"Estamos aquí, nos quedaremos y haremos lo que sea necesario", dice Ivan Shmatko, un vecino de Kiev, que llegó a Jersón el miércoles para ayudar en las tareas de rescate de los afectados por las inundaciones provocadas por la destrucción de la presa de Nova Kajovka. "Todo cambia muy rápido, por lo que lo que se necesitaba hace una hora puede que ya no sea necesario, así que es importante coordinar y actualizar todo", añade.

Ivan está en Jersón desde el día siguiente de la catástrofe. Respondió a una llamada en Facebook de un conocido periodista ucraniano, Bohdan Logvynenko, quien instaba a enviar ayuda a las áreas afectadas, e incluso acercarse personalmente porque se necesitan muchas manos. "Decidí acercarme y pronto estábamos todos en un gran chat de voluntarios coordinando su llegada a Jersón", explica Ivan.

Condujo hasta el área afectada con un grupo de una veintena de automóviles. En total serán un centenar de voluntarios, los que han acudido a la llamada de Bohdan. Pero cada día llegan más ucranianos dispuestos a echar una mano a los afectados por esta catástrofe. "Es una red informal de voluntarios", dice Iván. "Todos nos presentamos porque queríamos ayudar. Es un grupo muy horizontal e independiente, por lo que las personas se reparten por todo Jersón para hacer lo que sea necesario en cada punto".

En menos de dos días, el grupo ha entregado más de diez toneladas de ayuda humanitaria y ha recaudado alrededor de 60.000 euros para los damnificados. Es uno de los muchos esfuerzos que están realizando ucranianos normales y corrientes para socorrer a los que se han visto afectados por la destrucción de la presa. El embalse contenía 18 km3 de agua. Este jueves ya estaba inundada una superficie similar a la ciudad de Madrid.

La enorme corriente de agua del embalse afectó a gran parte del sur de Ucrania, con el mayor impacto en la región de Jersón, que estuvo bajo ocupación rusa hasta que las fuerzas ucranianas la liberaron en noviembre de 2022.

Ucrania controla Jersón, la capital de la región, y los pequeños pueblos que la rodean; están ubicados en la orilla occidental del río más grande de Ucrania, el Dniéper. Si bien estas áreas están muy afectadas, es aún peor la situación en las aldeas en la orilla izquierda de Dnipro, controlada por Rusia. Son territorios más bajos, por lo que el agua les llegó más rápido, y muchas aldeas ya están completamente bajo el agua.

Los ucranianos en zona rusa, abandonados

Además, si bien hay evacuaciones masivas en las áreas controladas por Ucrania, los rusos no están ayudando a los afectados en las zonas que ocupan. Los vecinos están atrapados en los techos de sus casas y algunos arriesgan sus vidas para llegar a las áreas controladas por Ucrania para recibir ayuda. Todo esto se hace bajo disparos regulares del ejército ruso.

En las áreas controladas por Rusia sí atendieron a los rusos, pero prohibieron a los ucranianos dejar la zona. Las tropas rusas han abierto fuego contra los que intentaban buscar refugio en los dos lados del Dniéper.

El gobierno ucraniano y las Naciones Unidas han acordado facilitar la evacuación de los territorios bajo control ruso, según ha confirmado el Ministerio ucraniano de Asuntos Exteriores.

En los territorios controlados por Ucrania, la situación también es difícil. En algunas zonas el agua sigue llegando. El 7 de junio, el nivel del agua aumentó 5,34 metros en algunas áreas y los expertos esperan que llegue más agua.

En Jersón, donde viven unas 300.000 personas, cuatro distritos están bao las aguas. En algunas zonas, el agua llegó hasta el tercer piso, de modo que solo es posible moverse en bote. Más de dos mil personas ya han sido evacuadas de estos distritos, y algunas más esperan salir de la ciudad y de los pueblos cercanos.

Sin embargo, algunos optan por quedarse con la esperanza de que no tarde en bajar el agua. Los expertos señalan que será entonces cuando se necesite más ayuda humanitaria. Entonces se procederá a la evaluación de los daños y se empezará a pensar cómo abordar la reconstrucción de lo que se pueda reconstruir.

