Boris Johnson presumió de su gestión al anunciar que dejará el Gobierno cuando el Partido Conservador encuentre un sustituto, previsiblemente el próximo mes de octubre. Mencionó el legado del Brexit, la gestión de las vacunas y la economía durante la pandemia y especialmente la posición del Reino Unido ante la invasión de Ucrania. Boris Johnson, el primer líder que visitó Kiev, alardeó de haber sido el referente del mundo occidental en la respuesta contra Rusia.

Lo cierto es que el Reino Unido ha sido pionero en la mayoría de las sanciones económicas contra Moscú y sus oligarcas, avanzándose en ocasiones a los Estados Unidos y casi siempre a la Unión Europea. Pero aunque la posición de Johnson ha sido clara y contundente en cada mensaje que ha lanzado a Vladimir Putin, siempre ha tenido detrás a una figura que ha ido ganando poder a su sombra: el ministro de Defensa Ben Wallace.

Nacido en Londres hace 52 años, Wallace creció en familia militar y sirvió con honores en el Ejército de 1991 a 1998, tras un breve lapso como instructor de ski Austria. Se granjeó un nombre en operaciones contra el IRA en Irlanda del Norte, donde desarticuló a un comando entero que preparaba un atentado con bombas contra un destacamento británico, además de estar destinado en el Caribe y en Chipre.

Tras dejar el servicio y alistarse en el Partido Conservador, Wallace entró a la política a través del parlamento escocés. Después, ya en Westminster, ocupó sus primeros cargos políticos en la administración dedicada a Irlanda del Norte hasta que Theresa May se fijó en él para ascenderle a secretario de Estado de Seguridad.

Ben Wallace y el Brexit

Ben Wallace ha sido uno de los pocos ministros que se han mantenido leales a Boris Johnson hasta el final, pese a la cascada de más de 100 renuncias en su Gobierno en las últimas 48 horas. Y ello pese los recientes enfrentamientos a cuenta de la necesidad de aumentar el presupuesto en Defensa y a que no comparten un corazón político común: Ben Wallace votó contra el Brexit en 2016, aunque después aseguró respetar el resultado del referéndum y rechazó cualquier maniobra política encaminada a mantener al Reino Unido dentro de la Unión Europea.

Wallace, ahora, es el favorito de los conservadores británicos para suceder a Johnson como líder y primer ministro. En una encuesta exprés realizada por YouGov, el ministro de Defensa sale vencedor de los emparejamientos contra cualquier rival con márgenes alrededor o por encima de 20 puntos en todos los casos.

Aunque ganó perfil público en los últimos meses de la presidencia de Donald Trump, cuando criticó el aislacionismo del presidente norteamericano y defendió que el Reino Unido debía reducir su dependencia militar de su tradicional aliado, ha sido la guerra ucraniana la que ha empujado su hasta ahora discreto carisma y proyección.

La pasada semana, durante la cumbre de la OTAN en Madrid, rechazó que Rusia esté ganando la guerra en Ucrania y subrayó que el Moscú ha sufrido ya 25.000 bajas en el conflicto. No se cortó al describir a Vladimir Putin como un "lunático con complejo de Napoleón" que, según ha declarado en otras ocasiones desde el inicio de la guerra, "tendrá el mismo destino que los nazis".

Los otros contendientes

Según la encuesta de YouGov, Ben Wallace ganaría por 48-26 en un cara a cara con su predecesora en el cargo de Defensa, Penny Mordaunt, devaluada por Johnson dentro del Gobierno y una de las voces más críticas dentro del partido con la actitud del primer ministro en el Party Gate. Es un rostro más carismático y más reconocible que el de Wallace, aunque no parece por el momento respaldado por las bases tories.

Wallace también vencería claramente en un cara a cara tanto a la secretaria de Exteriores Liz Truss (48-29) como al hasta esta semana canciller de la Hacienda británica, Rishi Sunak (51-30). Sunak, de padres indios, perfil gestor y popular durante la pandemia, vio mermada su proyección por una polémica fiscal que afectó a su mujer.

Quien no parece tener ninguna opción es Jeremy Hunt, opositor del Brexit que ya desafió a Boris Johnson en la última lucha interna por el poder en el Partido Conservador y, a sus 56 años, no parece tener opciones de resarcirse.

Así es el proceso para elegir nuevo líder en los tories

La salida -forzada o no- de un mandatario abre la carrera por la sucesión con una primera etapa en la que los potenciales candidatos deben reunir el aval de al menos ocho diputados.

En el caso de que haya más de dos aspirantes, se abre una ronda de votaciones en las que van cayendo eliminados. En una primera votación quedan fuera los que reciban menos de 18 votos entre los diputados ‘tories’, y en una segunda ronda quienes no superen el umbral de los 36.

El proceso avanza hasta que sólo queden dos candidatos -si de primeras ya fuese así, el proceso iría directamente a este punto-. En este momento, el Partido Conservador avanza a una votación por correo de la que sale el ganador definitivo.