Terminada la campaña de la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) no podemos por menos que reflexionar sobre la gran cantidad de dinero que se queda sin cobrar y sin aplicarse a urgentes fines educativos, sanitarios, infraestructuras, gastos sociales y de todo tipo que tiene la sociedad aragonesa, la española y el mundo entero.

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