Macarena Olona, Macarena de Salobreña o de donde haga falta, no deja de fabricarse últimamente unas identidades flamencas, toreras, aceituneras, bodegueras, guitarreras, sacromonteñas, claveleñas y acretonadas. Yo creo que, más que presentarse a las elecciones andaluzas, va a montar un tablao o un espectáculo de carromato en Japón, en Ámsterdam o en el metro de Londres, donde yo me la imagino cantando con gafas de Martirio un flamenquito de sobre, enyesado y jotero, de paya malaje. Esta gente de Vox está tan obsesionada con las identidades (casi tanto como la izquierda) que sin el traje identitario se siente desnuda, como se sentiría desnuda una miss regional. Hasta que no se visten de fallera, de maragato, de mayoral, de Curro Jiménez españolazo, de Marisol flamenca o de torero de paquete con voluta, simplemente no saben qué ser, dónde ponerse ni de qué hablar. Bueno, y ni vistiéndose. Macarena de Salobreña, la verdad, lo que parece es el nombre de una torera de Wisconsin.
Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete a nuestro canal de Whatsapp en este enlace.
Te puede interesar
-
María Jesús Montero, la candidata natural a una sucesión que todo el PSOE quiere evitar
-
España se suma a EEUU y otros 16 países para pedir la liberación de los rehenes de Hamás
-
El núcleo duro de Sánchez se moviliza para pedirle que continúe: "La democracia se lo merece"
-
Sánchez provoca un terremoto político y deja a su partido en 'shock'