"Tiene un perfil muy... muy Juan García-Gallardo", aseguraban fuentes nacionales de Vox a finales del año pasado, cuando comenzaba la cascada progresiva de anuncio de cabezas de lista para las elecciones municipales y autonómicas del pasado domingo. Así definían al candidato regional por La Rioja de Vox Ángel Alda. En este caso por el prototipo, las formas, su juventud... una relación identificativa más estética que otra cosa. Al que se añaden similitudes como que ambos son licenciados en Derecho y abogados de profesión, tienen 32 años y nunca antes habían desempeñado cargos políticos. Su designación se tejió por un mensaje directo en redes sociales a Santiago Abascal remarcando el compromiso por las siglas que, sin embargo, nunca tuvo respuesta pero fue correspondido por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) con su elección en diciembre.

La única diferencia que distingue al viejo del 'nuevo' García-Gallardo, es que el riojano no podrá condicionar al PP y ocupar la vicepresidencia. Frente a Alfonso Fernández Mañueco, Gonzalo Capellán ha logrado la mayoría absoluta en La Rioja. Junto con Cantabria, por las facilidades que ofrece el PRC de Miguel Ángel Revilla para la investidura, serán las únicas comunidades en el que el PP podrá gobernar con 'facilidades' los próximos cuatro años.

A Alda se une el representante aragonés Alejandro Nolasco, también de los noventa y graduado en Derecho. Aunque en general no hay otras personalidades parecidas a 'García Gallardo', éstas si comparten con él tres características. La primera es haber sido candidato por Vox a sus respectivas comunidades, la segunda haber quedado en tercera posición por detrás del PSOE [en el caso de Murcia y la Comunidad Valenciana el porcentaje es similar, algo más de un 17,5%] y en tercer lugar, se posicionan como determinantes para materializar el vuelco a la derecha producido el domingo pasado. Feijóo ya ha pedido a Vox que si quieren cambio, apoyen a la lista que ha ganado las elecciones. La respuesta del partido, en palabras del portavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros, es que si lo quieren, deben sentarse a negociar. Bambú supervisará las negociaciones regionales. Estos son los aspirantes que buscan condicionar y los escenarios que se presentan. No hay ninguna mujer:

José Ángel Antelo - Región de Murcia

El candidato de Vox en la Región de Murcia y presidente del partido, José Ángel Antelo. EFE

Santiago de Compostela, 1987. Exjugador de baloncesto en equipos como el Real Madrid o la UCAM Murcia en la ACB, y presidente de Vox en Murcia desde 2020. Tras su retirada, marcada por las lesiones, entra en política. Su llegada al cargo ha estado marcada por denuncias de "irregularidad" en las primarias, así lo ha asegurado la justicia, que ha anulado el proceso y dado posibilidades de recurso a la dirección. Frente a los temas internos, Antelo se ha consagrado en una región clave para Vox, su principal granero electoral. Todo, pese a contar a su izquierda con un PP fuerte pilotado por Fernando López Miras que ha aglutinado más de un 40% de voto.

Es precisamente este pulso electoral lo que deja a Vox con limitaciones en la negociación. El PP, con 21 diputados autonómicos, solo necesita dos escaños de los nueve obtenidos por los de Antelo para la absoluta. Y es que el barón popular suma en solitario más que el PSOE y Unidas Podemos. Eso deja a Vox con opciones de condicionar políticas, pero no de entrar en el Ejecutivo; siguiéndose así la 'vía madrileña' puesta en práctica por Isabel Díaz Ayuso hasta la fecha.

Esta fórmula, ya empleada, rebaja la presión de López Miras, que pese a todo, tendrá que atender a demandas generales del programa de Vox como solicitó García-Gallardo [aquí se detallan] a Mañueco. Pero, en base a los puntos calientes del programa de Vox, entre las exigencias que se avistan, están: la lucha contra la inmigración ilegal y la defensa de las fronteras [en un territorio agrícola y con alta inmigración para trabajar en la recolección]; la garantía del suministro de agua como bien de prosperidad del campo; defensa de los productos locales frente a la competencia extranjera; protección social de los trabajadores; rebaja de impuestos y garantías para tradiciones como la caza.

Aunque el principal quebradero de cabeza va a ser la derogación de la ley del Mar Menor y su sustitución por otra que "proteja y no criminalice a nuestro campo", a cuyos trabajadores se ha impuesto prohibiciones y limitaciones en pro de la sostenibilidad. Actualmente, este ecosistema es el primero con personalidad jurídica, lo que garantiza sus derechos y protección frente a factores como la contaminación. El PP ya ha dicho en fuentes que antes de eliminarla, iría a la oposición. Desde Vox están dispuestos a una repetición.

Carlos Flores Juberías - Comunidad Valenciana

El candidato de Vox a la presidencia de la Generalitat, Carlos Flores durante la apertura de campaña. EFE

Valencia, 1964. Es catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia y propuesta de Vox en esta última convocatoria. Entre los antecedentes del candidato que han suscitado polémica están una sentencia condenatoria por violencia verbal y psíquica contra su exmujer [cuyo uso en estos momentos considera como "partidista"], así como su militancia de juventud en la extinta Fuerza Nueva.

