España

El comité federal aprueba sin embargo todas las planchas electorales por unanimidad

Lambán y Page plantan a Sánchez por las listas, Puig critica la "soberbia" y Tudanca se dice "indignado"

Las heridas por la imposición de las candidaturas del 23-J en Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla y León y la marcha atrás en Castilla-La Mancha laten en el arranque de la cita en Ferraz | El más directo es Tudanca, que no oculta su "decepción"

Redactor de Política
Ximo Puig llega al Comité Federal del PSOE.

El 'president' valenciano en funciones, Ximo Puig, llega al comité federal del PSOE con su secretario de Organización, José Muñoz (i), y su mano derecha en el Consell, Arcadi España (d), este 10 de junio de 2023 en Ferraz. EFE / J. J. GUILLÉN

El comité federal del PSOE de ratificación de las listas del PSOE empezaba revuelto. Por el coleo del profundo malestar con las candidaturas. Los presidentes Emiliano García-Page y Javier Lambán decidieron no viajar hasta Madrid para acudir a la reunión en Ferraz. Sí lo hicieron el president valenciano, Ximo Puig, y el secretario general de Castilla y León, Luis Tudanca. Los cuatro han visto cómo sus planchas electorales fueron modificadas ayer por la comisión federal de listas. Y en los cuatro territorios latía una honda irritación. "Indignado", "defraudado", "enormemente decepcionado", se declaró un "dolido" Tudanca, quizá el más expresivo de todos ellos, y sus palabras tenían valor porque él, a diferencia de Lambán y Page, siempre ha sido un barón muy fiel a Pedro Sánchez.

El partido afrontaba esta precampaña del 23-J con un ambiente muy caldeado en las últimas horas por las imposiciones de la comisión federal de listas, algunas de las cuales ni siquiera se esperaban. Y esa sensación de enfado y tristeza se percibía en las entradas de algunos barones en la sede de Ferraz y lo gritaban también los dos grandes ausentes, los presidentes Page y Lambán.

El primero, el único con mayoría absoluta y al que le avala más del 45% de los votos en su Castilla-La Mancha el 28-M, sí forzó la rectificación de Ferraz y logró que a quien quería promocionar Sánchez, la alcaldesa saliente de Toledo, Milagros Tolón, vaya finalmente de dos, y no de uno. En cabeza se mantiene la mano derecha de Page, su secretario de Organización, el diputado Sergio Gutiérrez. El barón castellanomanchego se dio por satisfecho pero también quería lanzar un toque de atención al presidente del Gobierno y optó por ausentarse en la reunión de este sábado, pese a que en un principio sí tenía previsto ir.

Puig subraya que él siempre da la cara ante los órganos y que quien ha tomado la decisión de los cambios es quien debe explicarlos

La comisión de listas sí que desmontó prácticamente por completo las candidaturas de Lambán en Zaragoza y Teruel, gesto que irritó profundamente al presidente aragonés en funciones. Los miembros lambanistas de las planchas electorales renunciaron en bloque, y este sábado tanto el barón autonómico como los jefes del partido en Zaragoza y Teruel, Juan Antonio Sánchez Quero y Mayte Pérez, así como la mayor parte de los integrantes del comité federal de las dos provincias, decidieron plantar a Sánchez "como señal de disconformidad por los cambios realizados en las candidaturas al Congreso y Senado", según expresó el PSOE aragonés en un comunicado y trasladó el propio Lambán en Twitter. Quien tampoco estuvo fue el alcalde de Valladolid y secretario provincial, Óscar Puente, un hombre siempre alineado con el jefe del Ejecutivo. Ferraz privó a Puente de su candidata al Senado para situar en ese puesto al secretario de Acción Electoral de la ejecutiva de Sánchez, Javier Izquierdo. Tampoco pudo estar en Madrid el presidente asturiano, Adrián Barbón, pero nada que ver con cuestiones políticas: él asistía a la boda de un amigo.

Puig, en cambio, sí se presentó en Madrid. Señaló a los periodistas, cuando fue preguntado por las ausencias de sus compañeros, que cada uno "es responsable de sus decisiones", pero que él siempre da la cara y que cuando no ha podido acudir al comité federal es por alguna razón institucional. El president en funciones no quiso hurgar demasiado en la herida, pero subrayó que "quien toma la decisión" de los cambios en las listas "es quien la tiene que explicar". En su caso, Ferraz modificó las candidaturas de Valencia, Alicante y Castellón, y respaldó las propuestas de los líderes provinciales.

Puig recalcó, en clara señal de aviso, que él se siente representado "por más de 700.000 personas de la Comunidad Valenciana", y que ha sacado "el mejor resultado en 16 años". Su futuro, añadió, lo decidirán los valencianos, en un mensaje que se podía leer dirigido a Ferraz, en el sentido de que no será Sánchez quien decidirá si sigue o no al frente del PSPV. El barón valenciano dijo creer y sentirse "reconfortado" en los valores que le llevaron a militar hace más de 40 años en el PSOE, y estos tienen que ver con "la unidad, la humildad, la solidaridad y no con la soberbia, ni el narcisismo". Puig, explicaban en su entorno, no lo decía tanto como reproche a Sánchez sino hacia los secretarios provinciales de Valencia y Alicante, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, que actuaron de manera coordinada para presionar a Ferraz y que aceptase sus propuestas frente a la de Puig.

No me gusta, no lo voy a ocultar", reconoce un dolido Tudanca, barón siempre muy fiel al secretario general

Luis Tudanca fue el más expresivo: se mostró ante los periodistas "enormemente decepcionado, indignado y defraudado" por los cambios introducidos por la comisión de listas —situó al dirigente federal Javier Izquierdo como uno al Senado por Valladolid y mantuvo como cabeza al Congreso por Ávila al actual diputado Manuel Arribas—, aunque prometió emplearse "a fondo" en la campaña del 23-J para evitar que en España haya un Gobierno del PP y Vox "como el que están sufriendo los castellanoleoneses".

"No me gusta, no lo voy a ocultar", reconoció, a la vez que defendió que su obligación como secretario general en su federación es defender las propuestas de los militantes "que se aprobaron por unanimidad en los comités provinciales y en la Ejecutiva autonómica". Él, como Puig, sí hizo valer su presencia en Madrid, para "dar la cara" ante el máximo órgano de dirección del PSOE, como ha hecho "siempre". Pero, más allá de esta disputa por las listas, entiende que lo más importante hasta el 23 de julio es garantizar que "siga habiendo un Gobierno progresista".

Puertas adentro, ya en pleno comité federal, apenas se escucharon críticas, más allá del desahogo más descarnado de Tudanca, pero sin que la bronca contaminara la reunión. Sánchez lograba así sortear la pugna dentro del máximo órgano de dirección del partido. Al final de la reunión, sobre las dos, la votación del dictamen de la comisión de listas: apoyo unánime y a mano alzada.

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