El candidato de JxCat a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trías, ejerce su derecho al voto en el Mercado de Galvany, este domingo, en Barcelona.
Xavier Trias está a un paso de ganar el Ayuntamiento de Barcelona. El candidato de JxCat obtiene 11 regidores con el 85% escrutado, frente a los 10 del socialista Jaume Collboni y 9 regidores para la actual alcadesa, Ada Colau. Trias lidera el escrutinio con un 21%, frente al 20,3% del PSC y el 19,6% de Colau, en una carrera muy igualada, que ha empezado ganando el socialista.
Resultados municipales en Barcelona
"Quien nos iba a decir hace seis meses que estaríamos aquí" apuntaba Trias la noche de este domingo, con la victoria ya confirmada en Barcelona. "Nos queda mucho trabajo por hacer" añadía dando por sentado que será el próximo alcalde de Barcelona. La euforia en la sede de JxCat contrastaba con la tardanza de los socialistas en comparecer en la sede del PSC, pese a las victorias del partido en el resto de Cataluña.
Jaume Collboni no compareció hasta que no se hubo completado el escrutinio, que le situó segundo por poco más de un centenar de votos sobre Colau. Cuando lo hizo fue para reivindicar su segundo lugar y reclamar un pacto de gobierno en Barcelona.
Tras "felicitar a Trias por los buenos resultados de JxCat" Collboni señaló que "Barcelona ha votado iniciar una nueva etapa y ha votado progresista". "Tenemos oportunidad y deber de abrir una nueva etapa de progreso y estabilidad" añadía el socialista "y el PSC no renuncia a nada".
El republicano Ernest Maragall, ganador hace cuatro años, quedará relegado a la cuarta posición con 5 ediles, la mitad que en 2019. El PP, con 4 regidores, y Vox con 3, completan un arco tremendamente fracturado en el que la alcaldía dependerá de los pactos.
El popular Daniel Sirera destacaba tras la noche electoral que "el PP vuelve" recordando que "no era fácil" doblar la representación obtenida hace cuatro años, dada la fragmentación del voto constitucionalista. "Nos quedamos con un regidor menos que ERC, aquí hay un cambio de tendencia".
Pendientes de los pactos
El resultado de Barcelona deja la alcaldía a merced de los pactos pos-electorales, pero no permitirá a Pedro Sánchez exhibir uno de los triunfos más anhelados en estos comicios, la victoria en la capital catalana, donde este viernes cerró campaña.
Trias podría alcanzar la mayoría absoluta con el PSC con un gobierno de práctica igualdad entre socialistas y posconvergentes. Pero sería un acuerdo de difícil digestión para los socialistas, obligados a hacer alcalde al candidato de Carles Puigdemont, como ha repetido Collboni durante la campaña.
La otra alternativa, buscar el concurso de Ada Colau para hacer a Collboni alcalde, pasaría por contar con el apoyo para la investidura del popular Daniel Sirera. Un acuerdo de difícil digestión para Colau, y muy complejo también para PSOE y PP a unos meses de las elecciones generales. Por último, Trias puede ser alcalde en solitario en segunda vuelta, aunque esto configuraría el gobierno municipal más débil de la historia democrática en Cataluña.
En 2019 Ernest Maragall le dio la victoria a ERC en Barcelona con un 21,3% de los votos y 10 regidores, los mismos que Ada Colau, que se quedó con apenas 5.000 votos menos. Los socialistas, que duplicaron su representación con 8 regidores, fueron los muñidores del pacto a tres bandas con Manuel Valls que permitió a Colau revalidar la alcaldía.
Baja la participación
La participación ha sido menor que la registrada hace cuatro años, en unas elecciones que llegaron en Cataluña en plena resaca del procés. Un 60% de los barceloneses ha acudido a las urnas este domingo, seis puntos menos que hace cuatro años, lo que explica en parte la entrada de Vox.
Los sondeos dejan fuera del consistorio a Cs y Valents, los dos grupos herederos de Manuel Valls, que en 2019 fue cuarta fuerza con un 14% de los votos. Una de las claves de esta noche será conocer quién se queda con los casi 100.000 votos de Manuel Valls.
El PP se quedó hace cuatro años al borde del precipicio, con un 5% de los votos y dos regidores. La CUP, que había entrado en 2015 en el consistorio, perdió su representación con un 3,9%, mientras Vox se quedó muy lejos de la representación municipal, con un 1% de los sufragios.
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