Coordinación para evitar el caos

"Hay muchos voluntarios en el lugar, y hay rescatistas estatales y militares", explica Ivan. "Tratamos de coordinar sus esfuerzos, pero es difícil porque las cosas evolucionan muy rápido y se vuelve un poco caótico".

Muchos voluntarios continúan llegando, trayendo botes y otra ayuda crucial; algunas áreas necesitan transporte con urgencia. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, también se acercó a Jersón para verificar las evacuaciones y expresar su apoyo a la población local. Zelenski ha criticado a la ONU y a la Cruz Roja Internacional por su inoperancia.

Recibimos a los afectados, revisamos su estado, les damos medicinas, ropa y los llevamos a lugares seguros"

ivan shmatko, vecino de kiev

"Estoy cerca del área que quedó bajo el agua", dice Iván. "Me quedo aquí por ahora para coordinar el trabajo entre la policía, los voluntarios y los evacuados. Recibimos a los afectados después de la evacuación; se revisa su estado, se les pueden dar medicinas, ropa y se les transporta a lugares seguros. Mis responsabilidades ahora son comunicarme con los demás cuando necesitamos un automóvil o encontrar transporte para llevar a los animales a un lugar seguro, por ejemplo".

El rescate ha de llevarse a cabo bajo el fuego de las tropas rusas. Ni siquiera han dejado de atacar a quienes están con el agua al cuello. "Los disparos continúan. Los escuchamos del lado ruso de vez en cuando, pero afortunadamente, no llegan dónde estamos", apunta el joven.

Alrededor de las 2 de la tarde del jueves, los rusos han lanzado un ataque masivo en uno de los puntos de evacuación en Jersón. Los rescatistas y voluntarios han tenido que detener su trabajo y buscar seguridad mientras continuaba el tiroteo. Hubo algunos heridos. Poco antes había pasado por allí el presidente Zelenski.

Iván no sabe cuántas personas de las áreas controladas por Rusia podrán escapar. Parece que algunos lograron huir, pero es difícil saberlo dado el control de Rusia.

El ejército ucraniano ha enviado drones para entregar agua y registrar a los que pedían ayuda en la ribera izquierda bajo control ruso. Muchos permanecen en los techos de sus casas y desde allí indican que están a la espera de rescate. Primero les hacen llegar comida y agua potable y luego acuden a salvarlos.

Ayuda a los animales

Los animales se ven gravemente afectados: hay animales salvajes que intentan llegar a áreas secas, así como animales de granja y mascotas que la gente está rescatando. "Tenemos nuestros equipos de voluntarios salvando animales de ahogarse", dice Olha Chevhanik, directora de cooperación de UAnimals, uno de los movimientos por los derechos de los animales más grandes de Ucrania.

Compramos botes de metal para llevar a los animales porque los otros no son buenos para ellos"

olha chevhanik, uanimals

"Compramos botes de metal porque los otros no son lo suficientemente buenos para transportar animales", continúa Olha. "Y después de transportar a las mascotas a un lugar seguro, las entregamos a nuestros médicos en tierra". Los voluntarios trajeron su propio automóvil veterinario que verifica las condiciones de los animales rescatados y luego ayuda a transportarlos a través de Ucrania para su adopción o refugio temporal en diferentes partes del país. Muchos refugios están cooperando en esto.

"También regalamos comida para animales gratis e informamos a los que viven en Jersón dónde conseguirla. La gente viene y alimenta a sus animales y pone la comida en muchas áreas de la ciudad", apunta Olha.

Los voluntarios están coordinando el rescate y refugio de los animales, y han recaudado casi 800.000 euros para estas necesidades.

Los expertos predicen que la mayor parte de la vida silvestre en las áreas afectadas no sobrevivirá a la inundación, por lo que la mayoría de los peces y mamíferos morirán en cuestión de días, sin poder llegar a la seguridad de la tierra seca. Al menos nueve personas han muerto en la zona controlada por Rusia. Es un primer balance. Desgraciadamente, habrá que lamentar más pérdidas.