La marca blanca está en auge y representa ya la mitad de la cesta de la compra en alimentación. El contexto de inflación lleva a muchos consumidores a tratar de ahorrar con productos de las marcas propias de los supermercados en lugar de con marcas de fabricante.

Según un reciente estudio de la consultora Nielsen IQ, el precio de las marcas blancas ha subido el doble que el de las marcas de fabricante. Pero en un momento en el que el baile de céntimos se mira con lupa, la patronal que aglutina a estas últimas, Promarca, acusa a las grandes superficies de elevar el precio de las marcas de fabricante para impulsar las ventas de marca propia.

"El precio de las Marcas de Fabricante se infla artificialmente por las cadenas para vender más Marca de Distribuidor", denuncia Ignacio Larracoechea, presidente de Promarca. Habitualmente, se acusa a las grandes cadenas de supermercados e hipermercados de utilizar algunos artículos como la leche o el aceite como producto reclamo para atraer clientes a sus establecimientos.

En este sentido, Larracoechea se queja de que "dicha Marca de Distribuidor muchas veces se vende sin margen o incluso a pérdidas". Un extremo que, según esta asociación, perjudica a los fabricantes de marca propia porque el precio de venta al público lo pone la cadena, no la marca.

"La evolución de cualquier marca depende en gran parte de si pueden competir en igualdad de condiciones con las demás marcas competidoras", prosigue. Sin embargo, asegura que esto es cada vez más difícil porque en las grandes cadenas de la distribución alimentaria "se les asigna un espacio inferior a las MDD y su presencia en las tiendas está cada vez más limitada".

En este sentido, pone como ejemplo a Mercadona. Según sus estudios, el gigante que preside Juan Roig "ha reducido la presencia de las Marcas de Fabricante entre 2018-2021 en un 15%, mientras ha subido la presencia de su Marca de Distribuidor en un 19%", añade.

Por otro lado, insiste en una vieja reivindicación de esta asociación; que las innovaciones que desarrollan los fabricantes apenas se introducen a las tiendas. Según Larracoechea, aunque el nivel de innovaciones de las marcas de fabricante es 10 veces superior a las de las marcas de distribución, "solo un 7% de ellas llegan a algunas lineales y sus productos más exitosos se copian frecuentemente".

En definitiva, remata el presidente de Promarca, "si se corrigieran todas estas discriminaciones, la foto sería muy distinta". Por un lado, dice, "no tendríamos unas consecuencias tan nefastas para nuestra economía, como lo es un descenso de un 40% en la innovación en el mercado de Alimentación/Gran consumo desde 2010". Y, además, "no tendríamos a los agricultores y ganaderos protestando en las calles por una renta digna que no alcanzan".