El sexto informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU titulado Cambio climático 2021: La base de la ciencia física alertaba ayer de que ya estamos viviendo los efectos del cambio climático en forma de olas de calor, fuertes precipitaciones, sequías, veranos más largos, inviernos más cortos y ciclones tropicales. 

Los expertos avisaban de que habrá "más cambios simultáneos y múltiples" en nuestro planeta, ya que se harán más frecuentes las inundaciones y las sequías, se reducirá el permafrost y el nivel del mar seguirá aumentando. La desaparición del permafrost es una de las amenazas que más preocupa a los científicos desde hace años.

Pero, ¿qué es el permafrost? El permafrost es suelo congelado de regiones muy frías o glaciares que retienen gases de efecto invernadero, causante del cambio climático, como carbono y metano que se liberan en la atmósfera por el aumento del calor. 

Pilar Marcos, bióloga marina de Greenpeace, destaca igualmente el peligro de la pérdida de permafrost: "La liberación de gases como el metano es una auténtica bomba para nuestro clima". "Además del gas liberado en tierra hay empresas que quieren extraer el gas metano que se encuentra en los océanos en las regiones árticas y que añaden más gases de efecto invernadero a nuestra atmósfera", sostiene.

Nuevas epidemias por el deshielo del permafrost

Sin embargo, el deshielo del permafrost no es solo peligroso para el planeta por el aumento del nivel del mar, sino que también trae con sigo la propagación de enfermedades. "Muchos patógenos están en los propios cadáveres que el permafrost mantienen intactos y congelados", señalaba en una entrevista para este periódico Melissa Jiménez medioambientalista y experta en Salud. Los virus de esos cadáveres se liberan al derretirse el hielo que los rodea.

Al retirarse estas capas heladas, se ha detectado cómo virus de animales «que llevaban décadas» sumergidos en esa superficie congelada «empiezan a liberarse y a propagarse», explicaba la responsable del Programa de Especies de WWF España, Gema Rodríguez. De hecho, en 2016 se produjo un brote de ántrax en Siberia, porque se derritieron las capas de permafrost y se liberaron bacterias de cadáveres de renos infectados en la Segunda Guerra Mundial.