El FBI ha registrado la residencia de Donald Trump en Palm Beach, Florida, el complejo Mar-a-Lago, según ha denunciado el ex presidente en un comunicado. Trump ha descrito como "una redada no anunciada" la operación de los investigadores federales, que ha tenido lugar el lunes, hora de Florida. Trump ha vuelto a dejarse ver en Washington este verano y todo apunta a que tiene previsto anunciar su intento de volver a la Presidencia en 2024. Sus seguidores acusan a la Casa Blanca de promover esta operación para evitarlo.

Los investigadores federales llevan a cabo una investigación sobre la destrucción de documentos de la Casa Blanca, que habría llevado a cabo Trump una vez terminado su mandato, en enero de 2021, de acuerdo con fuentes relacionadas con el caso que cita la prensa anglosajona. La orden de registro se ha ejecutado para buscar documentos procedentes de 15 cajas de registros que contenían material clasificado. En principio, el contenido de estas cajas se había devuelto pero el FBI sospecha que había conservado papeles en su casa de Florida.

"Mi hermosa casa, Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, está siendo sitiada, allanada, y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI. Incluso han destrozado mi caja fuerte", señala el comunicado de Trump, que no estaba en su residencia de Florida sino en su club de golf en Nueva Jersey cuando efectuaron el registro, según The Guardian. En Mar-a-Lago reside Trump y su esposa Melania desde que perdió las elecciones frente al demócrata Joe Biden. Unas decenas de seguidores de Trump se han concentrado junto a Mar-a-Lago para mostrar su apoyo al ex presidente.

El Departamento de Justicia investiga a Trump por su supuesta violación de la Ley de Registros Presidenciales de 1978 sobre la preservación de documentos de la Casa Blanca. Por primera vez este registro indica que hay sospechas fehacientes de que Trump habría cometido un delito. La pena en caso de probarse esta destrucción de documentos puede ser de multa, prisión, y la inhabilitación para ejercer cargos federales. Sin embargo, la pena de inhabilitación no incluye al presidente, ya que la Constitución no da poderes al Congreso para delimitar quién puede acceder al cargo, según informa Roger Senserrich en su newsletter Four Freedoms.

Una antigua asesora, Stephanie Grisham, ha denunciado cómo vio al ex presidente destruir documentos. La web Axios ha publicado fotos de documentos con la firma del presidente destruidos en inodoros de la Casa Blanca. El testimonio de Grisham en el comité que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero fue un bombazo: le daba total protagonismo en lo sucedido esa jornada aciaga. Grisham dijo que Trump quería ir a arengar a los que entraron en la sede del Congreso, pero finalmente se lo impidieron.

El horizonte de 2024

En el comunicado, Trump arremete con fiereza contra "los demócratas de la izquierda radical", a quienes culpa de la "redada", que equipara con el Watergate. "Harán cualquier cosa para impedir que compita en las elecciones de 2024... quieren parar a los republicanos y conservadores en los comicios de medio mandato", añade el mensaje.

Fue en enero pasado cuando la Administración Nacional de Archivos y Registros quiso transferir los registros de la Casa Blanca al comité del Congreso que investiga el asalto al Capitolio cuando vio cómo Trump se había llevado 15 cajas a su residencia de Mar-a-Lago. Finalmente las cajas fueron devueltas, pero se sospecha que algunos documentos fueron eliminados. Entre ellos, estaba la carta que dejó Obama a Trump al dejar el cargo y sus mensajes con el líder norcoreano Kim Jong-un. Los abogados de Trump argumentaron que en las cajas había recuerdos y regalos.

Varios políticos republicanos han condenado los hechos, que consideran que conducen al país al caos. El líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ha dicho: "Ya he visto bastante. El Departamento de Justicia ha alcanzado un estado intolerable de politización armada". McCarthy ha asegurado que si ganan las elecciones de mitad de mandato, se investigará a los responsables del Departamento de Justicia. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha asegurado que en primer lugar van a ganar los demócratas y en segundo lugar la ley prevalece. "Nadie está por encima de la ley, ni siquiera el ex presidente", ha señalado Pelosi a su vuelta de su polémico viaje a Asia.

Entre los más indignados por la operación destaca Steve Bannon, ex asesor de Trump, quien se ha referido al FBI como el "estado profundo", a pesar de que está dirigido por Christopher Wray, designado por el ex presidente. Bannon dijo a la Fox que el FBI es "como la Gestapo... Vamos a combatir el fuego con fuego. La forma de hacerlo es ganar las elecciones de forma abrumadora. Hay que llevar al fondo de esto. Es escandaloso". Y añadió que ese estado profundo está aterrorizado por la posibilidad de que Trump anuncie su candidatura a la nominación y puede presentarse en 2024.