El líder de Vox, Santiago Abascal, en Ceuta.
Pablo Casado se ve fuerte. El PP avanza con viento de cola en los sondeos a nivel nacional por primera vez en tres años impulsado por el 'efecto Ayuso' y por el desgaste político que viene experimentando el Gobierno central, especialmente a raíz de los pésimos resultados que cosechó el PSOE el 4-M. Si Pedro Sánchez cumple su promesa de agotar la legislatura, aún quedarían prácticamente dos años para celebrar unas elecciones generales, pero la sede de Génova rezuma optimismo.
En pocas semanas, los populares han conseguido desactivar a Ciudadanos y orillar a Vox. Y en el PP achacan precisamente a esta circunstancia el "nerviosismo" que atisban en la formación que dirige Santiago Abascal en las últimas semanas, cuyo dirigente ha llegado incluso a amenazar con retirar su apoyo a Juanma Moreno -el barón popular gobierna junto a Ciudadanos y con los votos externos de Vox- si éste no da marcha atrás en la acogida de 13 menores migrantes procedentes de Ceuta, en mitad de la ingente crisis migratoria que azota a la ciudad autónoma.
En las filas del principal partido de la oposición no hay un sólo atisbo de preocupación ante el órdago de Vox. No es una cuestión que quite el sueño a nadie en la formación. La "tranquilidad absoluta" y la "seguridad" en que los de Santiago Abascal no dejarán caer al Gobierno de Moreno pese a sus advertencias es tal que, incluso, retan a sus rivales políticos a presentar una moción en Andalucía. "Que se atrevan a hacerlo", comenta un dirigente próximo al presidente popular. "Están completamente atrapados. Si se arriesgan a hacerlo por acoger a trece niños, ya pueden ir cerrando el chiringuito", pronostica.
"¡Que lo hagan!", arenga otro importante cargo popular por una circunscripción andaluza. "¿Cómo se lo van a explicar a sus votantes?", cuestiona, esbozando incluso el escenario de que una acción de estas características por parte de Vox podría incluso reforzar a Juanma Moreno en Andalucía y a Pablo Casado a nivel nacional ante una hipotética "traición" por parte de sus socios. Incluso, apunta, la nueva estrategia discursiva de Vox "nos beneficia en conjunto" por la recién inaugurada estrategia que mira al centro político, alejada de los extremos y del "populismo" que, a juicio del PP, representa Vox. "Debemos construir una alternativa sólida en el centroderecha. Con esta guerra absurda, sólo blindan a su electorado más fiel, pero seguirán perdiendo votos", analiza la mencionada fuente.
El testigo lo recogen en la dirección de Génova, que suscriben la tesis de que presentar una moción de censura en Andalucía puede suponer la "tumba política" de Vox y vinculan la "pataleta" con la cuestión migratoria a la preocupación por lo que muestran las encuestas, tanto externas como internas, que "ellos también tienen". En ellas, trasladan fuentes del partido, los populares no sólo han abarcado "totalmente" a los votantes de Cs y a los moderados del PSOE, sino que "también comienzan a venir de Vox". Esta circunstancia, apuntan, es lo que ha llevado a los de Abascal a "radicalizarse" en los últimos días, con la crisis migratoria como filón para tratar de desmarcarse del PP.
No es la primera vez que Vox amenaza al PP con retirar su apoyo allí donde sustenta gobiernos azules. Aunque este, reconocen las fuentes consultadas, ha sido quizá el aviso más contundente. El anuncio lo hizo la pasada semana el portavoz parlamentario de Vox en Andalucía, Manuel Gavira, cuando la tensión entre Madrid y Rabat por la crisis diplomática y humanitaria había llegado a la cúspide. "En este momento, el Gobierno de Andalucía es absolutamente frágil", advertía el dirigente, tras insistir en que la formación no apoyará ninguna iniciativa -tampoco los Presupuestos de 2022- si no se negaba a acoger a los jóvenes inmigrantes.
"El Gobierno de PP y Ciudadanos en Andalucía han traicionado nuestros compromisos y nuestros acuerdos", suscribía este lunes Jorge Buxadé, portavoz del Comité de Acción Política de Vox. Y la respuesta del partido de Santiago Abascal a la decisión de Moreno de no dar marcha atrás en la "obligación" de "proteger" tanto a los menores migrantes como el propio bienestar de Ceuta ha sido, de momento, la de pedir por activa y por pasiva al Gobierno de la Junta que pulse el botón de adelanto electoral en Andalucía porque, a partir de ahora, gobernará "en minoría". "Tiene que convocar elecciones. Es la única forma de garantizar que el Parlamento represente la voluntad real de los ciudadanos", subrayaba Buxadé, que insistía en llevar hasta el final este órdago contra el PP, convertido en "cómplice" del "secuestro" de niños "que deben ser devueltos de forma urgente con sus padres". La moción, al menos de momento, es una vía intransitable para Vox, conscientes de que necesitarían un pacto con el PSOE para llevarla a cabo.
Preguntados sobre cómo volverán a llevar las aguas a su cauce, fuentes del PP confían en que todo volverá a la normalidad con el paso del tiempo, y no descartan algún tipo de concesión por parte de Juanma Moreno a sus socios de investidura para garantizar estabilidad gubernamental en lo que resta de legislatura durante la negociación de las próximas cuentas públicas. El adelanto electoral, según ha ratificado el barón popular, no es un escenario que contemple, aunque Génova sí dejase abierta hace unas semanas esa puerta. Su intención es agotar la legislatura hasta 2022, a pesar de los obstáculos que plantee Vox por el camino y del evidente desgaste de la alianza de las 'tres derechas' en territorio andaluz. Con todo, los populares seguirán respirando tranquilos. "El problema que tiene Vox es que su electorado no le permite ninguna aventura. Están condenados a hacer un poco de ruido, agachar la cabeza, y pactar", sentencian en el PP.