Economía

Las hipotecas fijas se encarecen más que las variables a pesar del euríbor cerca del 4%

Los préstamos fijos se han encarecido un 63% desde que comenzó la subida de tipos frente a un 44% las variables

Hace algo menos de un año la política monetaria de la Eurozona cambió radicalmente. El Banco Central Europeo (BCE) decidió subir los tipos en julio de 2022 por primera vez en 11 años para luchar contra la inflación. El organismo ha subido el precio del dinero en todas las reuniones que ha tenido desde aquella. La principal consecuencia es el encarecimiento del crédito. En las hipotecas ya se nota. Pero, al contrario de lo que se puede pensar, son las de tipo fijo las que más se han encarecido, por encima de las variables.

A la vez que el BCE ha subido los tipos, el euríbor, índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas a tipo variable, ha registrado un alza vertiginosa que le hace estar cerca del 4%, niveles de noviembre de 2008. Esta situación hace que todos los hipotecados a tipo variable estén viendo como suben las cuotas mensuales. Una subida que afecta a muchos españoles porque el 70% del crédito hipotecario vivo es variable. Sin embargo, las nuevas hipotecas se firman mayoritariamente a tipo fijo para evitar sorpresas con el euríbor.

Esto provoca que las entidades financieras hayan encarecido mucho más los préstamos hipotecarios a tipo fijo. Según los datos del mes de marzo del Instituto Nacional de Estadística (INE), las hipotecas a tipo fijo se han encarecido un 63% desde que comenzó la subida de tipos. Las hipotecas a tipo variable también han sufrido una fuerte subida, pero 18 puntos porcentuales menos, desde julio de 2022 estos préstamos se han encarecido un 44,6%.

El tipo de interés medio al inicio de la hipoteca se situó en marzo en el 2,99% de media para todas las hipotecas, niveles de 2017. Si se mira sólo las hipotecas fijas, este interés aumenta hasta el 3,15% frente al 1,93% de hace algo menos de un año (julio 2022). En el caso de las hipotecas a tipo variable, el interés medio al principio es del 2,72% frente al 1,88% de julio del año anterior. 

A pesar de que las hipotecas a tipo fijo siguen siendo más caras, el 63,9% eligen esta opción frente al 36,1% que firman a tipo variable. El principal motivo es porque prefieren tranquilidad a la hora de saber lo que van a pagar todos los meses. 

Otra de las consecuencias de la subida de tipos es que se firmen menos créditos e hipotecas y eso también se está reflejando en España. Además, ya lo constataron los bancos. Según los datos del INE, el número de hipotecas constituidas sobre viviendas fue en marzo de 36.182, un 15,7% menos que en marzo de 2022. El importe medio es de 142.663 euros, con una disminución del 1,5%.

Estos datos coinciden con la Encuesta de Préstamos Bancarios del Banco de España del primer trimestre. Según los resultados, los bancos continuaron endureciendo los criterios de concesión de crédito en el primer trimestre del año. «Los criterios de concesión de préstamos y, especialmente, las condiciones generales aplicadas a los nuevos préstamos se habrían endurecido de forma generalizada por cuarto trimestre consecutivo», asegura el organismo.

En el caso de los criterios de concesión, el endurecimiento en la financiación a los hogares ha sido más intenso de lo esperado. La disminución de la oferta de crédito respondería al aumento de los riesgos percibidos por las entidades financieras y a una menor tolerancia a los mismos, vinculada, fundamentalmente, al deterioro de las perspectivas macroeconómicas y de la solvencia de los prestatarios, así como al incremento de sus costes de financiación. En línea con esta evolución de la oferta, el porcentaje de solicitudes rechazadas aumentó en todas las modalidades.

Las entidades financieras ya anticiparon hace tres meses una evolución descendente de las solicitudes, aunque las previsiones eran menos pesimistas de lo que ahora han reflejado los resultados para el primer trimestre del año, salvo en el caso del crédito a hogares para consumo y otros fines, donde los resultados han coincidido con las expectativas negativas manifestadas entonces. El descenso de las peticiones de fondos por parte de las empresas se explicaría principalmente por el aumento de los costes de financiación y por las menores inversiones. En el caso de los hogares, influiría también la menor confianza de los consumidores.

Para el segundo trimestre de 2023, las entidades financieras encuestadas esperan que se produzca, de nuevo, una reducción generalizada de la oferta, aunque más moderada que la del primer trimestre, y un descenso de la demanda de crédito, que sería también de menor intensidad que el registrado durante los tres primeros meses del año.

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