Presentar un manual de estilo allá donde "la diversidad de los medios de comunicación es sólo una fachada", tal y como denuncia Reporteros sin Fronteras. La agencia Efe ha escogido Marruecos para presentar el Nuevo Manual de Estilo Urgente de la empresa estatal, acompañado de un debate sobre el tratamiento de la migración en los medios con periodistas oficialistas marroquíes.

Hasta Rabat se ha trasladado el presidente de la agencia Miguel Ángel Oliver, exsecretario de Estado de Comunicación del primer gobierno de Pedro Sánchez. El acto de presentación tuvo como escenario este martes el Instituto Cervantes de la capital marroquí. Oliver -que visitó hace meses Rabat para firmar un acuerdo con la agencia de noticias estatal Map- se jactó de que Efe "es un antídoto contra el racismo". "Cuando se rechaza a emigrantes por razones étnicas o sociales es llanamente racismo", indicó Oliver al clausurar una mesa redonda titulada "El debate de la inmigración en los medios: cuando el relato mata el dato".

En la mesa redonda participaron Ana Jiménez, corresponsal de TVE en Marruecos; María Traspaderne, delegada de la agencia española en el país vecino; y los periodistas marroquíes Mohamed Ezzouak, director del diario electrónico marroquí 'Yabiladi', y Ghita Ismaili, reportero del semanario marroquí en francés 'Telquel'. El debate se centró en el tratamiento de la información de migración en ambos países, obviando la falta de libertad de expresión al otro lado del Estrecho. El acto contó con la presencia del embajador español en Rabat, Enrique Ojeda, un diplomático vinculado al PSOE andaluz.

Hostigamiento permanente a los periodistas

En su última clasificación anual, Reporteros sin Fronteras sitúa a Marruecos en el puesto 129 de los 180 países incluidos. "Los periodistas independientes de Marruecos están sometidos a una presión constante, y las autoridades intentan sojuzgar los medios de comunicación. El actual gobierno, dirigido por el influyente empresario Aziz Akhannouch, ha reforzado el control sobre el sector", advierte la organización.

Reporteros advierte, además, que "los medios no reflejan la diversidad de la opinión política del país". "Los medios de comunicación y los periodistas independientes sufren importantes presiones, y el derecho a la información es aplastado por una poderosa maquinaria de propaganda y desinformación al servicio de la agenda política del gobierno y sus aliados cercanos", explica. "Ante esta presión, el último medio de comunicación independiente de Marruecos, el diario Akhbar Al Yaoum, acabó por rendirse y publicó su último número en abril de 2021. Las redes sociales y los sitios de noticias son la principal fuente de información de la población", agrega.

Una realidad que no ha mejorado en los últimos meses a pesar del indulto real concedido a varios periodistas marroquíes que cumplían penas de cárcel en virtud de cargos inventados por su ejercicio del periodismo independiente. "Tengo la impresión de que nada importante ha cambiado en Marruecos. Siento que mi existencia y mi libertad están en peligro. Porque desde el día siguiente a mi liberación, la prensa vinculada a los partidos que fabricaron mi expediente de detención empezó a amenazarme con detenerme de nuevo por las posiciones que había expresado en una recepción organizada por militantes de los derechos humanos y demócratas", señaló en una entrevista a El Independiente Suleimán Raisuni, uno de los reporteros que salió de prisión por el indulto de Mohamed VI.

A pesar de este hostigamiento constante y del férreo control de la prensa, la presentación del manual de Efe evitó abordar el asunto. Según un teletipo de Efe a propósito del encuentro, Oliver se limitó a recordar que los periodistas tienen el deber de contar las historias de los emigrantes y de combatir ese lenguaje de odio contras estas personas. "Poner nombres al drama, caras y voces", insistió.

Subrayó que hay medios que trabajan contra este lenguaje de odio. En este sentido, apuntó que medios como Efe y RTVE "son ejemplo de tratamiento responsable de la información de la migración". Los periodistas marroquíes y españoles que participaron en la mesa redonda coincidieron en la necesidad de humanizar las historias de los migrantes, darles voz sin entrar en polémicas, y evitar el lenguaje degradante.