El perfil internacional de Pedro Sánchez, que se desenvuelve muy bien en inglés, ha crecido especialmente desde que España organizó la cumbre de Madrid el 29 y 30 de junio de 2022. A ello se suma que es presidente de la Internacional Socialista. Las excelentes relaciones que ha cultivado con la Administración de Biden a partir del cónclave, marcado por la guerra en Ucrania y el desafío de China, le convierten en un candidato con opciones a la sucesión del secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, en caso de que el PSOE pierda las elecciones convocadas el 23 de julio.

Sánchez estaba siendo descartado hasta ahora porque el relevo debería consumarse en otoño. Stoltenberg tendría que haber dejado el puesto el año pasado, pero se mantuvo un año más debido a la invasión rusa de Ucrania. Ya lleva nueve años en el puesto. En principio se podría tratar la cuestión en la cumbre de Vilna del próximo 12 de julio. Aún no se sabrá si Sánchez sigue o no al frente del gobierno, pero no se descarta que se manejen sus posibilidades.

La OTAN no ha intervenido en la guerra, pero gran parte de los aliados, encabezados por EEUU, están prestando ayuda militar, económica y humanitaria a Ucrania. Será crucial que quien sustituya a Stoltenberg sea capaz de mantener la unidad de los aliados sobre Ucrania y la firmeza con el Kremlin.

El apoyo de Estados Unidos, el principal sostén económico y militar de la Alianza Atlántica, es vital para cualquier aspirante al puesto. En la reciente visita de Sánchez a la Casa Blanca, Biden elogió al presidente del gobierno español: reconoció su "liderazgo" internacional y agradeció a España su ayuda a Ucrania.

La Alianza Atlántica necesita alguien que sea un político experimentado, un buen comunicador y un excelente diplomático, según Jamie Shea, ex alto funcionario de la OTAN vinculado ahora a Chatham House. "Mantener a la familia unida, que todo el mundo se sienta implicado y sepa que eres consciente de sus preocupaciones, es parte del trabajo", dijo Shea a la agencia Reuters.

Un puesto muy cotizado

Ya hay nombres sobre la mesa, aunque ninguno definitivo. El ministro británico de Defensa, Ben Wallace, ha reconocido que le gustaría suceder a Stoltenberg. Wallace es respetado por muchos líderes aliados pero suele tendría más opciones en teoría alguien que haya ocupado un cargo más relevante como primer ministro o jefe del Estado. El veterano primer ministro holandés, Mark Rutte, cuenta con apoyos, pero él asegura que quiere dejar la política en breve.

Stoltenberg fue primer ministro de Noruega entre 2005 y 2013. Su antecesor, Anders Fogh Rasmussen, de Dinamarca. Sin embargo, George Robertson (1999-2003) también había ocupado la cartera de Defensa y el español Javier Solana (1995-1999), de Exteriores. Hasta ahora Solana es el único español que ha sido secretario general de la OTAN.

Hay quienes pujan por que sea por fin una mujer quien ocupe el cargo por primera vez. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, socialdemócrata, encabeza las quinielas. Viaja a principios de junio a la Casa Blanca, donde aún no hay una decisión cerrada.

Frederiksen ganó la reelección en 2022 después de una buena gestión de la crisis del Covid. Sin embargo, su salida dejaría a su gobierno en una posición de fragilidad. Sería la tercera vez consecutiva que preside la OTAN un país nórdico.

Mujer y del Este es la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, que cuenta con opciones como señal contundente a Moscú, pero quizá demasiado contundente. La viceprimera ministra de Canadá Chrystia Freeland sale en algunas quinielas, e incluso la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, si bien Alemania prefiere que siga donde está. Freeland, nieta de inmigrantes ucranianos en Canadá, cuenta según medios estadounidenses con el visto bueno de Washington.

Lo que dan por hecho la mayoría de los expertos es que Sánchez tiene la mirada puesta en la escena internacional, si el PSOE pierde las elecciones del 23 de julio. Si no es la OTAN, podría ser algún puesto en la Unión Europea. "Tiene experiencia: le conocen los otros líderes, ha demostrado su capacidad de negociación, y domina el inglés. Y a él le gustan los temas europeos", afirma Miguel Ángel Benedicto, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense. 

"Como presidente de la Internacional Socialista ha tenido visibilidad y se especula que podría presidir el próximo Consejo como ex primer ministro, o bien en la OTAN como secretario general. Pero si sale de Moncloa probablemente intente un destino internacional. Es lo que le gusta y en lo que se siente más cómodo", señala Ruth Ferrero, profesora de Ciencias Políticas y Estudios Europeos en la Universidad Complutense de Madrid.

Sánchez dio sus primeros pasos profesionales en Nueva York, luego en Bruselas, en el grupo socialista, para recalar a los 25 años en Sarajevo, donde formó parte del equipo de Carlos Westendorp, que había sido designado en 1997 Alto Comisionado de la ONU en Bosnia. Westendorp era amigo de su padre y fue uno de sus primeros padrinos. La vocación por la política internacional viene de lejos y, en caso de perder las elecciones legislativas, será un atractivo refugio.