Ahora que ya ha terminado 2024 podemos decir que miramos atrás con sabiduría. Por eso es un buen momento para recordar algunos de los cotilleos, o salseos como dirían los jóvenes, que han marcado el pasado año. Con la perspectiva que solo otorga el tiempo y la información de la que ahora disponemos, es el momento de repasar tres de las noticias que han marcado 2024. Tienen nombre propio: Alice Campello (y Álvaro Morata), Eugenia de Borbón y Kate Middleton.

Estas tres mujeres han sido objeto del escrutinio público durante el pasado año, aunque por motivos muy diferentes: una separación, una presentación en sociedad y una enfermedad. Todos ellos dieron mucho que hablar, hubo tiempo de sorpresa, de especulaciones y se generaron muchos contenidos al respecto.

Eugenia de Borbón, princesa sin trono

La última y más reciente es Eugenia de Borbón. La hija mayor de Luis Alfonso de Borbón tuvo su presentación en sociedad en el anual baile de debutantes de París y arrasó con una tiara con la que hacía las veces de princesa. Al fin y al cabo, así es como ella se presentó, como heredera al supuesto trono de Francia, al que aspira su padre, bisnieto de Franco. Se esperaba que llevara alguna de las piezas del joyero familiar, aunque no podía ser el espectacular collar de esmeraldas que llevó Carmen Franco a la boda de la infanta Elena en Sevilla. Ese se vendió en una subasta en Christie's en 2019 por algo más de 93.000 euros, una cifra muy inferior a la tasada.

En su lugar se puso un vestido de Carolina Herrera heredado de su madre. El mismo que ella lució en una cena de gala en Mónaco con motivo de la boda del príncipe Alberto y Charlene. Y lo combinó con una tiara de la joyería V Muse, la que aporta el bling bling a todas las invitadas al baile de debutantes.

Costó unos 100.000 euros en una subasta de Christie's en 2018, un precio significativamente bajo para una pieza así, pero que se explicaba fácilmente al conocer que varios de los diamantes que tenía eran imitaciones. Aunque es una joya aparentemente impresionante no es ni de lejos la más lujosa de su colección, ya que tienen alguna tiara histórica que se vio el pasado año, por ejemplo, en Ildiko de Habsburgo.

Una nepobaby le quitó el protagonismo

Por desgracia, lo que más se comentó de su participación no fue el vestido o la tiara. Fue la presencia de Apple, la hija mayor de la actriz Gwyneth Paltrow y Chris Martin, cantante de Coldplay. La joven no estaba entre las anunciadas para la velada y fue calificada como "debutante honorífica", pero se llevó sin duda todo el protagonismo. Hasta el punto de que la pobre Eugenia de Borbón pasó a un segundo plano y las portadas que en otras circunstancias le habrían correspondido pasaron a ser compartidas con la nepobaby de Hollywood.

Pasados dos meses de esta presentación en sociedad, Eugenia de Borbón continúa teniendo su Instagram cerrado. Su padre tampoco compartió imágenes de la cita, por lo que todo pudo verse a través de la organización o de las varias revistas que tenían la exclusiva. Quizás este hermetismo por parte de la joven de 17 años llegue a su fin el próximo mes de marzo, cuando alcance la mayoría de edad.

La sorprendente separación de la pareja perfecta

Era agosto y todavía no nos habíamos recuperado del triunfo de España en la Eurocopa. Durante la celebración habíamos visto a Álvaro Morata, uno de los artífices de la victoria, muy cercano a su mujer, Alice Campello. Por eso fue sorprendente que se descubriera que el matrimonio se separaba solo unos días más tarde.

No fue el mejor de los anuncios, además, puesto que llegó después de una especulación dominical, cuando varios creadores de contenido comenzaron a hacerse eco de un rumor que recorría las redes sociales: tanto Álvaro Morata como Alice Campello estaban en una aplicación de citas. Se habló de infidelidad por parte del futbolista y salieron incluso supuestos testigos y mujeres con las que habría estado el deportista.

Sin embargo, tanto Alice como Álvaro fueron rápidos en gestionar la crisis. Lo desmintieron el mismo lunes. Ambos aseguraron que había sido una ruptura de mutuo acuerdo, que había habido una erosión natural de la relación debido a la presión mediática que sufría la pareja. Dijeron que se habían prometido "no llegar nunca al punto de hacernos daño o ser tóxicos y de acabar antes de ello". Se habló de que el futbolista quería marcharse de España por las críticas a su forma de jugar, pero que su mujer pretendía quedarse en Madrid por el bien de sus hijos. Aquella teoría se descartó rápidamente, puesto que la modelo y empresaria también se ha trasladado a vivir a Italia.

