Economía

Por qué Zara abrirá una plataforma para la venta de prendas de segunda mano

El grupo Inditex eligió Reino Unido para lanzar esta opción que llegará a España en la segunda mitad de este año

Varias personas esperan para entrar en la nueva macrotienda de Zara en el Boulevard Austria de València

Varias personas esperan para entrar en la nueva macrotienda de Zara en el Boulevard Austria de València en una imagen de archivo. Rober Solsona / Europa Press

Zara Pre-Owned estará online en España antes de que acabe el año. Es uno de los pilares de la estrategia de la marca insignia del grupo Inditex para que sus prendas tengan una mayor vida útil. Además de la plataforma para la compraventa de ropa usada entre particulares, Zara ofrecerá la posibilidad de reparar prendas y también la de donar aquellas que ya no se usen a Cáritas, con quien la compañía tiene un acuerdo de colaboración.

Inditex enmarca esta apertura en su estrategia de sostenibilidad. Sin embargo, expertas en el sector de la moda y la sostenibilidad ven un factor económico y de tendencia global en esta decisión de la compañía, así como la voluntad del grupo de crear una “cultura” de ropa de segunda mano que en países como Reino Unido está más extendida. De hecho, este fue uno de los motivos que llevó a Zara a probar su plataforma allí. 

Se desconoce si el funcionamiento de la plataforma será el mismo en España, pero en Reino Unido, Zara cobra al comprador 3,95 libras por compra como gastos de envío. Además, cobra una tarifa fija de 1 libra y el 5% del precio de compra del total de los artículos que haya en la cesta. La marca no limita los precios que se pueden poner a los productos que se suban a la plataforma, es decir, se pueden encontrar prendas con un precio más elevado que el que tenían en la tienda originalmente.

Zara cobra 3,95 libras por compra como gastos de envío, una tarifa fija de 1 libra y el 5% del precio de compra del total de los artículos"

Teresa Sádaba, directora de ISEM Fashion Business School, la escuela de negocios especializada en empresas de moda, explica que detrás de la estrategia de Inditex está también esa “conciencia de que hay que generar una cultura porque, en España, la moda de segunda mano no ha tenido buena prensa. Toda la legislación y estudios empujan hacia esto”.

En la misma línea se expresa Bianca Fuentes, estilista y fundadora de Estilismo Consciente. "Existe un cierto interés por la moda sostenible así que puede ayudar a desvincular su imagen del fast fashion y adaptarse a las demandas de un público nuevo ahora que la UE va a legislar términos y estrategias de greenwashing", describe. Por otra parte, destaca el factor económico, en un escenario inflacionista "siguen manteniendo el público que quiere acceder a prendas económicas" en un momento en el que "los precios de las prendas han aumentado".

Un dependiente coloca prendas de ropa en la tienda de Zara en la Plaza de España en Madrid. Cézaro De Luca / Europa Press

Fuentes cree que la decisión de Zara puede llegar a ser perjudicial para el medioambiente, en lugar de contribuir a reducir su huella. "Se da el mensaje de que no existe daño medioambiental al comprar y revender ropa de segunda mano, pero en todo consumo existe una huella (transporte, limpieza, espacio en almacenes, tiendas, etiquetados, devoluciones...) con esto aún se crea menor fricción de compra al disipar las dudas si comprar algo, ya que si te arrepientes lo puedes devolver o revender, por lo que el bucle de comprar y vender es más rápido y más frecuente. En lugar de depurar tu armario vendes para volver a comprar", justifica.

Competidores

El crecimiento de las compraventas de ropa de segunda mano es exponencial y global. Según el informe anual de ThredUP, una plataforma estadounidense de venta de prendas de segunda mano, en 2027 se alcanzarán los 350.000 millones de dólares en ventas. “Estamos en una trayectoria prometedora”, afirma su consejero delegado, James Reinhart. De hecho, según el mismo estudio, el mercado de las prendas usadas crecerá tres veces más rápido de lo que lo harán las ventas de ropa nueva.

Fuentes añade que "en el momento actual la segunda mano se ha convertido en una opción de consumo más global y aceptada, algo que se ha validado por otras marcas y proyectos, y es compatible dentro del consumo actual".

