Ahora son las orquídeas y los cormoranes los que impiden la mesa de negociación, la independencia de Cataluña o la paz en el mundo. Suena a perifollo o a vajilla que colocara Sánchez entre él y Aragonès para no verse, al contrario que con Torra, cuando ponía en las mesitas plantas simbólicas abrazándose igual que gnomos arborizados.

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