España

Primera crisis interna

Vox fía al triunfo de Meloni en Italia la solución para enterrar el debate sobre Olona

Sectores de la formación de Santiago Abascal entienden que una victoria de la candidata de Hermanos de Italia permitirá sosegar el cisma con Olona, reivindicar las políticas compartidas y volver a centrar la atención en la agenda

El presidente de Vox, Santiago Abascal

El presidente de Vox, Santiago Abascal EP

Este domingo el partido más a la derecha del espectro político italiano se somete a su gran prueba de fuego: la convocatoria anticipada de elecciones legislativas tras una convulsa experiencia de gobierno de concentración a cargo de Mario Draghi. De cara a esos comicios, y así lo fijan la gran mayoría de encuestas, parte como favorita Giorgia Meloni, la presidenta del partido nacionalista-conservador Fratelli d'Italia (FdI) -Hermanos de Italia, en castellano-. Ante la posibilidad que la homóloga de Vox y presidenta de su familia europea -el Grupo de los Reformistas y Conservadores Europeos (ECR)- toquen poder por primera vez y se unan al club de dirigentes referentes para el partido español, junto a Viktor Orbán en Hungría o Mateusz Morawiecki en Polonia, los de Santiago Abascal estarán muy pendientes.

En la formación son conscientes de que la victoria de la candidata italiana puede repercutir positivamente en su estrategia nacional a las puertas del ciclo electoral de 2023; primero en los comicios municipales y autonómicos de mayo y, más tarde, en las generales cuya fecha deberá fijar el Ejecutivo en los meses posteriores. Y, sobre todo, como destacan fuentes parlamentarias del partido, para salir de la espiral en la que se encuentran sumergidos por el 'caso Olona', que ha abierto el primer cisma interno, en apariencia, dentro del grupo. Y es que, desde que la exparlamentaria andaluza ha retornado a la esfera pública, cualquier comparecencia de Vox acaba ensombrecida por la figura ausente de la antigua portavoz adjunta en el Congreso de los Diputados, que parece controlar los tiempos.

La propia líder italiana ha dicho que espera que su triunfo "marque el camino para Vox" hacia la victoria en este año electoral que se abrirá en unos meses. Y en ello se agarran sectores de la formación, al menos para no perder el hilo competitivo con el Partido Popular (PP), que durante su interparlamentaria de Toledo se congratulaba de las divisiones internas de la marca. Desde el PP han llegado a comparar la cuestión de Macarena Olona con la marcha de Íñigo Errejón de Podemos durante el mandato del exsecretario general morado Pablo Iglesias. También, los populares han considerado que el "cisma" interno les da vía libre para dedicarse en el centro con una estrategia moderada y de gestión. "Bienvenidos a la política orgánica real", les trasladó durante la rueda de prensa posterior al comité de dirección el coordinador general Elías Bendodo. Sin embargo, en el PP prefieren no abordar la cuestión públicamente.

El PP evita comentar en público la situación de Vox, pero cree que por ello tiene vía libre para primar una política de centro

Las mismas fuentes parlamentarias consultadas del partido de Abascal trasladan que, a priori, y pese a parecer que la victoria de Meloni, la Liga y Forza Italia pueden no suponer un aliciente para el público general ni un efecto directo, si puede permitir al grupo hablar de la cuestión y primar el triunfo de las políticas que comparten con la candidata en Italia -tal y como quedó patente por su intervención en Marbella en el marco de la campaña electoral andaluza-. En definitiva, poner en el foco lo político y restar relevancia a los asuntos internos. Sobre esa cuestión, fuentes nacionales no han querido postularse al respecto.

Rechazan profundizar en el "culebrón"

En su comparecencia semanal en el Congreso, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha definido la situación entre el partido y Olona, y el respectivo interés mediático, como el "culebrón" político posterior del verano. Y por ello, pese al "enorme cariño" que su exadjunta en la cámara baja y exsecretaria general del grupo parlamentario le genera, se niega a seguir "alimentando" una cuestión en la que cree que ya se ha dicho todo lo que había que decirse. Tampoco quiso referirse al asunto el lunes la sustituta de Olona en las Cortes, Inés Cañizares, que desde la sede nacional comunicaba la posición fijada por el partido para este asunto. "Nos alegramos por su pronta recuperación. Ya nos contará si ha decidido continuar su labor como defensora del Estado (...) o quiere volver a la política y afiliarse de nuevo a Vox", indicó.

Sobre esas declaraciones se ha reiterado el propio Abascal durante la conferencia de Liderazgo y compromiso político con España impartida en la Universidad San Pablo CEU en la que ha participado este lunes. En ese sentido, el presidente de Vox ha querido zanjar el debate que atosiga a la formación desde finales de agosto y ha empañado su agenda política, algo relevante dado las diversas convocatorias electorales a las que concurrirá. "No hay nada más que añadir", ha señalado Abascal incidiendo en que la piedra está en el tejado de Olona, que es quien debe ratificar si su deseo es volver o continuar con su proyecto de vida en el ámbito privado.

Vox y Olona son conscientes de que una 'escisión' puede dividir el voto y provocar una fuga considerable al PP

El 'número uno' de Vox se ha referido así a la citación que Olona le ha pedido en este mes de septiembre para abordar la cuestión y decidir si "caminar juntos" tras unas semanas con sugerencias e inconcreciones a través de las redes sociales. Además tras varias enmiendas a las declaraciones de la actual cúpula, como la hecha al propio Abascal a cuenta de su militancia. Por un lado, el político vasco y sus compañeros han reiterado que Olona ya no forma parte de Vox al ser una incompatibilidad con el funcionariado público pertenecer a un partido. No obstante, la propia exdirigente, sin matizar si sigue o no en Vox, ha refutado esas afirmaciones: "no es incompatible ser abogada del Estado e pertenecer a un partido, es algo del ámbito privado".

Lo que es patente es que si Olona decide iniciar un proyecto por su cuenta y provocar una 'escisión' al ala derecha del PP, el coste electoral puede ser de un alto grado para Vox. Y, en última instancia, provocar una fuga de sufragios hacia el denominado 'voto útil' por el que abogan los populares de Alberto Núñez Feijóo. En ello, deberán pilotar durante su encuentro en los próximos días. Según Olona, llamará a Abascal el próximo viernes, después de su participación en una charla en la Universidad de Murcia.

Retomar la agenda

Si bien es cierto que la agenda de Vox sigue en marcha, al partido está costándole arrancar el curso y colocar sus propuestas entre la opinión pública, que solo percibe la existencia de un debate interno en las filas. Todo pese a anuncios tan relevantes como el recurso que este mes llevarán ante el Tribunal Constitucional (TC) para que el decreto de medidas energéticas convalidado a finales del mes pasado. O compromisos hechos a los votantes, como llevar su propuesta de reforma del Código Penal para "garantizar la legítima defensa" en los hogares ante posibles asaltos o robos; algo que ha hecho este martes en el hemiciclo para su 'toma en consideración'.

De acordar un 'armisticio' con Olona, la dirección nacional podría llegar fortalecida a sus próximos compromisos a esfera nacional e internacional. Son ejemplos la celebración de la segunda edición de VIVA -un gran acto político del partido para reunir filas y sellar la hoja de ruta anual- en el complejo madrileño de Ifema el fin de semana del 8 y 9 de octubre. Allí, junto a la compañía de la propia Meloni, Abascal presentará su nuevo documento programático: España Decide. Asimismo, la cumbre Iberoamericana del ECR que Vox acogerá en Madrid el 11 de octubre, en la víspera de la fiesta nacional y para sellar lazos con homólogos de aquellos países de habla hispana.

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