El recién nombrado nuevo presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Andrés Sendagorta, ha reclamado "potenciar y defender a las empresas españolas sin proteccionismos retrógrados, pero sin ingenuidades peligrosas". "No podemos desdeñar ni dejar de cuidar a las empresas que tienen en nuestro país su centro de decisión", ha dicho el también presidente del grupo de ingeniería y tecnología SENER ante la asamblea de socios de la organización empresarial, que le ha ratificado en el cargo como sucesor de Marc Puig.

"No pedimos favores ni queremos privilegios. Sólo queremos que se nos escuche, que seamos tenidos en cuenta y se nos permita competir en el mundo sin lastres ni desventajas", ha añadido tras destacar que las empresas familiares reflejan "como nadie la diversidad de la España real". Durante su primer discurso público también ha elogiado que muchas empresas familiares españolas "ejercen liderazgos mundiales" en sectores como el turismo, el textil, la automoción, la cosmética o la sanidad.

En el encuentro celebrado en el Palacio de Linares (Casa de América), al que han asistido entre otros el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha recordado que "las empresas se han modernizado al ritmo de nuestro país" en las últimas tres décadas y ha reclamado asociar el término empresario "a innovación y progreso". Además, ha recordado que la pandemia y la guerra de Ucrania ha servido para recordar "con sangre que la noción de soberanía empresarial existe por la misma razón que existe la soberanía política". Sendagorta también ha reclamado a las empresas familiares "que las políticas de conciliación estén en la primera línea" de sus prioridades.

Por su parte, el presidente de la consultora Deloitte, Fernando Ruiz, ha recordado que el Instituto de Empresa Familiar está formado por 101 socios con una media de edad de las compañías de 80 años. La más antigua tiene 250 años y la más reciente lleva 25 años operando. "Son empresas muy importantes, longevas, sostenibles y con una trayectoria contrastada", ha destacado. Entre todos los socios del instituto facturaron 172.000 millones de euros en todo el mundo y generaron un valor añadido bruto de 43.500 millones de euros. Asimismo, abonaron 22.000 millones de euros en salarios al año y dieron empleo a 516.000 personas en España.

"La forma en que se toman decisiones y se afronta el riesgo hace que este tipo de historias de éxito sea más habitual con estructuras accionariales de carácter más familiar", ha destacado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Asimismo, ha elogiado la orientación hacia la exportación y la internacionalización de las empresas españolas antes de abordar aspectos como los mecanismos de protección del empleo o las pensiones.

Ante los representantes de la empresa familiar se ha pronunciado también sobre la jubilación anticipada. En este sentido, ha destacado la importancia de "llevar la edad de jubilación efectiva a la edad legal". "No hay ninguna medida más eficaz para la sostenibilidad del sistema de pensiones que aplazar la edad de jubilación", ha sostenido.

Por su parte, la secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, ha destacado que la política debe fijarse e integrar muchas muchas "lecciones" el modelo de negocio de las empresas familiares. "La empresa familiar debe representar un papel protagonista en definir los objetivos que tenemos como país", ha señalado ante la asamblea de socios. Por otro lado, ha querido "desmentir que haya margen para aumentar la presión fiscal". Asimismo, la también portavoz del PP en el Congreso ha pedido "revisar el gasto improductivo de España como se hace en las empresas".

"Lo que tenemos que hacer es introducir un mecanismo de evaluación continua de las políticas públicas. Ese cambio estructural de la Administración Pública está por hacer", ha replicado Escrivá tras recordar que España es el país de Europa "con más beneficios fiscales".