España

El PP no negociará el nombre del presidente del CGPJ para que lo elijan los consejeros

El calendario para la renovación del resto de los órganos constitucionales se complica por la tramitación presupuestaria

El presidente del CGPJ y del Supremo, Carlos Lesmes, con el líder del PP, Pablo Casado la pasada semana en Yuste (Cáceres) Europa Press

Iniciadas las negociaciones para la renovación del Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo y la Agencia de Protección de datos, cuyos nombres está previsto que se conozcan a no mucho tardar, se abre la puerta para intentar desbloquear el CGPJ, el nudo gordiano de los órganos constitucionales. Aunque nadie se atreve a hacer apuestas sobre el futuro de unas conversaciones que, al menos que se sepa, se han frustrado tres veces, el PP tiene previsto incorporar un cambio significativo, esto es, no negociar, llegado el caso, el nombre de quién ocupará la presidencia del órgano de gobierno de los jueces y, por tanto, del Supremo.

En puridad, al presidente lo deben elegir los miembros del CGPJ una vez elegidos, pero tradicionalmente ha formado parte de la negociación entre los dos grandes partidos, PSOE y PP. En este caso desde Génova señalan que "por coherencia" no pueden llevar un nombre ya cocinado. "Si pedimos una reforma en el sistema de elección de los miembros del Consejo para que sean los jueces los que los elijan, sería incoherente que les hurtemos a los consejeros el derecho a elegir a su propio presidente", dicen fuentes populares a El Independiente.

De hecho, ese fue el motivo por el que se abortó el primer acuerdo entre los partidos mayoritarios en noviembre de 2018. Se negoció el nombre de Manuel Marchena para presidir el CGPJ , pero su nombre se acabó filtrándose a la prensa en una maniobra que el PP atribuyó a la que era ministra de Justicia, María Dolores Delgado, y que ella niega en redondo.

Renuncia de Marchena

Cuando se conoció días después el whatsapp que retuiteó el entonces portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, respecto a que Génova pasaría a controlar la Sala segunda "desde atrás" con el escándalo posterior que ello produjo, Marchena quedó a la intemperie y rechazó presidir ambos órganos.

"Jamás he concebido el ejercicio de la función jurisdiccional como un instrumento al servicio de una u otra opción política para controlar el desenlace de un proceso penal", dijo el que sería el presidente del tribunal que juzgo el procés independentista. "Mi trayectoria ha estado siempre presidida por la independencia como presupuesto de legitimidad de cualquier decisión jurisdiccional", añadió entonces, aunque su nombre volvió a salir en posteriores negociaciones tal y como adelantó este medio.

Todo aquello dio al traste con una renovación que ya estaba hecha y que dos años después sigue pendiente por el bloqueo del PP, que insiste en que se negocie conjuntamente una reforma en el sistema de elección de los miembros del Consejo. La fórmula que proponen es renovar el CGPJ y, a tiempo, presentar una reforma de artículo único en el Congreso de los Diputados.

Génova asegura no fiarse de un compromiso a largo plazo de Pedro Sánchez, quien, por su parte, ha mostrado más de una vez su rechazo a modificar el actual sistema de elección, algo que reclama la Comisión Europea que también aboga porque se acometa la renovación cuanto antes. Una de cal y otra de arena que socialistas y populares interpretan cada uno conforme a sus tesis. Sí asume el PP que la renovación pendiente sólo se puede hacer con el actual modelo, pero insisten en su cambio futuro.

El calendario para la renovación del resto de los órganos constitucionales se complica

Por otro lado, el calendario para la renovación del resto de los órganos constitucionales se complica. En principio estaba previsto que todo ese paquete pasara por el pleno del Congreso en la semana del día 25, pero se ha metido por medio la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, que disfruta de prioridad. Esa semana tienen que comparecer todos los ministros en comisión para explicar las cuentas de cada uno de sus departamentos, para que los días 3 y 4 de noviembre pueda celebrarse el debate de totalidad.

Caber recordar que las personas que resulten elegidas para la renovación del Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo y la Agencia de Protección de datos también tienen que comparecer antes de su elección en sus respectivas comisiones. En definitiva, "podrían encajarse todas las comparecencias en la misma semana y convocar un pleno extraordinario para la renovación, todo es posible, sí", pero de una enorme complejidad para los trabajos de la Cámara, dicen fuentes socialistas.

La intención es llevarlo cuanto antes al Parlamento, subrayan los mismos medios, pero también dependerá de que los negociadores lleguen a buen puerto. De "Super Bolaños" (Zapatero, dixit) y de Teodoro García Egea, depende.

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