La pensión pública que ha recibido cada jubilado este mes de mayo ha ascendido hasta los 1.375 euros. Es la cantidad más alta que los retirados del país han ingresado a lo largo de la historia, y supone un incremento sustancial si se echa la vista años atrás: en comparación con 2012, la subida ya es de un 50%. Mientras, los salarios de los españoles se están quedando muy por detrás, registrando un aumento medio de alrededor del 20% en el mismo periodo.

Y esa brecha entre pensiones y salarios continuará ensanchándose conforme la jubilación la generación del baby boom (los nacidos de mediados de los 50 a mediados de los 70) se retire del mercado de trabajo. Mientras, la pirámide poblacional sigue arrojando una pregunta clave: ¿podrán sostener estas prestaciones los dos trabajadores que hay hoy día por cada pensionista?

El importante crecimiento de las pensiones se explica por dos factores. Por un lado, por la revalorización que estas prestaciones vienen experimentando desde que se ligaron con la inflación (del 8,5% en enero, en línea con el IPC medio del año pasado). Por otro, porque estos ahora extrabajadores tuvieron empleos con mejores salarios que sus predecesores, lo que les llevó a llenar más la hucha de sus propias pensiones que sus abuelos, algo que seguirá sucediendo a lo largo de los próximos años.

La comparación con 2012 arroja las mismas cifras tanto si se tiene en cuenta las pensiones de jubilación como si se considera el conjunto de estas prestaciones (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares). En este caso, la pensión baja hasta los 1.195 euros mensuales, por lo que a final de año el conjunto de los pensionistas habrán recibido unos 17.000 euros de media. Si solo se tienen en cuenta los jubilados, estos percibirán más de 19.000 euros al año, muy por encima de las generaciones anteriores.

En 2012, los jubilados españoles recibían de media 936 euros al mes, es decir, casi 450 euros menos que ahora. Según las cifras de pensiones del mes de mayo, publicadas este viernes, ahora las mayores pensiones públicas las reciben los retirados de la minería del carbón, que ingresan 2.680 euros al mes, seguidos de los trabajadores del régimen del mar, con 1.525 euros. Mientras, los autónomos ingresan 915 euros al mes de pensión pública, y las viudas, 850 euros. En conjunto, son un 47% superiores a las de hace once años.

En cambio, los trabajadores están teniendo muchas dificultades para verse revalorizados con la inflación, por lo que están perdiendo poder adquisitivo. Aquí la falta de datos oficiales dificulta el análisis, puesto que no existe un registro de salarios como sí sucede con las pensiones. Por eso, se parte de la información de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística -la última que incluye información de salarios es de 2021- y los datos de subidas salariales pactadas para los convenios colectivos, de los que sí existen registros.

Según la citada encuesta, el salario medio en España era de 2.086 euros al mes brutos en 12 pagas en 2021, mientras que en 2012 era de 1.859 euros al mes. Asumiendo que todos los salarios han subido en la misma medida que lo han hecho aquellos ligados a convenios colectivos en 2022 y 2022 -y teniendo en cuenta las cifras de la Estadística de convenios del Ministerio de Trabajo, que apunta a un crecimiento medio del 2,78% y un 3,14%-, obtenemos que el salario medio español ahora estaría alrededor de los 2.212 euros al mes. La diferencia con 2012 sería de 350 euros anuales. En términos proporcionales, de un 19,6%.

La lucha por la subida salarial

Con el objetivo de evitar que la pérdida de poder adquisitivo que los trabajadores están sufriendo sea tan sangrante, los sindicatos mayoritarios y las organizaciones de empresarios más representativas han firmado este mes el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). En él se recoge que en los nuevos convenios se debería incluir una subida salarial del 4% para este 2023 y de un 3% más tanto en 2024 como en 2025, con una posible revisión de hasta un 1% más en caso de que el IPC medio quede por encima de esas cifras.

El año 2022 finalmente ha quedado fuera del acuerdo, por lo que no se recuperaría el poder adquisitivo perdido durante ese año de inflación récord a menos que los empleados así lo negocien con sus patrones. En cualquier caso, este pacto actúa tan solo a modo de recomendación para los negociadores de convenios colectivos, pero con él los sindicatos buscan que los salarios suban un mínimo.

El año pasado, que no había AENC en vigor puesto que el anterior ya había caducado, los trabajadores protegidos por convenios colectivos vieron cómo sus sueldos solo subían un 2,78%, frente a un IPC medio del 8,5%. Este año por el momento la cifra es algo superior, del 3,14%, aunque aún queda lejos del incremento de los precios. En el conjunto del año el Banco de España espera que la cesta de la compra se incremente un 3,7%, sustancialmente por debajo del pasado ejercicio pero aún muy por encima del valor "ideal", que según el Banco Central Europeo debe rondar el 2%.

Entonces, ¿conseguirán los trabajadores sostener tal nivel de pensiones? Esto es algo difícil de estimar por el momento. Las instituciones económicas que han analizado la reforma de las pensiones que precisamente busca hacer frente a este desequilibrio, como la Autoridad Fiscal Independiente, opinan que solo será posible incrementando de forma importante las cotizaciones sociales que los trabajadores aportan mes a mes a la Seguridad Social, puesto que las cuentas no les encajan.

En cambio, el Gobierno asegura que sus medidas de ingreso compensan las de gasto. Es decir, que las subidas de las cotizaciones sociales a todos los trabajadores -y especialmente a aquellos con salarios más altos-, más los desincentivos a la jubilación anticipada y los incentivos a las jubilaciones demoradas serán suficientes para cubrir el incremento del gasto que implicará la jubilación de la generación del baby boom y la revalorización de las pensiones con el IPC. La respuesta a quién lleva razón solo la dará el tiempo.