Banco de España cree ahora que el PIB crecerá un 4,5% este añoel Fondo Monetario Internacional (FMI), un 4,8%; BBVA Research, un 4,1%; la AIReF, un 4,3%, y el servicio de estudios Funcas, un 4,2%.

Las ministras de Asuntos Económicos y de Hacienda, Nadia Calviño y María Jesús Montero, han presentado este viernes el nuevo cuadro macroeconómico que maneja el Gobierno. Mañana, 30 de abril, termina el plazo máximo para que España envíe a la Comisión Europea el Programa de Estabilidad 2022-2025, el documento que contiene el nuevo escenario fiscal y que previsiblemente dará a conocer a los medios de comunicación esta tarde.

De cara a los próximos años, el Gobierno espera que el PIB crezca un 3,5% en 2023, un 2,4% en 2024 y un 1,8% en 2025. En 2021 avanzó un 5,1%, tras contraerse un 10,8% en 2020 a consecuencia de la crisis provocada por el coronavirus. Calviño ha remarcado que, aun con los malos datos de hoy, se mantiene una senda de crecimiento "muy fuerte".

Las ministras no han contado cuánto reducirán el gasto público, ni en qué recortarán a lo largo de este año para conseguir cuadrar las cuentas del Estado con las nuevas previsiones de crecimiento, muy por debajo de las esperadas cuando se elaboraron los presupuestos generales del Estado (PGE) de este año. El consumo, por ejemplo, prevén que avance mucho menos de lo previsto, un 3,5% frente al 6,5% que pronosticaban hace unos meses.

Con respecto al déficit, espera reducirlo hasta el 5% este 2022, al 3,9% en 2023, al 3,3% en 2024 y al 2,9% en 2025, saliendo así del procedimiento de déficit excesivo en tres años. "La bajada más importante de déficit ya la hemos conseguido en el año 2021", ha explicado Montero, recalcando asimismo que es "falso" que el aumento de la recaudación "se deba solo a la inflación": "Es responsable solo de una pequeña parte", ha subrayado.

Las normas fiscales de la Comisión Europea están suspendidas todavía este año, ya que, de lo contrario, los países miembros deberían situar su déficit por debajo del 3%. Es una de las primeras medidas que el organismo tomó en relación a la pandemia para permitir a los estados sobrepasar sus objetivos de déficit y deuda sin multarlos por ello. Aún no está claro hasta cuándo continuarán suspendidas, pero lo acordado era que este 2022 fuese el último año.

Del lado del empleo, el Gobierno espera que la tasa de paro este año se sitúe en el 12,8%, que el próximo baje hasta el 11,7%, para reducirse hasta el 10,6% en 2024 y caer por debajo del 10% en 2025, hasta el 9,6%. Hace unos meses esperaban que la tasa de paro de este año fuese superior, del 14,1%, pero el buen comportamiento de los datos de empleo ha sorprendido al Gobierno.

La inflación, alrededor del 6%

El Gobierno nunca publica cuánto estima que va a crecer la inflación, argumentando que no forma parte de su negociado, aunque necesita utilizar un pronóstico para elaborar sus cuentas. El indicador más parecido al IPC que sí da a conocer es el del deflactor de consumo privado, que este año espera que quede en una media del 6,1%. Además, Calviño ha deslizado que esperan que la inflación caiga el próximo año hasta quedar en el entorno del 2%.

El Ejecutivo maneja así unos números de inflación muy similares a los de otros organismos que recientemente han publicado sus previsiones, como el Banco de España, que estima que el IPC avanzará este año un 7,5%. Son cifras muy superiores a las de 2021, cuando sumó un 3,1%, tras caer en 2020 un 0,5%.