Aunque Zara es un líder mundial no es pionero en este mercado. Un estudio de Boston Consulting Group (BCG) apunta que empresas como Lululemon, Cos e Isabel Marant han empezado a ofrecer esta posibilidad. Otro caso es el de H&M, que optó por comprar una plataforma de venta de prendas, en lugar de desarrollarla a través de su infraestructura. Iniciativas como la de Zara pueden enriquecer los datos que la compañía tiene de sus clientes, según BCG, “pueden utilizar tendencias que se observan online e ir un paso por delante en un juego cambiante”, explican.

Sádaba apunta que “Zara va a entrar en un mercado en el que no estaba y en el que los competidores son otros. Hay competidores de nicho, en otros países está más centrado en la moda infantil… habrá que ver con quién compiten”. Sobre si Zara Pre-Owned nace para hacer frente a Percentil, Vinted, Micolet u otras plataformas de venta de ropa de segunda mano entre particulares, la directora de ISEM opina que ha llegado un momento en el que “si no lo hacen ellos, lo hacen por ellos”. De hecho, basta con realizar algunas búsquedas en Vinted para corroborar la cantidad de prendas de Zara que están a la venta en la plataforma.

La plataforma de compraventa 'online' de ropa y accesorios de segunda mano de Zara en Reino Unido.

No obstante, destaca que la marca española cuenta con una ventaja “y es su presencia física e internacional, son percibidos como un intermediario fiable”. Por otra parte, cree que Zara tiene la oportunidad de “cuidar el producto y darle otro valor”. Aunque el buque insignia de Inditex sólo va a actuar como intermediario entre los particulares, sí ofrece imágenes de los productos, así como la información detallada de cada uno de ellos, que se complementa con la descripción y las imágenes que puede subir el vendedor. El resultado, que se puede ver en su plataforma británica, es mucho más estético y cuidado que en plataformas como Vinted.

En el lado contrario está Vestiaire Collective, otra plataforma dedicada a la misma actividad, que como explica la fundadora de Estilismo Consciente, "ha decidido dejar de vender marcas como Zara para poder garantizar cierta calidad y durabilidad de la prenda, enfocándose en el prémium y lujo". Fuentes cree que las plataformas mencionadas no son "una competencia real a nivel económico" pero señala que "el modelo fast fashion sí se caracteriza por intentar dejar poco espacio de mercado a otras propuestas".

Precio vs. sostenibilidad

El movimiento Fridays for Future es un buen ejemplo de que es la generación Z la que lidera el debate sobre la crisis climática y el cuidado del medioambiente. Por esta razón, no es de extrañar que en la moda de segunda mano tengan un papel relevante. Sin embargo, Inditex ha elegido a Zara y no a otras marcas más enfocadas a esta generación, como pueden ser Bershka o Pull&Bear. El motivo que ve Sádaba es que “el engranaje de Zara es el motor, suele ser el pionero, no es tanto un elemento generacional”. De hecho, la compañía ha esperado seis meses entre el lanzamiento de la plataforma en Reino Unido y el anuncio en España para tener preparada toda la logística que requiere un proyecto como este.

Por otra parte, pese a esa conciencia medioambiental, los motivos que aducen los compradores de prendas de segunda mano no siempre están liderados por ella. Según el informe de ThredUp, el valor, la selección, la comodidad y la transparencia son las razones principales para comprar ropa usada, según los consumidores consultados. 

El precio que se está dispuesto a pagar por una prenda de segunda mano es el mayor de sus reclamos"

bianca fuentes, creadora de estilismo consciente

En el caso de nuestro país, y según los resultados de un estudio elaborado por Oney, “las motivaciones de los consumidores españoles para realizar este tipo de compras son, en este orden, el acceso a un producto de mayor calidad del que se hubieran podido permitir si fuera nuevo (87%), el menor precio (85%) y, en tercer lugar, ser partícipes de un comportamiento responsable con el medio ambiente (82%)”.

En palabras de Bianca Fuentes, "el precio que se está dispuesto a pagar por una prenda de segunda mano es el mayor de sus reclamos, por encima de la sostenibilidad que es un beneficio casi colateral. Entonces, sí, interesa la sostenibilidad, pero la gran mayoría de los consumidores no están dispuestos a que les condicione una compra, de ahí que el greenwashing de las marcas que han causado gran parte del problema y el cierre de firmas y proyectos verdaderamente éticos, sea un fenómeno parejo". 

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