Durante el tiempo que Dolores Delgado fue fiscal general del Estado, las reuniones para hacer nombramientos fueron muy criticadas por una parte de la carrera fiscal. El Tribunal Supremo llegó incluso a anular una de sus designaciones por falta de motivación y la Asociación de Fiscales (AF) -asociación mayoritaria - le afeó en diversas ocasiones su política de elección porque decía que sólo beneficiaba a la que había sido su asociación, la Unión Progresista de Fiscales (UPF). Antes de cumplirse un año de mandato de su sucesor en el cargo, Álvaro García Ortiz ha adelantado un Consejo Fiscal en el que esta vez es Delgado la aspirante. García Ortiz, que hasta ahora había mantenido un cierto consenso en la carrera en torno a su gestión, se ha ganado el reproche de dos de las tres asociaciones.

Pocas horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara la convocatoria de elecciones, el fiscal general del Estado hizo también un cambio de fechas que chirrió dentro de la institución. García Ortiz adelantó el Consejo Fiscal (órgano asesor en materia de nombramientos, entre otras funciones) para el 8 de junio (en lugar del día 19 cuando estaba previsto), alejándolo así de las urnas del próximo 23 de julio, pero sin renunciar a las designaciones que allí se iban a decidir. El fiscal general cesa cuando lo hace el Gobierno por lo que el mandato de García Ortiz terminará este verano, así que este ajuste en el calendario no ha pasado desapercibido entre los compañeros que insinúan que lo que quiere el jefe del Ministerio Público es "dejar colocada" a su antecesora.

"Ninguno de los anteriores fiscales generales del Estado, una vez disuelto el parlamento, ha realizado nombramientos de plazas discrecionales", se quejó la AF en su nota. "La premura en la convocatoria hace pensar que lo que se pretende por el fiscal general es apurar los plazos legales, pero no adecuados al hasta ahora normal proceder de la Fiscalía General del Estado, para el nombramiento de puestos destacados de personas de su confianza".

La Ley que rige el Ministerio Público señala que García Ortiz debe escuchar al Consejo fiscal pero puede nombrar a quien quiera en las plazas vacantes. Así lo ha venido haciendo hasta ahora, en casi todas las ocasiones con el apoyo de su órgano asesor, pero en las sillas actualmente en liza el nombre de Delgado es el que genera controversia, puesto que es la única fiscal del Tribunal Supremo que aspira a cambiar su puesto.

Delitos de Odio y Memoria Democrática

Hay 22 aspirantes para un total de nueve puestos. Se trata de renovar las jefaturas de Valladolid, Guadalajara, Baleares, Navarra y el teniente fiscal de Cataluña. Igualmente hay que designar un nuevo fiscal Antidroga y las joyas de este Consejo Fiscal se disputan en dos nuevas Fiscalías de Sala (el rango más alto de la carrera): la de Delitos de Odio y Discriminación y la de Derechos Humanos y Memoria Democrática. Es a esta segunda a la que se ha presentado Delgado, junto a Juan Calparsoro (fiscal provincial de Guipúzcoa), Luis Ibáñez (fiscal Antidrogas) y Carlos Castresana (fiscal del Tribunal de Cuentas).

En la actualidad hay una treintena de fiscales de Sala en todo el Ministerio Público, un escalón del que ya nunca se baja y que conforma la parte más alta de la pirámide jerárquica. García Ortiz ya ascendió a su antecesora a este rango cuando llegó y la designó fiscal Togada del Tribunal Supremo y ya entonces muchos compañeros confesaban que la intención final de la exministra de Justicia que presenció la exhumación de Francisco Franco era terminar en la nueva Fiscalía sobre memoria histórica.

Las críticas de las asociaciones que conforman el Consejo fiscal esta semana pidiendo "respeto institucional" no han servido para que García Ortiz deshaga sus pasos. Él se ha defendido explicando en una nota con información para el Ministerio fiscal que otras exfiscales generales como Consuelo Madrigal o María José Segarra también hicieron nombramientos con citas electorales en el horizonte. Pero ninguno de tanto peso como estos, defienden en el entorno de ambas. Fuentes del Consejo fiscal dan por hecho que la elegida finalmente será Delgado.

El estilo de Ortiz

García Ortiz cumpliría un año al frente del Ministerio fiscal en agosto. En este tiempo su gestión ha estado mucho menos rodeada de polémica que la de Delgado, si bien él siempre ha defendido a la que fuera su jefa. Su estilo ha sido distinto, convocando de forma más frecuente las Juntas de Fiscales de Sala en la que poner en común los temas más sensibles de la carrera como, por ejemplo, la circular para posicionarse en la Ley del "solo sí es sí" o la postura sobre la prescripción de los delitos de los etarras en el caso de Miguel Ángel Blanco.

En estos meses ha sumido a la Fiscalía en una política de total transparencia y ha dado numerosas entrevistas para transmitir la postura de la institución en amplios aspectos, como la abolición de los delitos de malversación y sedición, por ejemplo. En este sentido, avaló el escrito que los fiscales del Tribunal Supremo propusieron sobre la revisión de la sentencia del procés o el documento en el que se denegaba instar a la ilegalización del partido EH Bildu.