Economía

12.000 personas reciben en Euskadi dos ayudas sociales: el IMV del Estado y la RGI vasca

Desde el pasado mes de marzo el País Vasco gestiona de modo íntegro esta ayuda estatal que se complementa con la que la Administración vasca concede desde 1989.

Movilizaciones en defensa del sistema público de pensiones.

Son algo más de 12.000 personas. Todas ellas se encuentran en una situación de necesidad económica por carecer de empleo, por tener uno muy precario o por ser perceptores de una pensión especialmente baja. Durante el pasado mes de abril fueron perceptoras de dos ayudas sociales al mismo tiempo, la que concede el Estado, el Ingreso Mínimo Vital (IMV), y la que otorga el Gobierno vasco, la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).

Desde mediados de marzo pasado el País Vasco gestiona de modo íntegro el IMV, una ayuda que convive con la RGI vasca, que existe desde hace más de tres décadas en Euskadi, desde 1989. Con la aprobación de la ayuda estatal, se dio la circunstancia de que muchos de los perceptores sociales o incluso de los demandantes de la ayuda vasca no tenían derecho a la primera y sí a la segunda o incluso podía percibir las dos. Es el caso de las 12.211 personas que el pasado mes de abril recibieron tanto el IMV como la RGI. Dos prestaciones que en ningún caso se concibieron como excluyentes sino como complementarias.

En la mayoría de los casos los beneficiarios de ambas prestaciones se encontraban en Bizkaia, más de la mitad, el 54%, frente al 26% en Gipuzkoa y el 20% en Álava. Esta situación de complementariedad de ambas ayudas se ha dado en uno de cada cuatro casos de perceptores de la RGI. En total en el País Vasco actualmente 51.149 personas reciben esta ayuda. A ellas se suman otras 2.620 personas que sólo reciben el Ingreso Mínimo Vital.

La causa fundamental que genera esa situación de necesidad es la falta de empleo. De entre todos los beneficiarios casi la mitad, el 45% se encuentra en paro. Los pensionistas son el segundo colectivo más numerosos, cerca del 25%. Se trata de personas cuya baja pensión no les permite hacer frente a las necesidades básicas, por lo que se complementan con la ayuda de la RGI. A ambos grupos se suma las personas que obtienen las ayudas por carecer de ingresos suficientes por la precariedad de sus empleos o por estar incapacitados para formar parte del mercado laboral.

Mujeres y de mediana edad

El perfil de beneficiario es fundamentalmente el de una mujer joven o de mediana edad. Casi seis de cada diez beneficiarias de este tipo de ayudas son mujeres. Respecto a la edad, el 31% oscila entre los 30 y 44 años y un 7%, casi 3.700 beneficiarios de las ayudas sociales, tiene menos de 30 años.

Pese a que la situación económica y la incertidumbre se ha visto agravada en los últimos meses, en el caso de Euskadi los demandantes y perceptores de las ayudas se ha visto ligeramente reducida. Así, desde el pasado mes de enero se ha ido reduciendo paulatinamente los beneficiarios, que ha pasado de 52.729 en enero a 51.149 el mes pasado.

Para obtener la ayuda de la RGI se deben cumplir unos criterios establecidos que abarcan desde la situación laboral, el empadronamiento o las características de la unidad familiar en la que se vive. Las ayudas pueden oscilar desde los 727 euros al mes para la unidad compuesta por un sólo integrante a los 1.032 para unidades con tres miembros. En el caso de los pensionistas la horquilla oscila entre los 834 y 1.126 euros. A esta ayuda se puede sumar otra para el pago del alquiler, la llamada prestación complementaria de vivienda, a razón de 275 euros al mes.

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