Las palabras de Alice Campello poniendo su año en perspectiva

A día de hoy todavía no se habla de divorcio, e incluso se ha planteado la posibilidad de que se reconcilien. Sin embargo, nada se ha sustanciado. Aunque se relacionó a Alice Campello con otra persona, ella lo negó. Con su mensaje de fin de año también explica un poco más sobre cómo se siente a día de hoy. "Este año fue sin duda uno de los más difíciles de mi vida pero al mismo tiempo el que más me enseñó", dice con vulnerabilidad. Señala que tantas mudanzas –seis en solo ocho años– y haber sido madre de cuatro niños tan joven podrían haberla desestabilizado.

Sobre todo cuando en su último parto se temió por su vida. "Experimenté lo que significaba tener miedo de perderlo todo y dejar solos para siempre a mis hijos y a todas las personas que me aman", admite. "Lo que deseo para 2025 es simplemente haber aprendido de años anteriores… Quiero ponerme más en el lugar de los demás y no limitarme a pensar que mi pensamiento es el único correcto… Quiero aprender a no juzgar nunca… porque no sabemos por lo que cada uno de nosotros está pasando o luchando contra… Las apariencias engañan mucho y lo vivo cada día en mi piel", confiesa.

Unas palabras que sin duda resuenan por lo poco que se sabe de su relación. Habla de ponerse en el lugar del otro o de ser menos intransigente, lo que recuerda a las palabras de Morata. "No podía seguir aguantando esas faltas de respeto ni las restricciones de su mujer", aseguró Alexia Rivas en En todas las salsas el pasado mes de octubre, lo que era supuestamente información del entorno del futbolista.

Kate Middleton y la crisis de comunicación de la familia real

En la familia real de Inglaterra se puede decir que el pasado año ha sido el peor de la última década. Incluso tras la muerte de Isabel II, que marcó un antes y un después en la monarquía, la situación retomó el ritmo normal en cuestión de días. Ahora, en cambio, se han enfrentado a unos meses trágicos en lo que respecta a la salud. Tanto Carlos III como Kate han sido diagnosticados de cáncer, pero el caso de la princesa de Gales ha sido particular

La decisión de Guillermo y Kate de ocultar la dolencia desde el principio causó cierto malestar. Se informó, el mismo día que Carlos III anunciaba que se operaría, que la princesa se había sometido a una operación abdominal de la que nunca se dieron más datos. De hecho, todavía no se sabe qué ocurrió en un primer momento o cuáles fueron las circunstancias de esa intervención. Le siguieron meses de especulaciones que culminaron en la comentadísima fotografía del día de la madre anglosajón.

El domingo 10 de marzo la familia real británica hizo llegar a los medios de comunicación una fotografía en la que Kate aparecía junto a sus hijos. Solo unos días antes un tabloide estadounidense había publicado la primera imagen de la princesa tras la operación y muchos decían que parecía muy cambiada. Por lo tanto, esta nueva instantánea servía para tranquilizar los ánimos y dejar claro que todo estaba bien en la familia.

La conspiración hecha foto

Pero el efecto fue el contrario. Rápidamente las agencias de imágenes empezaron a retirarla de sus catálogos o a calificarla como modificada, puesto que podían encontrarse varios detalles que no encajaban. El clamor popular ya hablaba de que la princesa estaba en coma –algo que llegaron a difundir algunos medios españoles– o gravemente enferma y a punto de morir. Para aquellos conspiranoicos, la fotografía era un elemento de distracción antes del supuesto trágico final inminente. En otra época el pueblo se hubiera arremolinado entorno a Buckingham con antorchas exigiendo saber la verdad. Al fin y al cabo, Kate es el miembro mejor valorado de la familia real británica. O lo era.

El ranking de popularidad de los royals británicos durante el tercer cuarto de 2024.
El ranking de popularidad de los royals británicos durante el tercer cuarto de 2024. | YouGov

Tal fue el efecto de aquella foto que Kate y Guillermo fueron obligados a dejarse ver en un mercado junto al Palacio de Kensington. Y volvieron a salir teorías de que la princesa estaba siendo sustituida por una doble para acallar lo rumores. Buckingham se mantuvo firme, pero tuvieron que pedir perdón por la imagen modificada para intentar poner fin a la locura. La futura reina se declaró responsable del incidente, etiquetándose como una fotógrafa amateur que editó de más.

El público se mantuvo escéptico hasta que, finalmente, Kate reapareció en el Trooping The Colour del mes de julio y, un mes más tarde, en Wimbledon. En septiembre, anunció que había terminado la quimioterapia pero en ningún caso utilizó el término "curada" ni "en remisión", dejando la intriga de si se podía o no celebrar su recuperación. Lo cierto es que ni la princesa ni su marido han retomado la agenda completa y ocupada que tenían antes del diagnóstico y que nada ha sido igual en la familia real desde entonces.