El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha insistido este lunes en que "todo" su equipo actúa en conjunto para encarar la reforma laboral, después de que el viernes Podemos denunciase la injerencia de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en dicha reforma que hasta ahora ha liderado la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

"Estas transformaciones deben hacerse con el mayor de los consensos", ha asegurado Sánchez. "Todo el Gobierno está comprometido en abordar la modernización del mercado laboral", ha afirmado. Este mismo lunes, Díaz ha pedido a "la otra parte del Gobierno" que "se aclare" con la reforma laboral.

"Una legislación así, con vocación de perdurar, se hará en España como se hace en Europa, con diálogo social y con vocación de consenso", ha recalcado el presidente al clausurar el foro Monitoring the recovery: beyond GDP, en el que ha estado presente el comisario de Economía de la Comisión Europea, Paolo Gentiloni.

Sánchez ya salió en defensa de Calviño el mismo viernes. En una rueda de prensa desde Bruselas, rechazó contestar a quién debía estar al frente de la negociación de la reforma laboral, remarcando que un cambio legislativo de tal volumen afecta, como mínimo, a cinco ministerios, y que todos debían aportar.

A la vez, el presidente ha defendido las últimas medidas de su Gobierno, de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) ("las subidas del SMI no implican ni mucho menos pérdidas de empleo", ha asegurado) a la reforma de las pensiones, la ley rider, la ley de cambio climático o, la creación de un registro salarial obligatorio para las empresas que combata la brecha de género.

Más allá del PIB

La necesidad de contar con indicadores económicos más allá del PIB ha sido el punto central del debate que ha clausurado Sánchez, en el que han participado la vicepresidenta primera y ministra Nadia Calviño; el premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz; el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann; el comisario de Economía de la Comisión Europea, Paolo Gentiloni y la economista jefe del Banco Mundial, Carmen Reinhart.

Juntos han abordado la necesidad de actualizar las herramientas analíticas y desarrollar indicadores más allá del PIB para valorar "adecuadamente" el crecimiento potencial de los países y tomar, en base a esto, las "mejores decisiones" de política económica.

"Nuestra concepción del bienestar y la prosperidad está evolucionando y es necesario actualizar nuestras herramientas analíticas para tener en cuentas diferentes variables y calibrar adecuadamente el crecimiento potencial y la resiliencia de una economía", ha apuntado la vicepresidenta.

Sánchez, al igual que el resto de ponentes, la ha apoyado señalando las deficiencias del indicador: "Siendo el PIB una variable, sin lugar a duda, fundamental, no tiene la capacidad de reflejar aspectos esenciales como la sostenibilidad medioambiental y otros factores que determinan el bienestar del país", ha expresado.

En conjunto, han abogado por desarrollar indicadores y métricas "preparados para el futuro" que reflejen los desafíos actuales y las prioridades políticas y que capten la esencia de un crecimiento inclusivo y sostenible para tomar las "mejores decisiones" a nivel nacional, europeo y mundial. Calviño, además, ha asegurado que desde el Ejecutivo están "muy interesados" en tener un papel determinante en este diseño de nuevos indicadores.