Como era de esperar, las bases de Podemos, han votado abrumadoramente a favor de dar plenos poderes a la cúpula del partido para cerrar, o no, un acuerdo con el que ir en coalición preelectoral con Sumar este 23-J. Porque era eso y no otra cosa lo que se les preguntaba en una consulta exprés convocada en tiempo de descuento, dado que hoy, a las 12 de la noche se cumple el plazo para inscribir coaliciones ante la Junta Electoral Central.

Los 52.829 inscritos que han participado en la consulta han decidido por un amplio margen dar a la líder morada, Ione Belarra, y a Irene Montero el aval y el blindaje que reclamaban, lo que les permitirá, además, acallar a aquellos territorios partidarios de la unidad con Sumar que amagaban con hacer saltar el partido por los aires. Era el caso de Asturias, Extremadura y Galicia, entre otros, muy tocados tras los catastróficos resultados de las elecciones locales y autonómicas del pasado 28-M.

49.089 síes frente a 3.568 noes y 172 votos en blanco a una pregunta, como poco, ambigua: "¿Aceptas que el Consejo de Coordinación de Podemos, siguiendo el criterio de unidad que marcó el Consejo Ciudadano Estatal, negocie con Sumar y, en su caso, acuerde una alianza electoral entre Podemos y Sumar?". Significa que el 92,92 de los inscritos responden a la llamada de sus líderes estatales. Ahora la cúpula morada puede esgrimir la legitimidad de sus inscritos para tomar la decisión que considere oportuna en una negociación en la que el principal escollo es la presencia en las listas de de la ministra de Igualdad.

Los resultados de la consulta no aventuran cuál será la decisión final

Los resultados de la consulta interna no aventuran cuál será la decisión final del partido morado, que puede verse tentado a alargar la situación hasta esta misma noche, siguiendo su habitual estrategia negociadora de llevar las cuestiones al límite para agotar a su adversario. Ya ocurrió en Andalucía antes de las autonómicas del 19-J, ejemplo, dijeron en el entorno de Yolanda Díaz, "de lo que no se debe hacer". Pero contra su voluntad, los morados están tensando la cuerda, en muy buena medida porque no pueden aceptar el veto que le pretenden imponer a una de las dirigentes más significativas de la formación, considerada un lastre por todo Sumar, aunque lo cierto es que no son pocos los socios de esta plataforma que preferirían no ir de la mano del partido de Pablo Iglesias.