El acercamiento con el PP de Carlos Mazón no será tan complicado como en Murcia, dado que Flores Juberías ha sido vocal del Consejo Valenciano de Transparencia a propuesta de los populares y vocal de la Junta Electoral valenciana. Ese entendimiento puede incluso favorecer una entrada en la Generalitat. Mazón, con 40 de 50 escaños necesarios, necesita diez de los trece escaños verdes. A las peticiones troncales del programa de Vox como la protección de las familias, las reducciones fiscales o la protección de la industria y el fomento del turismo, en la Comunidad Valenciana serán determinantes la ejecución de las obras hídricas, el impulso definitivo del Corredor Mediterráneo y la vertebración territorial -en salud, educación y transporte-. Y, sobre todo, las leyes "de género" y de Memoria Democrática; también la ley de vivienda o de cooperación y desarrollo sostenible.

Alejandro Nolasco - Aragón

Abascal junto al candidato de Vox en Aragón Alejandro Nolasco (izq), en un acto de precampaña en Zaragoza. EP

Pamplona, 1991. Abogado y escritor que ha repetido como cabeza de cartel con los de Abascal. Entre la fijación del partido en Aragón está también la Memoria Democrática o la bajada de impuestos, aunque hay rasgos propios como el combate a propuestas nacionalistas, que en la comunidad representaría la Chunta Aragonesista, que ha mantenido sus tres escaños aunque bajado del 6,26% al 5,11% de voto. En esa línea está el interés de suprimir la Ley de Lenguas y los institutos del catalán y el aragonés, dado que "enfrentan y dividen" a los españoles. Ese compromiso por parte del PP de Jorge Azcón sería troncal para apoyarlo como presidente en sustitución del socialista Javier Lambán. Incluyéndose, no obstante, en coalición a Nolasco y otros consejeros de Vox en el Gobierno regional.

Se incluirán solicitudes asumibles para el PP como los incentivos fiscales a las familias que se instalen en zonas despobladas y rurales. También la protección de la caza y la tauromaquia. Y destaca que Vox Aragón pida volver a poner sobre la mesa el trasvase del Ebro, lo que choca de bruces con el Plan Hidrológico Nacional que reivindica Abascal para trasladar agua a todos los puntos de España. Nolasco matiza que no piden un transvase como tal, sino mejor acceso al agua.

Ángel Pelayo -Extremadura

El candidato de Vox a la Presidencia de la Junta de Extremadura, Ángel Pelayo Gordillo, interviene durante un acto en Cáceres. EP

Mérida, 1962. Entrar en el gobierno será imprescindible para Vox en Extremadura. Así lo han trasladado a la dirigente popular María Guardiola, dado que no quiere cometer el "error" de Madrid o Andalucía en 2021 y 2018 respectivamente. Y es que en Extremadura tienen margen suficiente para justificar su entrada: los populares tienen 28 de 33 escaños y Vox aporta exactamente los cinco necesarios para la absoluta. La respuesta momentánea de Guardiola es que no quiere ceder en temas de aborto [lo prometió en campaña], inmigración, derechos LGTBI o violencia de género.

Guardiola ha matizado que en estos valores, en Extremadura las competencias son limitadas, y ve más posibilidades de acuerdo con Vox en cuestiones como la protección de la caza, la agricultura y la ganadería, o en el rechazo de la nueva ley de bienestar animal. Ante la posibilidad de poder influir en estas cuestiones, la líder del PP cree que puede conseguir un gobierno externo. La alternativa, dicen los suyos es que gobierne Guillermo Fernández Vara, como ganador electoral, o una repetición de comicios que movilice a la izquierda. Esta vía es la que, de no poder lograr una mayoría absoluta, aspira a poner en práctica Feijóo tras las generales.

Jorge Campos - Baleares

Palma de Mallorca, 1975. A diferencia de Extremadura, en las Islas Baleares Vox tendrá más complicado justificar su entrada en el Ejecutivo. Con 25 de 30 diputados regionales necesarios para gobernar conseguidos por el PP, que suponen un escaño más que toda la izquierda, Marga Prohens podría pedir gestionar en solitario. Incluso ir a una investidura y lograr el apoyo del partido SA Unió [coalición entre el PP y Compromís amb Formentera], de rasgos conservadores. Vox debería abstenerse, porque de no hacerlo se repetirían las elecciones, lo que podría perjudicar al bloque.

Entre las reivindicaciones políticas de Vox en Baleares está la limitación del catalán o la supresión de la televisión regional. Ello podría hacer a Vox acotar su entrada al Govern con solo la consellería de Educación, para abonar su visión educativa y lingüística en el territorio contra "el adoctrinamiento ideológico". Aceptarlo afectaría a otros ámbitos como el sanitario, donde el conocimiento del catalán más que un requisito sería entendido como un mérito. Otras de las peticiones podrían ir destinadas al problema de la vivienda, con propuestas como el crecimiento urbanístico como objeto de rebaja de precios.

Por el momento, desde Génova, el PP quiere extender gobiernos en solitario y pide compromiso a partidos afines como Vox para derogar "el sanchismo". "Que dejen gobernar a las listas del PP, el ganador de las elecciones", dijo recientemente. En Vox, defienden que para que gobierne las listas del PP primero es necesario "sentarse a negociar". "Si no quieren negociar, pues que siga la izquierda", advirtió este jueves Espinosa como objeto de presión y de arrastre de electorado de tener que irse de nuevo a las urnas.