Agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de Melilla han entrado este viernes en el Ayuntamiento de la ciudad para registrar distintos despachos, según confirman fuentes policiales. Se trata de una nueva actuación en el marco de la investigación por la compra de votos que se inició antes de las elecciones municipales del 28-M y se saldó con la detención del consejero de Coalición por Melilla (CpM) Mohamed Ahmed Al-lal y del yerno del líder del partido político Mustafá Aberchán.

La operación se inició a primera hora de esta mañana y la Policía Nacional está incautando información tanto del despacho del presidente Eduardo de Castro como de distintas consejerías que dirigen políticos de la CpM, como ha adelantado Vozpópuli y ha confirmado este periódico. La orden de entrada y registro está firmada por el Juzgado de Instrucción número 2 del territorio que dirige desde hace semanas las diligencias secretas. Fuenes policiales señalan que se están notificando embargos de consejerías y están estudiando contratos.

La trama bajo el foco utilizaba dinero proveniente del narcotráfico que querían blanquear y, para ello, compraban votos de un determinado partido político. A cambio, luego se les asignaban contratos cuando estos políticos tocaban el poder y el círculo de la corrupción se cerraba, según explican fuentes de la investigación. Esta es la documentación que ahora se está buscando y que tiene que ver con anteriores legislaturas porque la Policía tiene la convicción de que este proceder viene sucediendo desde hace años.

La primera fase de la investigación terminó con una decena de detenciones, entre ellas la del consejero de distrito, juventud y participación ciudadana, Mohamed Ahmed Al-lal. Hasta el territorio se trasladó la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) porque las primeras sospechas de delincuencia llegaron con pinchazos telefónicos que los agentes antidrogas habían realizado. En las semanas de campaña se produjeron asaltos a los carteros Correos y largas colas en las oficinas postales para pedir el voto a distancia. Según datos del Ministerio del Interior, este proceso en Melilla finalizó con 11.707 solicitudes registradas, validándose 2.572 votos, lo que representa el 22% del total. Todo lo demás, creen los investigadores, eran papeletas compradas.

La operación se paralizó para seguir recabando información y a la espera de que se celebraran las elecciones municipales, pero no se descartaban nuevas actuaciones y detenciones, como publicó El Independiente. La Fiscalía Anticorrupción se hizo cargo de las pesquisas porque bajo el foco hay posibles delitos de cohecho, organización criminal y blanqueo de capitales.